Camino de la fe cristiana en el Occidente Medieval

Final del Imperio

1. El cristianismo como religión oficial (Constantino, 313, y Teodosio, 387).
2. Los estertores de Roma: 410, 476
3. Implicaciones de un Imperio Romano de Oriente. Teología bizantina.
4. Resurgimiento del contraste entre Grecia-Federalista y Roma-Centralista
5. Cisma de la Iglesia de Oriente y de Occidente, año 1054

Los pueblos llamados bárbaros

1. Característica semi-nómada; procesos de sedentarización
2. Estructura tribal y liderazgo militar
3. Lógica de las conversiones, de arriba hacia abajo
4. Semilla para las proto-dinastías europeas: caso de Clodoveo y los Merovingios

Surgimiento del Islam

1. Mahoma (+ 632) presenta al Korán como palabra directa y definitiva del Dios único.
2. Surge así un movimiento vigoroso, proselitista, que se extiende primero por el norte de Africa
3. La conquista de Al-Andaluz y la importancia de Córdoba
4. Carlos Martel y la batalla de Poitiers (732)

Gestación del Sacro Imperio Romano-Germánico

1. Condición de desprotección del Obispo de Roma. Ejemplo: León Magno ante Atila
2. Carlomagno (+ 814), nieto de Carlos Martel, conquista para el cristianismo a los sajones.
3. La victoria sobre los lombardos implica también el afianzamiento de los Estados Pontificios
4. Buscando de nuevo protección, el Papa acude a Otón el Grande, a quien se considera primero entre los emperadores.
5. Con Otón surge también el conflicto de poder conocido como Querella de las Investiduras.
6. Vértice de ese enfrentamiento se da entre el Papa Gregorio VII y el Emperador Enrique IV (1077)

Inicios de los procesos de secularización

1. De modo remoto: un Dios creador, distinto de su creación, que adquiere estatuto propio.
2. El valor del individuo, de cada individuo, con su inteligencia y su voluntad.
3. La confrontación del cristianismo con la cosmovisión razonable y universal aristotélica.
4. El renovado interés por el Derecho Civil, el de la civitas.
5. El auge del comercio y la influencia cada vez mayor de la burguesía y de los gremios.
6. El arte al amparo de los Mecenas.
7. El Renacimiento.

Sentimiento nacional

1. El Sacro Imperio no es exactamente un imperio con un único órgano de gobierno.
2. Mientras subsistió, este Imperio tuvo que respetar ampliamente las tradiciones locales y las exigencias de la Iglesia: el feudalismo está montado sobre la figura del juramento de fidelidad.
3. Las tensiones son de tipo económico y religioso, aguzadas por la Reforma Protestante.
4. Las nacientes naciones conservarán el impulso expansivo y el sello cristiano aún por varios siglos.

ESCUCHA, Desafios y oportunidades de la hora presente

[Predicación a un grupo de sacerdotes y religiosas en la sede de la Renovación Carismática Católica en La Paz, Bolivia, en Septiembre de 2012.]

* Los desechos que deja el capitalismo a su paso son indiferencia e individualismo. Los del comunismo son odio profundamente sembrado en la sociedad. En un contexto tan duro, el sacerdote o persona consagrada se enfrenta con unos niveles muy altos de expectativas de las personas y los asaltos duros de la soledad.

* Son necesarias respuestas “ad intra” (en la manera como vivimos) y “ad extra” (en el enfoque pastoral).

* AD INTRA es urgente buscar un crecimiento integral de nuestro ser hacia Dios: que nuestra inteligencia sea pastoreada en los pastos de la Palabra; que nuestra voluntad reciba del Espíritu capacidad de conmoverse por las amenazas a los intereses de Cristo, y tome medidas concretas; que nuestra memoria se refresque con frecuencia en la gratitud hacia lo que Dios ya ha hecho por nosotros.

* AD EXTRA podemos pensar en la historia reciente de la Iglesia en Bolivia como un recinto con cuatro entradas principales: lo social, lo espiritual, lo intelectual y lo apostólico-evangelizador. Es fácil enfatizar demasiado la entrada que a uno le ha servido o a uno le gusta. El desafío y oportunidad es aprender todos a completar nuestra perspectiva amando y complementando lo que dan los otros enfoques. Así crecemos todos en una espiritualidad de comunión y participación.

