Esta es tu casa!

Homilía de Fr. Nelson Medina, O.P.

Hacer la primera comunión el día de la Inmaculada

Homilía aa02013a, predicada en 20191208, con 15 min. y 57 seg.

Click derecho para descargar versión MP3

Transcripción:

Muy querido hermano Sergio y hermanos misioneros de Cristo Maestro. Queridos hermanos:

Hoy la Iglesia nos invita a alegrarnos contemplando la hermosura de tierra y de cielo, que hay en María Santísima. Esta es la fiesta de la Inmaculada y estamos también alegrándonos, porque estos seis niños van a recibir por primera vez la Sagrada Eucaristía. La verdad es que es una costumbre que hay en muchos lugares; escoger una fecha de la Virgen para hacer la Primera Comunión, como la llamamos.

En el caso mío, miro a estos queridos amigos y me acuerdo de mi Primera Comunión. Yo hice la Primera Comunión el siete de octubre de: -hace bastantes años-, de mil novecientos setenta y dos. Pero la fecha que más me marcó no fue ese, siete de octubre, sino en diciembre de ese mismo año, en la fiesta de la Inmaculada, el siete de diciembre, en misa de Vigilia de la Inmaculada Concepción, eso me impactó muchísimo. Pero no estamos aquí para hablar de mis historias, sino para ver la relación tan hermosa que hay entre las fiestas de la Virgen y la Comunión?Recibir la Eucaristía.

A ver. ¿Qué nos quiere enseñar la Iglesia? ¿Qué nos quiere enseñar la Iglesia con eso de hacer la primera comunión en una fiesta de la Virgen? Pues, la Iglesia nos quiere enseñar algo muy importante y esta es una lección para todos, pero especialmente para estos seis amigos que tengo aquí en primera fila.

La lección importantísima es: aprendamos a recibir a ¡Jesucristo! como lo recibió María. Esa es la primera lección. Entonces, como yo he sido profesor, a veces los profesores somos así, un poquito como de escuela, y a uno le encanta que la gente repita, entonces la primera lección es -aprendamos a recibir a Jesucristo, como lo recibió María-. Me hace el favor de repetir esa frase, ¿Cómo es? -Aprendamos a recibir a Jesucristo, como lo recibió María-.

Porque nos damos cuenta, queridos amigos, le hablo sobre todo a estos hermanitos que hoy reciben su Primera Comunión, porque nos damos cuenta que efectivamente, María recibió a Jesús. Podemos decir que María tuvo esa comunión, esa palabra tan hermosa que tenemos en la Biblia, la palabra comunión; la palabra comunión nos está diciendo: una común unión. Y entonces María tuvo una unión perfectísima con el misterio de Cristo. ¿Cómo fue esa unión? Pues es una unión que pasa por el cuerpo de ella, porque de sus purísimas entrañas, Dios con su poder, hizo posible el milagro de la Encarnación.

Entonces hay una comunión corporal, pero también hay una comunión, porque en la misión grande que tuvo Cristo, ahí estuvo siempre unida María; también hay una comunión en la voluntad, porque el Señor Jesús iba llevando esa ruta marcada por la voluntad de Dios Padre, y ahí estaba María siempre diciendo -Hágase en mí según tu palabra-; entonces, la comunión de María es una comunión de cuerpo, es una comunión corporal, podemos decir es una comunión en la misión y es una comunión también, y esto es muy hermoso, -en la voluntad de Dios-.

Entonces María nos enseña cómo vivir en comunión con Cristo, ¿cómo es vivir en comunión con Cristo?, póngale cuidado:, ¡Es unirnos a su cuerpo!, ¿como se une uno al cuerpo de Cristo?, -Comulgando santamente-, Así, uno se une al cuerpo de Cristo. Pero el cuerpo de Cristo es el cuerpo que tenemos en el altar donde se consagra la Eucaristía, pero la Biblia también nos dice que hay otro cuerpo de Cristo que no está separado del cuerpo Eucarístico. ¿Cuál será ese otro cuerpo de Cristo? Uy, ahí lo dijeron. ¿Cuál es?, -La Iglesia- Ese es el Cuerpo de Cristo., esa es la alegría de celebrar la Misa en este lugar? que la gente responde. Entonces, quiere decir que yo tengo que tener una unión corporal con Cristo, ¿como es la unión corporal? Tengo que ser un miembro vivo de la Iglesia y tengo que comulgar santamente. Esa es la comunión corporal, comunión corporal, comunión en el cuerpo. Entonces, si yo soy católico y nunca comulgo ¡mal!, ¡mal!, ahí me aparté del ejemplo que me dio la Virgen María. Si yo soy católico, -yo hice la Primera Comunión-, entonces yo tengo que seguir comulgando, pero no de cualquier manera, sino comulgar bien, con la preparación que es: manteniendo puro nuestro cuerpo y nuestra alma para comulgar eucarísticamente.

