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Homilía de Fr. Nelson Medina, O.P.
El pecado trae consecuencias y experimentar esas consecuencias son un recurso último de la pedagogía divina.
Homilía co20011a, predicada en 20220814, con 33 min. y 53 seg. 
Transcripción:
Hermanos, hagamos el recorrido por las lecturas que nos propone la Iglesia en este domingo. La primera fue del profeta Jeremías, la segunda de la Carta a los Hebreos: la tercera del Evangelio según San Lucas. En la primera lectura hay que destacar la situación que vive Jeremías. Jeremías, se ganó muchos enemigos; lo interesante es saber ¿por qué?, ¿cuál era el momento que estaba viviendo el pueblo de Dios?...; ¿Qué predicaba Jeremías?, y ¿por qué eso lo hizo tan, tan antipático, tan odioso, a tanta gente? El libro de Jeremías no es corto, tiene más de cincuenta capítulos y ahí se recogen palabras, predicaciones de Jeremías en distintos momentos en los que él, le habló al pueblo. Uno se da cuenta, por ejemplo, que en los primeros capítulos Jeremías le habla al pueblo denunciando pecados y llamando al arrepentimiento. Esa es una parte del ministerio profético de Jeremías, denunciar el pecado y llamar al arrepentimiento; ya eso lo hacía un poco antipático, porque no nos gusta que nos muestren nuestros pecados. ¿Qué pecados denunciaba Jeremías?, es bueno recordar esto, él denunciaba toda clase de pecados, por ejemplo, la religión hipócrita; -eso de estarse fiando uno de que estoy en el templo del Señor y de que entonces porque yo soy religioso, a mí no me va a pasar nada, porque yo soy creyente, a mí no me va a pasar nada-, eso lo denunciaba Jeremías; Jeremías denunciaba pecado social, pecado de injusticia..., -eso de que hay unos que tienen, hasta para comer e indigestarse y otros no tienen ni lo mínimo-, eso lo denuncia Jeremías, lo mismo que otros profetas. Entonces, pecados contra Dios, pecados contra el prójimo. Jeremías también denuncia otro tipo de pecados que son los pecados sexuales, esto pocas veces se menciona, la corrupción, la depravación, la superficialidad con la que se mira el afecto y el sexo; ¿Cómo es eso de que padre e hijo van a la misma mujer? Seguramente es el modo, de Jeremías denunciar como pululaba la prostitución incluso en Jerusalén. Entonces, Jeremías empezó a hacerse antipático por el tema de la denuncia de los pecados, porque el mundo no quiere oír denuncias, no queremos oír denuncias, no nos gusta que nos digan que estamos haciendo las cosas mal. Eso lo nota uno desde las familias; por eso muchos padres de familia sufren cuando tratan de hacer alguna corrección a los hijos, porque los hijos no quieren oír correcciones; -¡nó!, es que tú eres anticuado, es que tú no, tú no entiendes, tú eres de otro tiempo, ya en esta época ya no hay dinosaurios, papá, por favor, entiéndelo-. Entonces, ahí empezó la antipatía, la mala relación entre Jeremías y el pueblo. Pero el problema mayor no fue ese... -Yo le pido al Espíritu Santo que me ayude para poder explicar el problema mayor, porque es ¡bien! complejo; tal vez no es tan complejo, pero yo no sé porqué, veo que es más difícil de entender-. Hubo un momento en la vida de Jeremías en que él se dio cuenta que la única forma de que la gente entendiera que estaba obrando mal, era que sufriera las consecuencias de sus actos; si usted entendió esa frase, entendió lo que sigue: le repito, -hay momentos en que la única manera de aprender, es experimentar las consecuencias-. Yo sigo con el ejemplo de los papás y las mamás, porque es que papás y mamás suelen tener tanto amor, tanto amor por sus hijos... ¿Qué quiere una mamá?, pensemos en una mamá que tiene a su hijo o su hija, ¿Qué quiere una mamá?; la mamá no quiere que sufra, y seguramente cuando le da ciertos consejos a esa hija, pues lo que le está tratando es de evitar dolores, evitar problemas; eso es lo que típicamente quiere un buen papá, una buena mamá. Dios a través de Jeremías estaba obrando de esa forma, es decir, le estaba dando advertencias al pueblo para que no cayera. Pero ¿qué pasa si ese hijo o esa hija se empecina en hacer lo que se le da la gana? ¿Qué pasa? Entonces hay un momento en el que el papá o la mamá tiene dos posibilidades. Una es, voy a coartar completamente la libertad de mi hijo o de mi hija, eso lo han intentado algunos papás o mamás en el pasado. Por ejemplo, eso de voy a tratar de limitar completamente: -¡no puede salir, no puede ver, no puede hablar, no!