ESCUCHA, ¿Qué es ser una persona espiritual?

[Predicación para la Asamblea de la Renovación Carismática en el Santuario del Sagrado Corazón, en Washington. Agosto de 2014.]

1. ¿QUÉ HACE EL ESPÍRITU EN NOSOTROS?

* Ante todo, nos hace participar de la vida divina; nos concede vivir como verdaderos hijos suyos, coherederos de Cristo, en comunión con el deseo y el plan de Dios.

* El Espíritu completa, en cierto sentido, la obra que se inició con la promulgación de la Ley a través del ministerio de Moisés. La Ley ilumina nuestra conciencia sin violentar nuestra libertad, que ha sido querida por Dios al crearnos. La Nueva Ley, que es el Espíritu, completa esa obra, dándonos, con la abundancia de su amor, el poder querer desde dentro y genuinamente lo mismo que Dios quiere.

2. ALGUNOS MITOS SOBRE QUÉ ES SER ESPIRITUAL

* Es falso que ser espiritual consista en despreciar la materia, el cuerpo o el sexo, como si forzosamente constituyeran un mal o una fuente de maldad. La sexualidad humana, lo mismo que nuestra condición material y corporal, son algo querido por Dios; por un Dios bueno que se alegra de ver el bien que ha creado, según enseña el Génesis. Lo que pueda estar mal esel uso que nosotros hagamos de los dones de Dios, sean más o menos corporales.

* Es falso que la espiritualidad esté reservada a unos pocos en la Iglesia. Según san Pablo, los hijos de Dios están guiados por el Espíritu Santo de Dios.

* Por la misma razón, es falso que la Renovación Carismática tenga algo así como el “monopolio” del Espíritu Santo. Lo que tiene la Renovación es un llamado y una responsabilidad: dar testimonio alegre y convencido del Don del Espíritu.

3. ¿CÓMO CRECEMOS EN LA ESPIRITUALIDAD?

Cinco recomendaciones:

* Fidelidad en la oración litúrgica y en nuestras asambleas y grupos.

* Agendar la oración personal.

* Formarse en la fe.

* Dar testimonio y evangelizar porque la fe crece dándola.

* Recordar siempre y volver con gratitud a la fuente y el amor primero.

Felices de ser pequeños ante Dios

No estás solo. -Lleva con alegría la tribulación. -No sientes en tu mano, pobre niño, la mano de tu Madre: es verdad. -Pero… ¿has visto a las madres de la tierra, con los brazos extendidos, seguir a sus pequeños, cuando se aventuran, temblorosos, a dar sin ayuda de nadie los primeros pasos? -No estás solo: María está junto a ti.

Jesús: nunca te pagaré, aunque muriera de Amor, la gracia que has derrochado para hacerme pequeño.

Más pensamientos de San Josemaría.

Aprender a envejecer

Padre Nelson: Hace algunos meses empecé a leerlo y le doy gracias a Dios por el bien que puede hacer a mucha gente. Por eso, porque veo que puede llegar a muchas personas, un día se me ocurrió escribirle y contarle qué respuesta he encontrado yo a una pregunta que casi todo el mundo evita. Si yo me pongo a escribir y publicar por mi cuenta seguramente no habrá muchos que me lean; pero si logro su atención y usted publica lo mío, habré conseguido mi objetivo a través de usted. Bueno, espero que no se sienta demasiado “utilizado” con esto que le digo. Es solamente que así tanto usted como yo podemos colaborar en un bien mayor. Además, a usted le llegan muchas preguntas; esta vez no estará mal que le llegue una respuesta.

Mi pregunta es sencilla de enunciar: ¿Qué hay que tener en cuenta para aprender a envejecer?

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Que no se te pierda la oración…

  • Sin oración, nunca tendremos mejores sacerdotes.
  • Sin oración, es muy difícil tocar el corazón humano, y es imposible hacerle un bien permanente.
  • Sin oración, la paz será sólo frágil negociación: puro pacto de intereses.
  • Sin oración, la Biblia es un libro sellado, aunque lo abras mil veces.
  • Sin oración, la fe es imaginación; la esperanza es ilusión ingenua; y el amor, durísimo engaño.
  • Sin oración, los sacramentos son ritos vacíos.
  • Sin oración, la Iglesia queda reducida a una ONG.
  • Sin oración, el silencio es vacío y la palabra es estéril.
  • Sin oración, Jesucristo es un prisionero del pasado.
  • Sin oración, ni siquiera conocerás lo que te estás perdiendo por no orar.