Pero además, como cuerpo de Cristo, también es la Iglesia. Entonces yo tengo que permanecer unido a la Iglesia, ¿cómo se une uno a la Iglesia?. Mire, aquí hay mucha gente que sabe de eso. Por ejemplo, este joven que está allá presente, él con su melodiosa voz, él nos está prestando una ayuda, un servicio precioso. Fíjese, él pone su música, la pone al servicio de esta Eucaristía y seguramente en muchos otros lugares, él nos está ayudando. Eso es ser parte del cuerpo de Cristo, que es la Iglesia.

Muchos de ustedes son benefactores: están apoyando esta obra preciosa, este hogar; ustedes lo apoyan y este hogar no sería posible sin la Iglesia Católica. Es la fe, la fe en primer lugar, de estos hermanos, de estos religiosos, de estos misioneros; es la fe de ellos, lo que sostiene esto. Entonces, fíjense, ellos son parte de la Iglesia, están ayudando aquí; ustedes están ayudando a esta obra bella; están siendo parte de la iglesia. Bueno, eso es lo que quiere decir comulgar corporalmente.

Resumen ¿qué es comulgar corporalmente?, es recibir con la buena preparación la Sagrada Eucaristía, y es ser miembros vivos de la iglesia. No podemos ser peso muerto dentro de la iglesia. Tenemos que ser miembros vivos. Entonces usted tiene que saber, usted qué talentos tiene; porque todos tenemos talentos, entonces, con los talentos que usted tiene, con las cualidades que usted tiene, con los bienes que Dios le dé, ¿cómo ayuda usted a la Iglesia? Esa es comunión corporal.

Pero dijimos también que María Santísima acompañó la misión de Jesucristo. -María Santísima acompañó la misión de Jesucristo-. Y nos damos cuenta que en algún momento, en esos recorridos largos que hacía Jesús, ella fue allá donde estaba Él; por eso le dijeron "Tu madre y tus hermanos te están buscando", ellos llamaban hermanos a los parientes cercanos..., así como también nosotros decimos: -Oiga, hermano-, ¿-cómo le va, hermano-? Eran los parientes cercanos de Cristo. -Tu madre y tus hermanos te están buscando- Ahí estaba María cerca de la predicación de Cristo. Pero el lugar donde María se hace más presente, que fue un momento muy difícil, ¿fue dónde?, ¿Dónde fue ese lugar?, -En la cruz-. (Ahí respondieron). ¡Ahí estaba ella!. Entonces María Santísima participó de la misión de Jesucristo, acompañó a Jesucristo.Entonces le voy a dar un ejemplo de cómo acompañar a Jesucristo en este día.

Todos estos jóvenes que además están?, están elegantísimos, todos estos jóvenes. Pues nosotros estamos felices con ustedes que hacen su Primera Comunión, pero resulta que hay ocasiones en que si usted dice que es cristiano, si usted dice que es cristiano católico, se entiende que es lo que significa realmente ser cristiano. Si usted dice que es cristiano, a veces se van a burlar de usted.

Entonces hay veces que uno quiere acompañar a Cristo, pero nada más acompañar, cuando hay buena comidita..., (ustedes se sintieron ese olorcito que se sentía por ahí, un aroma como de almuerzo que se está preparando, si sintieron o fui solo yo; ahora hacen cara de que yo no sé nada de almuerzo, yo no sé si sintieron o no sintieron el olor del almuerzo..., Sí, claro, Claro que se sintió, eso me encanta, hermano, si es sincero), entonces no es solamente ser cristiano, el día en que hay buena comidita, en el que hay buena ropita, en el que hay aplauso..., ¡No, señor!, hay que ser cristiano también, cuando se le van a burlar a usted, porque a veces se le van a burlar; si usted dice que va para Misa?.

-Usted joven, tenga la bondad de ponerse de pie, usted el de la mitad, póngase de pie, dese una vueltecita para que le miren su hermoso traje, dese la vuelta, dese la vuelta-, usted nota ¿qué es lo que él tiene al pecho?, ¿Qué tiene al pecho? -La cruz-, y ahora mírele el bolsillo: ¿Qué tiene ahí en el bolsillo? -El rosario-. (Muchas gracias, joven, puede sentarse).

Entonces, ¿Qué pasa?, Que usted ahora está feliz con su rosario; y aquí todos estamos felices, y usted está feliz con su cruz..., pero llegará un día en el que usted... Si usted lleva un rosario, a veces se le van a burlar. ¡ay este con el rosario!, ¡ay este parece una vieja beata¡ Ja, ja, ja, ja, ja. ¡Ay, mire este, este con el rosario!. Y en ese momento usted puede que tenga la tentación de sentir vergüenza y entonces usted empieza a esconder el rosario, que no se le note la cruz, que no se le note que usted va a Misa, que no se le note que usted cree en Dios, que no se le note que usted ama a la Virgen, porque a usted le puede dar tentación de vergüenza; pero estamos diciendo que recibir a Cristo como María Santísima significa, significa que -yo no me avergüenzo de Cristo-.