No juzgues antes de tiempo

Un médico entró en el hospital de prisa después de haber sido llamado… a una cirugía urgente. Él contestó a la llamada lo antes posible, se cambió de ropa y se fue directamente al bloque de la cirugía. Encontró el padre del niño ir y venir en la sala de espera para el médico. Una vez al verlo, el padre gritó: “¿Por qué tomaste todo este tiempo por venir? ¿No sabes que la vida de mi hijo está en peligro? ¿No tienes sentido de la responsabilidad?”

El médico sonrió y dijo: “Lo siento, yo no estaba en el hospital y me vine lo más rápido que pude después de recibir la llamada… Y ahora, me gustaría que se calme para que yo pueda hacer mi trabajo”

“¿Que me calme? ¿Qué pasaría si fuera su hijo el que estuviera en esta habitación ahora mismo? ¿Estarías calmado?” Si su hijo se estuviera muriendo ahora qué harrias? “, Dijo el padre enojado

El médico volvió a sonreír y contestó: “Vamos a hacer todo lo posible, con la gracia de Dios.”

“Dar consejos cuando no estamos en cuestión es tan fácil”, murmuró el padre.

La cirugía se llevó algo más de una angustiosa hora; al final el médico salió feliz: “¡Gracias a Dios! ¡Su hijo se ha salvado!”

Y sin esperar la respuesta del padre el doctor muy apurado mira su reloj y sale corriendo. Mientras se marchaba le dijo “Si tiene alguna pregunta, diríjase a la enfermera.”

“¿Por qué el es tan arrogante? No podía esperar algunos minutos mas para preguntarle sobre el estado de mi hijo?”

La enfermera respondió, con lágrimas en su rostro: “El hijo del doctor murió ayer en un accidente de carretera, y el medico estaba en la funeraria cuando usted le llamó para que realizara la cirugía de su hijo. Ya le salvó la vida a su hijo, déjelo ir. Se fue corriendo para terminar el entierro de su hijo.”

–Nunca juzgues a nadie.

Por que el matrimonio cristiano?

Se reprocha con frecuencia a la Iglesia por su intransigencia en materia de moral sexual y conyugal. En realidad la Iglesia pretende simplemente en este tema, como en tantos otros, ser eco fiel de la enseñanza de Cristo.

Basta abrir el Evangelio para encontrar la afirmación de Cristo sobre la indisolubilidad del matrimonio, el elogio del celibato voluntario y la denuncia de los pensamientos impuros que ensucian el corazón del hombre.

Los contemporáneos de Jesús lo entendían así cuando le decían: «si tal es la condición del hombre, más vale no casarse» (Mt 19,10).

Y por su parte Cristo, en vez de negociar sus exigencias en materia de castidad, concluía: «El que pueda entender que entienda» (Mt 19,12).

Remito sobre este asunto a los pasajes siguientes del Nuevo Testamento: Mc 10,1-12; Mt 19,1-12; 1Co 7, 3-7. 10-11; Ef 5,25-32.

–¿Qué significa que el matrimonio sea un Sacramento?

La concepción cristiana del amor humano resulta un enigma si no lo relacionamos con su orígen, el amor de Cristo por su Iglesia, que a su vez revela el del misterio de amor del Dios viviente, Padre, Hijo y Espíritu Santo.

En Dios uno y trino, cada una de las personas tiene su identidad en su relación de amor con las otras dos. Del mismo modo, la creación y aún más la redención son la exteriorización gratuita de la misma existencia divina; algo así como el fulgor del sol que permite hacernos una idea de su íntima energía. Así es como el amor entre hombre y mujer, en el marco del matrimonio cristiano, constituye en el medio humano una epifanía del Amor que define a Dios mismo.

Eso sí, esta entrega de amor entre los esposos ha de ser libre, exclusiva, definitiva y fecunda si quiere ser reflejo de la perfección del mismo Amor divino.

Entonces, ese amar y ser amado son los dos componentes necesarios y suficientes de la verdadera felicidad que Dios se compromete a garantizar por el don de sí mismo a los esposos. Éste es el sacramento del matrimonio.

–Justificación de la moral cristiana sobre el amor humano.