[Publicado primero en mi cuenta de Twitter]

Una reflexión sobre las cadenas en Internet

Querido padre Nelson: Me tomo el atrevimiento de hacer esta nota porque lamentablemente llegan a nuestros correos esas famosas cadenas, que a veces empiezan muy lindas pero al final tiene la advertencia que si no se le envia a X cantidad de personas le va a pasar un monton de desgracias… — Ma. Mercedes.

EL PELIGRO DE LAS CADENAS.

Queridos(as) hermanos en Jesucristo:

Hace años algunas personas dejaban en las bancas de las Iglesias, debajo de las puertas de las casas, oraciones que “debían” ser difundidas entre un número determinado de personas como “condición” para que se cumplieran los deseos y bajo la amenaza de males terribles para quienes rompieran las cadenas.

A veces llegaban por correo o eran entregadas, personalmente, por incautos temerosos. Así se difundieron supuestas devociones desde oraciones tradicionales, oraciones transformadas y hasta recetas de cocina (recuerden el lamentable caso del “pan del Padre Pío”, por ejemplo).

Hoy es Internet, y específicamente los correos electrónicos, el medio más utilizado por quienes comienzan y continúan estas cadenas de las que debemos cuidarnos pues deforman la devoción y pueden convertirse en elementos de superstición.

Sabemos que la Oración es el diálogo confiado en el Señor. Él mismo, a través de la historia, ha enseñado diversas Oraciones y Devociones que se han transmitido y difundido tras la aprobación eclesiástica de las mismas. Las Oraciones de Santa Brígida (hay algunas que no están aprobadas, dicho sea de paso), las Oraciones al Sagrado Corazón (entregadas por Nuestro Señor a Santa Margarita María de Alacoque) y

de la Divina Misericordia (reveladas a Santa Faustina Kowalska), las Oraciones a la Sangre de Cristo (dictadas por Jesús a la Hermana en proceso de canonización Martha Chambon), son algunos ejemplos pero jamás incluyen penalizaciones ni mucho menos la idea de “automática respuesta” que estas cadenas si incuyen.

Cuando hacemos caso de las cadenas estamos perdiendo el caracter real de la oración y comenzamos a acercarnos a Dios como al “genio de la lámpara”: si frotas tres veces sale el genio y te concede tre deseos… Lamentablemente es una falta de respeto a Nuestro Señor que desea, ante todo, establecer una relación filial verdaderamente íntima y personal.

Seamos devotos pero pidamos al Espíritu Santo el don de la Piedad, del amor, del discernimiento, etc.

Recordemos que Dios no está obligado a “cumplir nuestros deseos” y que su Paternidad lo lleva a amarnos sin medida, al punto de iluminar nuestra existencia allí, en medio del sufrimiento, para que, consciente, voluntaria y libremente, nos asemejemos a Él en todo.

Él nos escucha, Él nos guía, nos proteje y atiende a nuestras súplicas excediendo nuestro alcance limitado y dándonos mucho más de lo que imaginamos.

Eduquemos a los demás, también, en este aspecto, y no difundamos, creamos o promovamos estas cadenas pues empañan la fuerza de la Oración convirtiéndola en simple elemento supersticioso y utilitarista.Tenemos a la gran intercesora, nuestra Madre la Virgen María, ella como nuestra Madre, también conoce nuestras necesidades y se las presenta a su Hijo Amado, Así como en las bodas de Caná, le diga: “Hijo se les acabó el vino”. Él sabe el momento justo en el que nos puede conceder lo que le estamos pidiendo.

Estas cadenas nos alejan del Dios verdadero fuente de la vida, y de la misericordia, a quien no necesitamos chantajear ya que El conoce nuestras necesidades y nos concede siempre lo que es bueno para cada uno, al final diremos “fue lo mejor”, la voluntad del Señor siempre resulta ser lo mejor para nosotros.