-, mejor dicho, voy a encarcelar a mi hijo o a mi hija; eso no funciona, eso no funciona; nunca funcionó en el pasado, y en esta época menos. ¿Entonces qué pasa con un papá amoroso?, como es Dios Padre, ¿Qué pasa con un papá amoroso que no quiere que nosotros cometemos muchos errores?; toca pasar a la segunda parte del libro de Jeremías; ¿Cuál es la segunda parte del libro de Jeremías? Entonces Jeremías cambia el discurso, -por favor, hay que estudiar al profeta Jeremías-, Jeremías cambia el discurso; Y usted nota que sí, al principio él hablaba y repetía mucho la palabra: ?conviértanse, ¡dejen el pecado!? Hay un momento en el que Jeremías deja ese discurso, no porque no quiera la conversión, sino que empieza a anunciar lo que le va a suceder al pueblo, es decir, a ustedes les va a tocar, -perdónenme la palabra que es agresiva-, les va a tocar ¡tragarse! las consecuencias de sus pecados; más o menos como le toca a un papá o una mamá. Entonces, haga usted lo que le parezca, pero verá como le va. Usted ¿se acuerda la parábola del hijo pródigo?; es más o menos la misma idea; si el hijo dice: ¡nó, que yo me voy, me voy, me voy!; Bueno, -tenga su plata y váyase-; Y seguramente el papá ya sabe..., -yo sé lo que va a pasar, yo sé lo que va a pasar, pero tome su plata y váyase-. Y tuvo que llegar a experimentar la palabra clave, que es la palabra -consecuencias-, tuvo que llegar a experimentar las consecuencias; y en ¿qué consistieron las consecuencias?; cuando este hombre, o sea el hijo menor de la parábola del hijo pródigo, se ve un día con un ¡hambre terrible!, y empieza a ver como apetitosa la comida de los marranos y dice: ¡está como bueno eso!. Cuando el hombre ya empezó a sentir apetitosa la comida de los marranos, dijo -como que despertó- y dijo: ¡Estoy mal!, ¡estoy mal!; O sea, ¿hasta dónde más voy a caer? Que es, lo que le ha sucedido a mucha gente, en muchos retiros, en los testimonios, lo que la gente dice, es eso: -cierto-, lo que la gente dice es: -caí y caí y caí y toqué fondo-, cierto, porque esto no es como el agujero negro de la física, donde se puede caer indefinidamente. Nó. Hay un momento en el que se toca fondo. ?Toqué fondo?. Entonces eso es lo que Jeremías le dice al pueblo. Les dice: -miren, ustedes no entendieron el lenguaje de la conversión, les toca entender el lenguaje de las consecuencias-; y me permito comentarles, señores, que las consecuencias son duras, y ya vienen en camino. ¿De dónde saca Jeremías la idea de las consecuencias? ¿De dónde viene esa idea? Bueno, ustedes saben que los profetas son, en primer lugar amigos de Dios, y en segundo lugar, son gente que tiene una capacidad de observación de la realidad, precisamente por ser amigos de Dios; O sea, los profetas tienen una mirada penetrante de la realidad, por eso son capaces incluso de decir cosas que no han sucedido pero que van a suceder, porque es como... si tuvieran un mapa especial. Es el mapa que en el fondo da la mirada divina de la que ellos participan por su profundísima amistad con el Señor. Entonces Jeremías, tenía esa mirada como de rayos X de la realidad; ¿Y qué estaba sucediendo en tiempo de Jeremías? Que había un imperio, que se llamaba el Imperio Caldeo, que estaba creciendo, creciendo, creciendo. El Imperio Caldeo tenía su capital en Babilonia y estaba creciendo cada vez más y se estaba expandiendo y... más o menos las noticias , eran que donde llegaban los caldeos triunfaban. Es decir, no había opositor que les ¡ganara!. Entonces, fíjese, métase usted en el corazón de Jeremías, un amigo de Dios, un hombre santo, porque era un santo, evidentemente un hombre de