Corazón para Cristo

“Et regni ejus non erit finis”. -¡Su Reino no tendrá fin! ¿No te da alegría trabajar por un reinado así?

Es demasiada simplicidad la tuya cuando juzgas el valor de las empresas de apostolado por lo que de ellas se ve. -Con ese criterio habrías de preferir un quintal de carbón a un puñado de diamantes.

Ahora, que te entregaste, pídele una vida nueva, un “resello”: para dar firmeza a la autenticidad de tu misión de hombre de Dios.

Más pensamientos de San Josemaría.

Por qué el lobby LGBT odia a Richard Cohen

“El autor de Hijos gay, padres heterosexuales (novedad de LibrosLibres objeto de la campaña difamatoria del lobby LGTB), contó con detalle durante el programa aspectos íntimos de su antigua vida como homosexual, y su origen en los conflictos con su padre y hermano y en los abusos sexuales que padeció por parte de uno de sus tíos. Hoy está casado y tiene tres hijos que le apoyan en su tarea…”

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Es importante reconocer el bien en público

Por encargo de mi comunidad, la Provincia de la Orden Dominicana en Colombia, he tenido que recorrer distintos conventos nuestros en Roma, Bari, París y Friburgo de Alemania. He recibido también la bondadosa acogida de las Hermanas Dominicas, en su casa provincial de Madrid.

El bien hay que decirlo en público: GRACIAS a tantos hermanos y hermanas, por su bondad, por su fraternidad, por su generosidad. Más allá de las distintas lenguas (español, italiano, francés y alemán), es claro que nos unen otros lenguajes: el de la fe, el de ser una misma Orden, el de pertenecer al único Cuerpo de Cristo, el de haber bebido de una misma caridad.

Sí: el bien hay que decirlo en público porque los programas de noticias nos aturden con avalanchas de noticias duras y malas, que no por ser verdad son la única verdad. Atención: también es verdad que existen la fe, la esperanza, el amor, y lo que de ellos brota: fraternidad, apoyo, apertura, generosidad.

Van llegando a su final estos días, con un balance altamente positivo y para mí quedan no solo buenos recuerdos sino un gran compromiso: ser parte de ese mismo lenguaje: darle manos y pies al amor, para que llegue a otros, y a otros bendigo como me ha bendecido a mí. ¡Gracias, dominicos y dominicas de Europa!

¿Moral de actos o de actitudes?

“Los modernistas que defienden la moral de actitudes frente a la de los actos afirman que de ese modo se acaba con el rigorismo y la casuística. Pero omiten reconocer que al no reconocer cada acto pecaminoso en su maldad, la conciencia inicia una peligrosa dinámica de auto-justificación…”

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