No juzgues antes de tiempo

Un médico entró en el hospital de prisa después de haber sido llamado… a una cirugía urgente. Él contestó a la llamada lo antes posible, se cambió de ropa y se fue directamente al bloque de la cirugía. Encontró el padre del niño ir y venir en la sala de espera para el médico. Una vez al verlo, el padre gritó: “¿Por qué tomaste todo este tiempo por venir? ¿No sabes que la vida de mi hijo está en peligro? ¿No tienes sentido de la responsabilidad?”

El médico sonrió y dijo: “Lo siento, yo no estaba en el hospital y me vine lo más rápido que pude después de recibir la llamada… Y ahora, me gustaría que se calme para que yo pueda hacer mi trabajo”

“¿Que me calme? ¿Qué pasaría si fuera su hijo el que estuviera en esta habitación ahora mismo? ¿Estarías calmado?” Si su hijo se estuviera muriendo ahora qué harrias? “, Dijo el padre enojado

El médico volvió a sonreír y contestó: “Vamos a hacer todo lo posible, con la gracia de Dios.”

“Dar consejos cuando no estamos en cuestión es tan fácil”, murmuró el padre.

La cirugía se llevó algo más de una angustiosa hora; al final el médico salió feliz: “¡Gracias a Dios! ¡Su hijo se ha salvado!”

Y sin esperar la respuesta del padre el doctor muy apurado mira su reloj y sale corriendo. Mientras se marchaba le dijo “Si tiene alguna pregunta, diríjase a la enfermera.”

“¿Por qué el es tan arrogante? No podía esperar algunos minutos mas para preguntarle sobre el estado de mi hijo?”

La enfermera respondió, con lágrimas en su rostro: “El hijo del doctor murió ayer en un accidente de carretera, y el medico estaba en la funeraria cuando usted le llamó para que realizara la cirugía de su hijo. Ya le salvó la vida a su hijo, déjelo ir. Se fue corriendo para terminar el entierro de su hijo.”

–Nunca juzgues a nadie.

Orden. Un poco de orden.

¿Por qué te duelen esas equivocadas suposiciones que de ti comentan? -Persevera en el bien, y encógete de hombros.

¿No crees que la igualdad, tal como la entienden, es sinónimo de injusticia?

¿Por qué, al juzgar a los demás, pones en tu crítica el amargor de tus propios fracasos?

Frecuenta el trato del Espíritu Santo -el Gran Desconocido- que es quien te ha de santificar. No olvides que eres templo de Dios. -El Paráclito está en el centro de tu alma: óyele y atiende dócilmente sus inspiraciones.

No estorbes la obra del Paráclito: únete a Cristo, para purificarte, y siente, con El, los insultos, y los salivazos, y los bofetones…, y las espinas, y el peso de la cruz…, y los hierros rompiendo tu carne, y las ansias de una muerte en desamparo… Y métete en el costado abierto de Nuestro Señor Jesús hasta hallar cobijo seguro en su llagado Corazón.

¡Qué poca finura de espíritu -y qué falta de respeto- supone dedicar bromas y vayas al Sacerdote -quien sea- bajo ningún pretexto!

Amar a Dios y no venerar al Sacerdote… no es posible.

Si no tienes un plan de vida, nunca tendrás orden.

Cuando tengas orden se multiplicará tu tiempo, y, por tanto, podrás dar más gloria a Dios, trabajando más en su servicio.

Hacia la union con Dios

union con Dios
Pablo Francisco Maurino es un científico católico que ha dedicado muchos años al estudio de la espiritualidad cristiana. Producto de esas investigaciones son ya muchos sus artículos sobre doctrina de la Iglesia, ascética y mística, publicados en revistas y periódicos. Click!