Dios, un hombre de oración, un hombre que tenía el celo de Dios en su corazón, que tenía la mirada de Dios en sus ojos, por esa compenetración con el Señor y que veía la realidad y en la realidad veía, el expandirse del imperio caldeo ¿Y quiénes seguían en ese imperio caldeo, mejor dicho, en la expansión de ese imperio caldeo? -Nosotros-. Entonces Jeremías se da cuenta. Esta es la parte más difícil de entender, porque es el cruce entre historia, política, teología y espiritualidad. Jeremías se da cuenta, detrás del avance cruel, porque eran crueles los caldeos, no tan crueles como otros. Eran más crueles los asirios, pero los caldeos eran gente realmente sin escrúpulos. Ellos no se iban a poner con miramientos ni nada de eso. Entonces Jeremías, en su profunda meditación, en su oración intensa, se da cuenta. Los caldeos van a seguir expandiéndose, los caldeos van a llegar hasta donde nosotros y los caldeos van a acabar con esto que están viendo nuestros ojos. Jerusalén va a caer, pero Jeremías se da cuenta de que Jerusalén va a caer por causa de sus pecados. Esa es la frase más difícil de esta homilía. Entender que las consecuencias políticas y sociales tienen sus raíces en los corazones corruptos humanos. Eso es lo más difícil de entender. Pero Jeremías tenía esa capacidad de entendimiento que tal vez nosotros no tenemos. Entonces Jeremías veía en el avance de los caldeos la realización del extraño plan de Dios que lleva a las personas a que vivan las... ¿Las qué? Las consecuencias es la palabra fundamental en la primera parte de esta homilía, no digo cuántas partes, por ahora vamos avanzando. Entonces, la primera parte de la homilía tiene como palabra fundamental -las consecuencias- Y esto tiene mucho que ver cuando uno, hace un retiro. Porque cuando uno hace un retiro, uno se da cuenta que muchas de las cosas que uno está viviendo son por consecuencias, ¡consecuencias!, -lo que pasa es que uno a veces dice: que mala suerte, que no se me han dado las cosas, que tengo muchos enemigos, que mi papá, mi mamá, el presidente, los comunistas, los ricos- Uno siempre mira hacia afuera, pero cuando uno empieza realmente a entrar en un retiro en serio, uno se da cuenta de que uno tiene una gran responsabilidad, no toda, pero uno tiene una gran responsabilidad y uno está experimentando consecuencias. Entonces Jeremías cambió su discurso; cambió, no significa que negó lo anterior, sino que es como una evolución del discurso de acuerdo con la evolución de la situación. Entonces Jeremías empieza a decirle a la gente miren, los caldeos van a venir y los caldeos se van a adueñar de Jerusalén. Jerusalén va a ser destruida; porque ¿De dónde saca Jeremías que Jerusalén va a ser destruida? Hombre, le conocía los métodos a los caldeos, pero los caldeos, lo mismo que todos esos otros imperios, en realidad, como todos los imperios, los caldeos tenían una tónica, y era: Si yo llego a tu casa y tú te rindes y tú decides pagarme tributo, que es prácticamente una esclavitud económica brutal, te voy a respetar muchas cosas, no todas, pero te voy a respetar muchas cosas. En cambio, si yo llego a tu casa y tú te atreves a atacarme, prepárate porque ahí sí; ahí sí te voy a despedazar. Entonces Jeremías se da cuenta que están avanzando los caldeos, que los caldeos van a llegar a Jerusalén. Jeremías se da cuenta que en eso está obrando una lógica profunda, es decir, estas son las consecuencias de nuestros pecados. Y empieza a decirle a la gente mire, la solución no es huir a la tierra de la fantasía y decir que eso no va a suceder, porque sí va a suceder. Ya la gente no lo quería; ¿Por qué no lo quería? Porque él denunciaba pecados; y ahora viene a decirles: -Sí, va a suceder, sí nos van a invadir- Y no solo eso, ¡agrega Jeremías! estas palabras: ?Y eso que va a suceder, y esa invasión, es parte del plan de Dios para ver si aprendemos, porque hemos sido rebeldes? Este segundo mensaje: "la invasión va a suceder" Y ese tercer mensaje: "Y eso es parte del plan de Dios" Eso ya rebotó a la gente?. Ahí es