San Pablo decía: "No me avergüenzo de la cruz de Jesucristo, que es fuerza de salvación para todo el que crea". Entonces, qué significa que ahora, uno va a comulgar: Quiere decir que queremos comulgar como María. Por eso estamos en este día con la Santísima Virgen y María. Ya dijimos, María comulga corporalmente., eso ya lo explicamos, María comulga en la misión y si es en la misión, ¿qué quiere decir? Que yo tengo que acompañar a Cristo en las ¡buenas! y en las ¡malas!, y las malas, ¿cuáles son? ¿usted qué entiende?, ¿las malas cuáles son? ¿Cuál es ese momento en que es difícil acompañar a Cristo?, cuando..., ¿Qué?, -cuando este triste-, cuando esté triste, mire como él lo descubrió. En ¿qué otro momento es difícil acompañar a Cristo? A ver usted, por ejemplo, ¿en qué momento es difícil a veces acompañar a Cristo?, cuando ¿qué puede pasar? con toda confianza... Ahorita vamos a dar la palabra allá también y usted vaya pensando también; ¿en qué momento es difícil?, porque hoy, hoy es fácil ser discípulo de Cristo; -No ve que están preparando ese almuercito ¡sabroso!- Hoy todo es alegría, esta casa está llena de luz, está llena..., hoy es fácil, pero llegan a veces momentos que no son tan fáciles.

¿Cuál se te ocurre? -Cuando uno está bravo-, a veces uno está bravo y uno tiene ganas de reacomodarle los huesos de la quijada a su adversario? Y en ese momento Cristo dice: ¡No, Señor!, ¡así no es!. Entonces ve: en ese momento ser cristiano no es tan fácil. -Se da cuenta- Usted ya pensó, ¿en qué momento se vuelve difícil ser cristiano? ¿En qué momento se vuelve difícil? Allá había uno que quería decir... ¿cuándo, qué?:, -Cuando perdemos los seres queridos-., Mire eso; Ese momento se parece a lo que dijo aquí el otro joven en la tristeza. Entonces dense cuenta que acompañar a Cristo no es tan fácil. Acompañar a Cristo en la misión a veces es difícil... Por eso que usted ha dicho, porque hay tristezas, porque hay momentos de disgusto, como dijimos antes, porque hay momentos en que a uno lo ridiculizan. Entonces es difícil.

Bueno, entonces vamos a aprender a comulgar. Comulgar es como hizo María. Comulgar es corporalmente, que significa que uno comulga con su cuerpo, con su sangre, que uno comulga porque es miembro vivo de la Iglesia. Comulgar es acompañar a Cristo en su misión, en las buenas y en las malas. Pero también dijimos que comulgar también es unirse a la voluntad de Dios y la voluntad de Dios, resulta que no todas las veces es fácil de entender, y no todas las veces es fácil de seguir.

Por ejemplo, usted va contento por la vida y de repente se hace un examen médico. ¡Uy! Que tengo quién sabe qué enfermedad; Imagínese, Y usted, no tenía ni idea; y eso le puede pasar a cualquiera, le puede pasar a usted, me puede pasar a mí; y usted no sabía que tenía esa enfermedad. Y a veces aceptar la voluntad de Dios con esa condición de enfermo; ya a usted le resulta difícil. O lo que dijo la señora que yo lo aplico más a este caso. Cuando usted, por ejemplo, pierde a un ser querido y usted dice: -yo no entiendo por qué mi Dios se me llevó a tal persona- que puede ser mi hermano, puede ser el esposo, la esposa, incluso un hijo, la mamita. Esos son momentos difíciles y uno no entiende, unas veces uno no entiende... Decía una niña que quedó huérfana, es una niñita que quedó huérfana; ella decía: -yo no entiendo-, y le preguntaban: ¿Qué es lo que no entiende?, -Yo no entiendo por qué las demás niñas sí tienen papá y yo me quedé sin papá-. Era muy difícil para ella entender eso; son cosas que son difíciles. Y en esos momentos, seguir la voluntad de Dios es difícil.

Pero ¿cuál es la frase que nosotros... cuál es la frase que nosotros decimos en el Padre Nuestro?, ¿Cómo es que decimos en el Padre Nuestro?; -Hágase tu voluntad- O sea que Jesús mismo, con esa oración nos está invitando a que..., nos está invitando a que, nosotros vivamos esa voluntad de Dios.

Conclusión Queridos amigos, muy estimados amigos. Conclusión ¿Por qué hacemos la primera comunión en una fiesta de la Virgen? Por qué queremos aprender a recibir a Jesucristo como lo recibió María, -como Ella lo recibió- Y por eso hemos dado estos ejemplos la manera como ella lo recibió en su cuerpo, la manera como ella se unió a su misión y la manera como ella hizo suya la voluntad de Dios.

Publícalo en Facebook! Cuéntalo en Twitter!

Derechos Reservados © 1997-2025

La reproduccion de estos textos y archivos de audio, para uso privado o publico,
está permitida, aunque solamente sin fines de lucro y citando la fuente:
http://fraynelson.com/.

 

Volver a las homilías de hoy.

Página de entrada a FRAYNELSON.COM