Ejercicios sobre el perdon, 54

PERDONAR A LOS OTROS:
(Mt 5,21-24; 18, 21-35)

Entremos ahora a reflexionar sobre el tercer nivel del perdón, el perdón a los demás, teniendo siempre presente que si no existiese el perdón, las relaciones humanas serían imposibles. A lo largo de nuestra vida, muchas personas nos maltratan y nos hieren. El Señor, que nos ama, quiere que perdonemos a esas personas, para que podamos vivir en paz y alegría. Tenemos que ser conscientes, además, de que con nuestra falta de perdón a los demás, estamos debilitando las relaciones con nuestro Padre Dios. En cambio, al perdonar a los hermanos, nos abrimos a la gracia de Dios, que nos perdona generosamente.

Sorprende que algunas personas, animadas por la venganza y la desconfianza, puedan amedrentar, torturar y matar a otros. También impacta que existan tantas personas que, a pesar de tragedias personales o familiares que han vivido, encuentran en su corazón una capacidad de perdón que, sin duda, los convierte en dignos de admiración.

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Ejercicios sobre el perdon, 45

CÓMO ORAR POR SANACIÓN DE LOS RECUERDOS: Vamos a detenernos en un tema, iniciando una reflexión, que nos puede ayudar mucho y que cada uno podemos completar más adelante con nuestra experiencia de orantes. Todos necesitamos sanar nuestros recuerdos. Ese mundo de vivencias que hemos ido acumulando, algunas de las cuales pueden estar haciéndonos daño con su recuerdo, necesitamos compartirlas con algún hermano, con Jesús como hicieron los discípulos de Emaús. Cuenta la Palabra, que los dos regresaban a su pasado “conversando entre sí sobre todo lo que había pasado” (Lc 24,14).

Los dos de Emaús: Dos discípulos de Jesús, tristes, abatidos, desorientados, se alejaban de Jerusalén, de su comunidad, sin ilusión y sin esperanza. Su Maestro había muerto, crucificado días antes. Para ellos, Jesús y su seguimiento era una causa perdida. Decepcionados regresan a su pueblo. Durante el camino de regreso hacia Emaús, su pueblo, Jesús resucitado se hizo el encontradizo con ellos y les preguntó: “¿de qué discuten entre ustedes mientras van caminando tan tristes?” (v. 17).

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Ejercicios sobre el perdón, 35

Fundamentos Bíblicos del Perdón:
(Jer 31,31-34; Is 55,6-9; Ex 34,6-7; Mt 6, 27-38; Lc 15,1-32)

Les invito a que veamos qué nos dice la Biblia sobre este tema fundamental del perdón. La Escritura, dijimos, es la cátedra desde la que el Señor nos enseña la ciencia del amor, de la misericordia y del perdón. El aprendizaje de esta ciencia dura toda la vida, pues en cualquier momento nos acecha la garra del odio, de la desesperación. En la tradición bíblica el perdón es una de las manifestaciones del amor de Dios, que se revela como misericordioso. Porque Él es amor es perdón y misericordia. De todos modos el pueblo elegido conoció el perdón porque lo recibió a manos llenas de su Dios y Señor, que le amaba hasta morir.

Para el pueblo de la alianza, el perdón de Dios es misericordia y esta es fruto de una experiencia amplia y riquísima. El pueblo sabe lo que es la misericordia porque la ha recibido del Señor. Siempre que fueron infieles pidieron la misericordia de Dios y siempre el Señor se apiadó de ellos. A medida que el pueblo fue haciendo su camino hacia Dios fue tomando conciencia de que El es un ser vivo, y su amor es misericordioso, gratuito y grande sobre manera. Al tratar de entender el perdón se llega hasta la misericordia, que tiene en la Biblia un contenido riquísimo, que Juan Pablo II expone en su carta encíclica “Dives in misericordia”, n. 4.

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Ejercicios sobre el perdón: Práctica No. 7

Cierra los ojos. Respira despacio, profundamente. Inspira. Expira (varias veces).Toma conciencia de tu estado interior.

Visualiza a Jesús junto a ti. Oye su voz suave y amiga que te dice: “Estoy contigo. He venido para ayudarte y compartir todo contigo. Quiero darte mi visión de la vida, mi paz, mi libertad. Entrégame tus preocupaciones. Deja que pase tu estado de ánimo, tu irritación; yo te ayudaré a perdonar, y a empezar de nuevo. Confía en mí. Nada se ha perdido, pues yo lo cambio todo en gracia”.

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