Homilía de Fr. Nelson Medina, O.P.

Juan Bautista nos enseña cómo prepararnos para recibir a Cristo

Homilía aa03012a, predicada en 20191215, con 3 min. y 32 seg.

Transcripción:

Mis hermanos. La descripción que nos presenta la escritura sobre la persona de Juan es algo impresionante. Es un mensajero, es un precursor, es un profeta. Pero a diferencia de los anteriores profetas que solo hablaron de lo que un día habría de suceder, Juan el Bautista pudo señalar a Aquel que era el objeto de todas las profecías, Aquel en quien se cumplen los anhelos del corazón humano.

Los demás profetas solo pudieron anunciar. Juan pudo anunciar y señalar -"Este es el Cordero de Dios Este es el que quita el pecado del mundo"-. Juan es el que prepara el camino para que el Mesías haga su obra en nosotros.

¿Cómo lo prepara?, Invitándonos a la humildad, al arrepentimiento, a la conversión. En muchas de nuestras casas ya tenemos el nacimiento, el belén, el pesebre. Es una preparación material. Hace falta la preparación espiritual. ¿Cómo preparas tu corazón para que sea un belén, un pesebre? Lo preparas como te enseñó Juan el Bautista a través de la humildad, a través del arrepentimiento, a través de la conversión.

Eso que nos enseñó Juan nos prepara para recibir a Cristo, porque Juan nos enseñó a que reconociéramos nuestra necesidad. Y cuando reconoces tu necesidad, es como si abrieras la boca para recibir el alimento, el pan de vida que es Cristo mismo. Hay un salmo muy hermoso que dice -Abre tu boca, y yo la saciaré-. Juan nos enseñó a abrir la boca, abrir la boca porque tenemos hambre de Dios, abrir la boca para suplicar; Dios permita que en estos días que nos quedan de Adviento, hagamos ese ejercicio, el ejercicio de reconocer nuestra necesidad.

Es impresionante ver que Cristo estuvo tan cerca de tantas personas que se lo perdieron. Pilato tuvo a Cristo a metros, Herodes tuvo a Cristo a metros, Caifás tuvo a Cristo ahí al lado. Los que lo crucificaron lo tuvieron cerca, pudieron tocar su carne. Quedaron manchados con su sangre, pero parece que poco les aprovechó. Solo Dios lo sabe.

Uno puede tener muy cerca al Señor, pero para aprovechar la presencia del Señor está Juan. Juan es el que te ayuda a que no te pierdas de los regalos que Cristo te quiere traer. El Señor nos permita prepararnos así, para tener una hermosa y una muy santa Navidad. Amen. Amen. Amen.

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