donde encontramos el capítulo treinta y ocho de Jeremías, de donde fue tomada la primera lectura de hoy; o sea que hasta ahora lo que he hecho es darles el contexto. ¡Muera ese Jeremías! Mire, los príncipes dijeron al rey: "¡Muera ese Jeremías!" porque está desmoralizando a los soldados que quedan en la ciudad. -Por eso esa frase- ¿Por qué decían que Jeremías estaba desmoralizando? Porque Jeremías lo único que les estaba diciendo era: "Vienen las consecuencias de los pecados para ustedes", -usted no puede correr más rápido que las consecuencias de sus acciones-, Hay una manera más corta de decir esa frase que la dijimos en otra predicación: "Mis problemas corren más rápido que yo" -Escriba esa frase que le conviene- "Mis problemas corren más rápido que yo", usted no puede huir de las consecuencias de sus problemas. Esa fue la frase de Jeremías. ¿Y entonces qué decía la gente? "Este nos está desmoralizando", y Jeremías dice: "No es desmoralizar, no es desmoralizar", es simplemente asumamos nuestra realidad asumámosla, asuma, mejor dicho. Lo que Jeremías le está diciendo al pueblo era: "Dese la oportunidad de que la verdad lo visite", ¡Que frase tan impresionante! "Dese la oportunidad de que la verdad lo visite" Dese cuenta de de lo que es visitar la verdad y ser visitado por la verdad; dese cuenta, usted no puede correr más rápido que sus problemas. Entonces por eso tomaron esa terrible decisión, Le dijeron al Rey, Ese rey, ¿Cuál era? Estamos en las últimas etapas antes del destierro a Babilonia, el rey que estaba era un rey de pacotilla, un rey marioneta llamado Sedecías. ¿Hasta ese momento habían destruido Jerusalén? Nó, ¿Pero ya habían hecho algo?, Sí, Ya los caldeos habían venido y ya habían saqueado el templo. Ya eso, ya había sucedido, pero todavía la gente creía que no, que eso no iba a pasar nada, que eso todo se iba a arreglar. Y Jeremías les dice: "Nó, esto no es que se va a arreglar, es que esto va para peor, esto va para peor" Claro, ese es el mensaje más impopular que podía tener una persona en ese tiempo y por eso él se ganó esos enemigos. Este hombre no busca el bien del pueblo, sino su desgracia. Y mira lo que dice Sedecías, típico, típico del líder marioneta, de lo cual está lleno hoy el mundo, -es impresionante-, ¿Qué es un líder Marioneta?; ¿Qué es un presidente Marioneta? Es el que gobierna, de acuerdo con las encuestas, de acuerdo con los deseos de la gente. Es decir, el líder; La definición del líder marioneta, es el líder que averigua qué quiere la gente para él, convertirse en el representante del deseo de la gente, ese es un líder marioneta. Porque el verdadero líder, que es, el verdadero líder, va hacia el bien, hacia lo bueno, y atrae a la gente hacia lo bueno. Piense usted, por ejemplo, un buen papá, un buen papá qué es; es el que tiene claro lo que es bueno, lo que es mejor y quiere llevar a la familia hacia lo que es mejor. Piense qué es un buen sacerdote, un buen párroco, un buen predicador. ¿Qué es? No es el que le dice a la gente lo que la gente quiere oír. Eso lo denuncia la Biblia en la segunda carta a Timoteo; La gente se va a llenar de maestros que les digan cosas dulces a los oídos. Un buen sacerdote. Un buen predicador. ¿Cuál es?. El que mira lo que es realmente bueno y trata de llamar, convocar y atraer a la gente hacia lo bueno, Ese es el buen sacerdote. Bueno; pues Jeremías era un muy buen profeta. Pero la gente no quería eso, obviamente. Entonces , Sedecías ¿Qué tipo de líder era? Mire, esta frase de Sedecías , que describe al líder marioneta: "El rey no puede nada contra vosotros" como quien dice, aquí hagan ustedes lo que ustedes les parece. Los príncipes de Jerusalén, ¿Qué representaban?, ¿Qué significaba la palabra príncipe? Bueno, -princeps- en latín quiere decir el que es principal, es decir, la gente influyente, la gente influyente, la gente así que tiene poder, los poderosos de la época. Y el rey, lo que le dice a los poderosos de la época era, yo realmente no puedo nada contra ustedes. Hagan ustedes como ustedes