Para superar la adicción a la pornografía

“En la psiquiatría, como explica el doctor Carlos Chiclana, las explicaciones varían: unos dicen que tiene que ver con los impulsos; otros sostienen que se debe a la actitud compulsiva, como un modo de calmar la angustia; pero cada vez más se está usando la palabra adicción, pues los hábitos de consumo de pornografía son similares a los que se ven con las drogas. Es decir, la pornografía no solo es algo que atrae, sino que también tiene el poder de hacernos adictos o dependientes de ella…”

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La Ley Natural: ¿qué es y por qué es tan importante?

“Se define Ley Natural como aquel conjunto de normas morales comunes a todos los hombres que pueden ser descubiertas por la mera razón natural,y también porque sus preceptos se derivan de la propia naturaleza humana. Al derecho emanado de dicha ley se le llama Derecho Natural, y se conoce como iusnaturalismo a la corriente jurisprudencial que la considera superior a las otras dos fuentes del derecho: la ley consuetudinaria o costumbre, y la ley positiva, o emanada de las disposiciones del legislador legítimo…”

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Matar trasplantando

“Con la normalización de la eutanasia para un número creciente de supuestos, se abre la posibilidad de una eutanasia específica para donación de órganos, incrementado brutalmente la presión sobre algunos pacientes…”

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Estudio sobre un caso de histerectomía moralmente aceptable

“La Santa Sede considera lícita la histerectomía (extirpación del útero) cuando éste «se halla de forma irreversible en un estado tal que ya no puede ser idóneo para la procreación, y médicos expertos han alcanzado la certeza de que un posible embarazo conducirá a un aborto espontáneo, antes de que el feto pueda alcanzar el estado de viabilidad»…”

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¿Cuáles son los frutos de la revolución sexual de los 70s?

“Deborah Savage es profesora de Filosofía y Teología en el St. Paul Seminary School of Divinity de la University of St. Thomas en St. Paul (Minnesota), y profesora asociada en el Veritas Center for Ethics in Public Life en la Franciscan University de Steubenville (Ohio). En un reciente artículo en First Things relató su experiencia personal en los inicios de la revolución sexual, que vivió en su epicentro, las universidades californianas, y las consecuencias palpables medio siglo después. Lo reproducimos a continuación como una reflexión sumamente interesante sobre el impacto del llamado “sexo libre” en la psicología masculina y femenina y en sus relaciones mutuas…”

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Mitos sobre pornografía y matrimonio

Pornografía y matrimonio: ocho mitos (Dr. Peter Kleponis, Those Catholic Men)

Al hablar sobre el consumo de pornografía y el matrimonio, existen varios mitos que deben ser disipados. Hacerlo puede mejorar la capacidad de una pareja para sanar y restaurar su vida personal y su matrimonio. He aquí ocho mitos habituales que he encontrado en las parejas con las que he trabajado a lo largo de los años.

Mito 1. Ver pornografía es más excitante y satisfactorio que el sexo conyugal natural.

Uno de los principales mitos que la industria de la pornografía intenta que la gente crea es que el mundo de fantasía de la pornografía es mejor que el sexo real. Esto ha conducido a muchas personas a no querer casarse. Creen que la felicidad y la plenitud verdaderas solo vendrán de tener miles de experiencias sexuales con numerosas parejas sexuales. La realidad es que el sexo en la pornografía nunca satisface verdaderamente. Si lo hiciera, los consumidores de pornografía no necesitarían buscar constantemente en internet más experiencias sexuales excitantes. Suelo comparar el sexo con el fuego. Ver pornografía es como encender una cerilla. Se inflama con brillantez y es atractiva, pero se apaga con la misma rapidez. Nunca nos deja satisfechos. El sexo en una relación conyugal saludable es como hacer un fuego lento que va creciendo con el tiempo. Puede no resultar atractivo todas las veces, pero siempre satisface y llena. Es la amorosa relación íntima que acompaña al sexo conyugal lo que lo hace satisfactorio. El sacramento del matrimonio también añade la gracia al sexo conyugal, lo que lo hace aún más satisfactorio.

Mito 2. La gente acude a la pornografía porque “el sexo es una necesidad”.

Una de las formas con la que la gente intenta justificar su consumo de pornografía es alegar que necesitan sexo. Lo cierto es que el sexo es un apetito, no una necesidad. El alimento y el agua, por ejemplo, son necesidades. Si no los tienes, mueres. Si no puedes tener sexo, puede ser una cruz difícil de llevar, pero eso no te matará. Como apetito que es, el sexo debe experimentarse en su contexto apropiado. El suyo es dentro de una relación conyugal sólida. No conseguir tenerlo siempre que quieras lo hace realmente más especial y satisfactorio.

Mito 3. Si una persona consume pornografía, es culpa de su cónyuge.

A pesar de lo que pueda estar sucediendo en un matrimonio, el consumo de pornografía de una persona NUNCA es culpa de su cónyuge. Hay quien alega que acude a la pornografía porque se sienten solos en su matrimonio, porque se han enfadado con su esposo o esposa, porque no tienen suficiente sexo, porque no se sienten respetados o apreciados por su cónyuge…

Todas estas excusas, explícita o implícitamente, culpan al cónyuge del consumo de pornografía. Son escapatorias débiles. El hecho es que cada uno de nosotros es responsable de sus actos. Si una persona ve pornografía, es su decisión y su única responsabilidad. Ningún otro puede ser culpado.

