Respuestas a tus Preguntas

Respecto al Evangelio del niño que tenía ataques y que sólo Jesús pudo curar (Marcos 9,14-29), no entiendo la parte final, cuando Jesús les dice a los discípulos que esa clase de demonio solo sale con oración. ¿Quiso decir que a los discípulos les hizo falta orar? ¿Deberíamos pensar que entonces Jesús oró en ese preciso instante para que el muchacho fuera liberado? ¿No siempre se ora cuando de liberación se trata? ¿Se refería Jesús a que ellos no oraron con fe? -Daniel Klepp

Todo indica que Jesús se refería más a la oración habitual que a un acto único o puntual referido al evento mismo de expulsar aquel demonio. La fuerza de la oración como hábito del alma estriba en que crea un vínculo estrecho entre el amor de Dios y nuestra manera de amar; entre la sabiduría de Dios y nuestra manera de pensar y discernir; entre el poder de Dios y nuestro modo de afrntar las necesidades.

Por supuesto, la genuina oración tiene sus notas características: perseverancia, humildad, y confianza, especialmente. Al animarnos a orar para ser librados del poder de las tinieblas, Nuestro Señor estaba animándonos tabién a crecer en la fe, como se ve por el contexto del pasaje citado.