les parezca. Eso es lo que dice Sedecías. Conclusión agarraron al pobre Jeremías y lo metieron en un pozo sin agua a que se hundiera en el lodo y se muriera de hambre, lo cual muestra el precio de ser profeta. Eso es lo que le va a suceder a muchos profetas. Por eso Jesús también dirá en el Evangelio ¿Hubo acaso algún profeta que vuestros padres no persiguieran? Eso es bueno saberlo. Eso es bueno saberlo. Para saber uno qué implica ser verdaderamente cristiano, qué implica verdaderamente vivir nuestra Fé. Entonces, ¿Qué lo salvó? Pues que un señor que se llamaba Ebed-Melek salió del palacio y habló al rey y le dijo Mi rey y Señor, estos hombres han tratado inicuamente a Jeremías, saquémoslo, ¿Y qué dijo Sedecías?, "Hola, verdad, saquémoslo" Ay a mí me da un pesar , y Sedecías tuvo un final tan ruin, tan triste, que no se lo voy a decir, sobretodo ?. para motivarlo a que usted lea al profeta Jeremías, pero tuvo un final tan triste, Sedecías, Pero ahí está pintado. Le decían unos, "botemos a Jeremías al pozo, sí, botémoslo; saquémoslo, pues si verdad, saquémoslo", ese era Sedecías. Es decir, es el líder que no es líder y por eso tenemos que pedirle a Dios que nos dé verdaderos líderes en la política, en la sociedad, en la economía, en la ciencia y sobre todo, en la Iglesia. Que nos dé verdaderos líderes, gente que hable con la verdad, que nos muestre el camino así a veces nos duela. ¿Cómo conecta esta lectura con el Evangelio? Pues usted se da cuenta que Jeremías causó división; ¿Por qué causó división Jeremías? Porque ¿A él le encantaba dividir a la gente, le encantaba tener enemigos? ¡Nó! Claro que no. En alguna de sus oraciones, en uno de sus lamentos, él dice "¡Ay de mí, Madre mía! Me concebiste, hombre de conflicto. Yo no les he prestado, ni ellos me han prestado, pero todo el mundo me maldice" Esa es una queja que tiene Jeremías, una vida llena de mucho sufrimiento hasta el final. Hasta cierto punto, el profeta más parecido a Cristo en el Antiguo Testamento es Jeremías; Por ese, por ese sufrimiento, Además que no es el dato más importante, Jeremías murió célibe, lo cual es una excepción completa en el Antiguo Testamento, y el celibato de él fue una disposición divina; es otro parecido, no el más importante, pero es otro parecido que tiene con la persona de Cristo. Entonces, con este contexto de Jeremías, vamos al Evangelio, y yo creo que entendemos un poco lo que dice Cristo: "¿Pensáis que he venido a traer al mundo paz?" -entendiendo por paz la palabra tranquilidad- "¿Pensáis que he venido al mundo a traer tranquilidad? No, sino división" Necesariamente el que pelee por los intereses de Dios le va a pasar lo mismo que a Jeremías. Necesariamente, el que busque los intereses de Dios ¿Va a tener que enfrentarse con qué? va a tener que enfrentarse con el poder y el encanto que tienen los ídolos. Hace poco me consultaba una señora en Instagram, me consultaba y me decía bueno, pero ¿Por qué tantas oraciones... -y me describía unas oraciones- por qué estas oraciones dan tanto resultado? Entonces entramos en un diálogo, con esta señora, sobre cuáles eran esas oraciones. Básicamente es brujería. Son oraciones de brujería que se están difundiendo por Internet. Usted sabe que Internet está lleno de muchas cosas, tiene cosas buenas, pero tiene brujería, tiene tarot, horóscopo. Tiene pornografía, tiene crimen, tiene estafas, tiene de todo, lamentablemente; pues ese es el Internet que tenemos. Eso es lo que tenemos. Y entonces le digo yo. Pues yo mirando un poco lo de las oraciones estas, que me parecían tan raras, unas oraciones de invocación a la tierra y de invocación a las energías y no sé qué, pues eso es paganismo, eso es brujería, eso es lo que quieras, Esa no es nuestra fé, Y entonces me pregunta ella; ¿Y entonces eso por qué funciona? Mira si te voy a dar la respuesta corta, eso funciona porque..., Porque es que si el mal no funcionara, aunque fuera un poquito, nadie haría el mal. El mal siempre tiene un margen de éxito. -Por favor, esa frase téngala presente- "El