Así las cosas, parece fuera de lugar hablar de matrimonio a prueba, como tampoco hablamos de creación o redención a prueba.

La unión de los cuerpos corona la unión de los corazones, y no puede ser disociada del sacramento por el que Cristo confía los esposos el uno al otro y en Él mismo se da amorosamente a la pareja.

Esta unión, por otra parte, no puede disociarse de su finalidad de traer hijos al mundo, respetando las leyes y ritmos de la naturaleza. En este marco se inscribe el placer unido a ese acto meritorio, por el que se hace legítimo.

Decía Aristóteles que Dios concedió el placer a la virtud, como la lozanía a la juventud.

Y no hay en esto nada excepcional: lo mismo sucede con el placer de comer y beber, que acompaña naturalmente el deber de preservar la salud y la integridad de nuestro cuerpo.

Lo mismo que nuestra conciencia rechaza la práctica de aquellas orgías romanas, en las que se acudía de vez en cuando al vomitorium para poder seguir comiendo, también se puede objetar la legitimidad de un placer que se pretende con un acto que ha sido voluntariamente desconectado de su fin.

–¡Estamos pidiendo un esfuerzo sobrehumano!

La fuerza de la pasión, ciertamente, es a veces tan intensa que resulta heroico resistirla.

Claudel, que conoció esta lucha, dejó escrito: «la juventud no está hecha para el placer, sino para el heroísmo».

La moral de Cristo nos llama constantemente a ir más allá de nuestra debilidad, invocando la ayuda de Dios. «Sed perfectos, decía Jesús, como vuestro Padre celestial es perfecto» (Mt 5,48).

El hombre es un aprendiz. Nadie nace enseñado. No habrá, pues, que reprocharle por su inexperiencia y sus errores, pero esto siempre que reconozca sus flaquezas y que entre humildemente en la escuela de su Maestro.

Es en la oración y en el sacramento de la penitencia donde el hombre encuentra la ayuda necesaria para realizar el plan de Dios sobre él.

Y es entonces cuando las realidades carnales se transforman en un trampolín hacia la santidad:

«Entrégenme un joven, decía San Juan Bosco, y yo haré de él un santo».

• «Que el hombre no separe lo que Dios ha unido» (Mt 19,6)

Yves Moreau es el autor de Razones para Creer. Texto disponible por concesión de Gratis Date.

El Parto de la Santísima Virgen

Amado padre:

Cuando salió la película que se llama María, hecha por hermanos separados, recuerdo que un sacerdote criticó que al momento del parto, presentaban a la Santísima Virgen contorsionándose por los dolores del parto, siendo que su parto fue virginal.

Después he visto que muchos católicos hablan de dolores de parto en la Virgen. Entonces le pregunté a nuestro sacerdote parroquial y el me contestó algo así como que ella participo con esos dolores en la redención.

La verdad que he quedado confundido, para mi, así como la Virgen de manera extraordinaria concibió sin concurso de varón, de la misma manera fue su parto, que creo que alguno de los Doctores de la Iglesia explicaba que fue como la luz cuando atraviesa un cristal, sin mancharlo ni romperlo, y por lo tanto, sin dolor.

Le agradeceré que nos ilumine al respecto.

Fraternalmente

José S.

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Sobre los escrupulos

Rechaza esos escrúpulos que te quitan la paz. -No es de Dios lo que roba la paz del alma. Cuando Dios te visite sentirás la verdad de aquellos saludos: la paz os doy…, la paz os dejo…, la paz sea con vosotros…, y esto, en medio de la tribulación.

Tristeza, apabullamiento. No me extraña: es la nube de polvo que levantó tu caída. Pero, ¡basta!: ¿acaso el viento de la gracia no llevó lejos esa nube? Después, tu tristeza -si no la rechazas- bien podría ser la envoltura de tu soberbia. -¿Es que te creías perfecto e impecable?

No pienses más en tu caída. -Ese pensamiento, además de losa que te cubre y abruma, será fácilmente ocasión de próximas tentaciones. -Cristo te perdonó: olvídate del hombre viejo.

No te desalientes. -Te he visto luchar…: tu derrota de hoy es entrenamiento para la victoria definitiva.

Más pensamientos de San Josemaría.