Vale La Pena

Vale la pena… cada espina, cada rosa… cada lágrima que riega lo que florecerá en sonrisa… porque la Vida es maravillosa por ella misma… no importan las penas no importa el desamor… porque pasa… todo pasa y el sol vuelve a brillar…

Hay momentos que sentimos que todo esta mal, que nuestras vidas se hunden en un abismo tan profundo, que no se alcanza a ver ni un pequeño resquicio por el que pase la luz.

En esos momentos debemos tomar todo nuestro amor, nuestro coraje, nuestros sentimientos, nuestra fuerza y luchar por salir adelante.

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Vuelo Del Alma

Cuando el camino se hace cuesta arriba, NO LO DEJES.

Cuando las cosas andan mal – como a veces sucede – NO ABANDONES.

Cuando no consigas resultados, y se sumen los problemas, NO TE RINDAS.

Cuando quieras sonreír y sólo puedas suspirar NO TE CAIGAS.

Cuando la suerte, te sea adversa, y no encuentres fuerzas para seguir NO RENUNCIES.

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Decálogo Para Saber Envejecer

1. Cuidarás tu presentación día a día. Arréglate como si fueras a una fiesta. ¡Qué más fiesta que la vida! El peinado, La ropa, todo atractivo, oliendo a limpio y a buen gusto. EL buen gusto es gratuito, no cuesta nada. Que al verte se alegren tu espejo y los ojos de Los demás.

2. No te encerrarás en tu casa ni en tu habitación. Nada de jugar al enclaustrado o al preso voluntario. Saldrás a la calle y al campo de paseo. EL agua estancada se pudre y la máquina inmóvil se enmohece.

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Regalos Que No Cuestan

El regalo de Escuchar: Pero realmente escuchar, sin interrumpir, bostezar, o criticar. Solo escuchar.

El regalo del Cariño. Ser generoso con besos, abrazos, palmadas en la espalda y apretones de manos; éstas pequeñas acciones demuestran el cariño por tu familia y amigos.

El regalo de la sonrisa. Llena tu vida de imágenes con sonrisas, dibujos, caricaturas y tu regalo dirá: “me gusta reír contigo”.

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¡Se parecen tanto!

Diversos estudios han demostrado que el cerebro de las personas radicalmente optimistas y el de las personas absolutamente pesimistas trabajan de modo muy similar. Ciertamente hay diferencias bioquímicas notables, por ejemplo en las dopaminas, pero ello no parece deberse a la manera como el cerebro trabaja sino que es un fruto de su propio modo de obrar.

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