mal siempre tiene un margen de éxito" Yo me acuerdo de una amiga querida, que algunas de las personas aquí la conocen y no diré su nombre. La familia de ella estuvo muy metida en espiritismo, especialmente con la falsa invocación a José Gregorio Hernández. Acuérdese que José Gregorio Hernández fue un médico muy santo, de Venezuela, que de hecho pues está beatificado. José Gregorio Hernández fue un hombre muy santo, pero como ha sucedido con otras cosas, las tendencias paganas y las tendencias de la brujería han secuestrado el nombre de José Gregorio Hernández para hacer espiritismo con el nombre de él. Obviamente que las invocaciones que los espiritistas hacen de José Gregorio Hernández no son el verdadero José Gregorio Hernández, porque un santo nunca se presta para eso. Y entonces mire lo que me decía esta amiga. Esto es, esto es pues otra historia; Mire lo que me decía esta amiga "y todo lo que nosotros?. ¿Por qué mi familia duró tanto tiempo en el espiritismo?, -Porque era que estaban metidos de lleno en el espiritismo- Y ¿Por qué? -porque es que funcionaba- por eso le digo, no se le olvide a usted jamás. El mal siempre tiene un margen de éxito. Cualquier pecado tiene un margen de éxito. Y si hay una lección que el demonio la tiene clara, es esa, que el mal tiene un margen de éxito y que hay que dar un margen de éxito. Porque efectivamente, si yo quiero, por ejemplo, adueñarme de su dinero; pues a menos que yo quiera robarlo a usted a base de pura violencia, yo lo tengo que, le tengo que dar algo a usted, para que usted me dé su dinero, entonces le tengo que hacer una estafa. Si yo quiero que usted se vuelva un drogadicto, por ejemplo, yo tengo que darle algo de placer a usted para que usted se vuelva un drogadicto; yo tengo que atraparlo con algo. El mal siempre atrapa con algo. Entonces, como el mal siempre tiene un margen de éxito; todo pecado, el que usted se imagine: la soberbia tiene un margen de éxito, la envidia tiene un margen de éxito. No podemos explicar para cada caso. Pero eso es así siempre. El mal tiene un margen de éxito y ese margen de éxito, es lo que conquista el corazón humano y es lo que se convierte en la prisión, en la que uno se queda encerrado. Y ese margen de éxito del mal es el que uno, es el que hace que uno, sienta que uno no puede salir y que uno en el fondo tampoco quiere salir de ahí. Y ahí es cuando la persona dice es que no puedo. O la persona dice es que no quiero, no quiero salir de ahí, no quiero. Esa es la manera de atrapar. Y esto de que el mal nos atrape no es fantasía mía, no es lenguaje simbólico mío. Es el lenguaje de la Biblia. La Biblia nos dice que Dios nos ha sacado del poder de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido. El mal tiene un poder, no tiene el máximo poder. El máximo poder solo le pertenece a Dios. Pero el mal tiene un poder. Si el mal no tuviera un poder, si el mal no tuviera un margen de éxito, si las oraciones de brujería no funcionarán en algunos casos y de alguna manera, si los horóscopos no salieran en algunos casos, de alguna manera, si el tarot no coincidiera con algo de lo que usted está buscando, nadie seguiría ese camino. El mal siempre tiene un margen de éxito y ese margen de éxito trata de atrapar el corazón de uno. El pecado que usted piense. Y entonces ¿Qué pasa? Ahí, entendemos porqué causa división el Evangelio., El Evangelio es buena noticia. El Evangelio es la dulzura y la liberación de Dios en nuestra tierra. El Evangelio es lo más santo, lo más bello, lo más puro que hay. Pero ¿Qué pasa? Que el Evangelio tiene que entrar necesariamente en conflicto con los márgenes de éxito que da la trampa, el pecado, la estafa, la lujuria, la envidia, la soberbia; y es ahí donde se produce la división. Entonces, el mensaje que Dios estaba dando a través de Jeremías desde el principio de su vocación y hasta el final, en la muerte dolorosa y humillante que tuvo. El camino que Dios estaba proponiendo a través de Jeremías era hermosísimo. Pero ¿Por qué Jeremías sufre? Porque Jeremías tiene que pelear contra los márgenes de éxito de la maldad. Por eso hay división, y por eso necesitamos la fuerza de Dios para perseverar. Porque fíjese lo que nos dice aquí: "Una familia estará dividida". No sé si ustedes, en el caso de las familias de ustedes, hayan experimentado eso, que a veces la familia se divide y entonces uno dice pero, pero, pero ¿Por qué?, Pero ¿Por qué?, Pues aquí está la explicación. La explicación se llama los márgenes de éxito que trae el pecado. Por ejemplo, uno de los pecados más típicos, por citar solamente uno de los pecados más típicos de nuestra época, es la entronización del subjetivismo; y la entronización del subjetivismo consiste en que "Yo decidiré qué es bueno y qué es malo". En el fondo es el pecado de soberbia y en el fondo es el pecado original. En el fondo es el pecado original. "Yo decidiré que es bueno y que es malo". Ese pecado, que es pecado de soberbia, tiene un margen de éxito muy grande, porque eso significa que el día en el que yo quiera hacer lo que a mí me parezca, pues lo hago. Y no hay cura, no hay papá, no hay mamá, no hay quien me pare porque yo veré lo que yo hago. Y si un día tengo que cambiar las leyes de este país, las cambio. Ahorro, Ahorro y ahorro. Logro congresistas y cambio las leyes y ya está. Ese es, sí ese es el problema. Ya verá cómo lo cambiamos. Por eso la soberbia con la que muchos de ellos hablan y dicen: "No te preocupes, será ley; será ley". Entonces el subjetivismo, por ejemplo, es uno de los grandes ídolos de nuestro tiempo, "Yo decidiré" ¿Y qué pasa? Que si tú, por ejemplo, eres hijo y tú estás enamorado de Cristo y del Evangelio de Cristo, y tú llegas a tu casa, resulta que tus hermanos, muy probablemente, digo porque eso pulula en nuestro tiempo, están infectados de este subjetivismo. Entonces, ¿Qué pasa? Que tú llegas con Cristo y ellos sienten que Cristo les va a quitar su subjetivismo y entonces sienten que ese Cristo no les interesa y entonces sienten que el antipático eres tú. Y empezarán a ponerte todos los apodos del mundo. "Es que usted se volvió" la primera palabra favorita ¿Es? ¡fanático.! Se ve que la han escuchado. Les ha pasado, ¿No?, "Ya usted se volvió fanática, desde que usted empezó a ver esos videos de ese padre, usted se volvió fanático y entonces ya es un exagerado, y ahora todo es pecado para usted", Y uno no está diciendo que todo es pecado; de ninguna manera. Nosotros, por ejemplo, en familia espiritual, siempre le decimos a la gente: "Nos encanta que tengan amigos, que tengan amigas, que tengan familias felices, nos gusta mucho que tengan su novio, que tengan su novia. Nosotros queremos que ustedes estén bien". Por supuesto que eso es lo que uno quiere, pero es que en el fondo la pelea no es esa, la pelea es ¡"Yo quiero seguir en mí... subjetivismo! ¡Yo quiero seguir declarando desde mi propio gusto! lo que ¡a mí me parece!; y ¡nó va a haber poder alguno que me niegue lo que yo creo que debo hacer"! Resumiendo; resumiendo ¿Qué tenemos?, primero, las consecuencias, las consecuencias. Dios advierte y después Dios te deja saborear las consecuencias. Ese mensaje lo rechaza la gente. Y ¿Por qué lo rechazan? Porque hay un margen de éxito del mal. Ese es el resumen de lo que nos ofrecen estas lecturas. Por hoy dejamos quieta la carta a los hebreos, la dejamos quietecita. Pero es muy bella porque nos dice que tenemos una nube ingente de espectadores. Realmente tengo que ver el griego, pero la palabra no es esa, la palabra es testigos, una nube ingente testigos nos rodean. Y esto es muy bonito saber uno que en cada misa y que en la experiencia misma de nuestra fé nunca estamos solos. Nosotros, los que a pesar de nuestros múltiples pecados y defectos, tratamos de ser fieles al Señor, nunca estamos solos, siempre nos rodea una nube de testigos. Siempre hay muchos, muchos más de los que parecen, muchos más de los que el mundo reconoce, muchos más que quieren vivir según Dios. Y eso realmente nos anima profundamente.

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