Mito 4. La adicción a la pornografía es solo cosa de hombres.

Aunque la mayoría de los adictos a la pornografía suelen ser hombres, es cada vez más también un asunto de mujeres. En torno a una tercera parte de quienes visitan páginas pornográficas son mujeres. Un 70% de las mujeres guardan en secreto su ciberactividad. Suele ser difícil identificar la adicción a la pornografía en mujeres. Esto se debe a que a ellas les atrae una más amplia variedad de medios pornográficos que los hombres. Mientras que a los hombres les atrae sobre todo la pornografía visual (imágenes y vídeos), a las mujeres les atraen también los chat, los blogs, las historias eróticas, las novelas románticas y las redes sociales de contenido pornográfico. Otra razón por la que resulta difícil identificar esta adicción en mujeres es la gran vergüenza que les supone. Temen que otros descubran su adicción y sean etiquetadas como putas y marginadas. Por eso muchas mujeres adictas a la pornografía nunca vienen a pedir ayuda. Sufren en silencio.

Mito 5. La adicción a la pornografía no es más que un pecado de egoísmo.

Cuando alguien queda devastado por tener un cónyuge adicto a la pornografía, es fácil ver eso como nada más que un pecado de egoísmo o un fracaso moral. Sin embargo, como en el alcoholismo, debemos ver la adicción a la pornografía como una enfermedad. En ese sentido, debe ser tratada como una enfermedad. Es más, es una enfermedad que afecta a toda la familia. Muchos expertos se refieren a la pornografía incluso como una enfermedad familiar. Es importante para los adictos y sus cónyuges que busquen inmediatamente ayuda profesional. Cuanto antes comiencen juntos el programa de recuperación, mayor será su éxito en sanar y restaurar su matrimonio. Considerándolo como una enfermedad, es más fácil que desaparezca la vergüenza y buscar la ayuda necesaria para la recuperación.

Mito 6. Una persona adicta consume pornografía porque quiere más sexo.

Es fácil creer que cuando alguien ve pornografía compulsivamente simplemente es porque quiere más sexo. La realidad, sin embargo, es que la pornografía no tiene realmente nada que ver con el sexo. Es simplemente una droga que se usa para sobrellevar con sentimientos o situaciones difíciles. Así como una persona puede acudir al alcohol como vía de escape, se puede acudir a la pornografía como una huida. He aquí un punto donde vale eso de que “el problema nunca es el problema”. El consumo de pornografía es solamente el síntoma. El problema real (o los problemas reales) pueden ser la soledad, el estrés, la ira, el miedo, el aburrimiento, la vergüenza, el abuso o la necesidad de intimidad.

Mito 7. Una persona consume pornografía porque su cónyuge ya no le resulta atractivo o sexualmente deseable.

Ésta es una creencia común entre los cónyuges, especialmente entre las esposas. Como las estrellas del porno son jóvenes y atractivas, el esposo o esposa puede creer que el cónyuge adicto ve pornografía porque está cansado de él o ella y ya no lo encuentra atractivo. Puede pensar también que el adicto quiere sustituirlo por una persona más joven. Raras veces es así. El consumo de pornografía del adicto rara vez tiene que ver con el atractivo de su cónyuge o con el deseo de reemplazarlo. Como hemos afirmado antes, la pornografía es simplemente una droga que se usa para lidiar con sentimientos o situaciones difíciles. Tiene poco que ver con el esposo o esposa.

Mito 8. Si él o ella dejara de consumir pornografía, nuestra vida volvería a lo que solía ser.

Muchos esposos o esposas entienden la recuperación como simplemente dejar la pornografía y volver a donde estaban sus vidas antes de que se descubriese el problema. Sin embargo, lo más frecuente es que el consumo de pornografía sea anterior al matrimonio.

El consumo de pornografía suele empezar en la infancia o adolescencia. En todo matrimonio, ambos esposos tienen que ser tipos sanos para tener una relación sana. Si uno de ellos o los dos se casan no siendo sanos, no pueden tener un matrimonio sano. Así, si el que consume pornografía era adicto antes de comenzar la relación, nunca fue alguien sano con quien empezar. Tener un matrimonio sano no significa volver a cómo solían ser las cosas. Significa forjar una nueva y saludable relación conyugal. Aunque esto puede resultar laborioso, ¡también puede ser excitante que la pareja trabaje al unísono para crear el matrimonio que siempre quisieron ser!

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Publicado primero en Religión en Libertad.

50 años de ‘Humanae Vitae’

“En el marco del 50º aniversario de la Encíclica Humanae vitae, escrita por el Papa beato Pablo VI –al que Francisco canonizará el próximo 14 de octubre– se ha publicado el libro Regulación de la fertilidad humana. A la luz de la Carta Encíclica Humanae vitae, coordinado por Justo Aznar, Director del Instituto Ciencias de la Vida de la Universidad Católica de Valencia (UCV) y prologado por el Cardenal Antonio Cañizares, Arzobispo de Valencia…”

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El poder profético de la “Humanae vitae”

“Resulta especialmente pertinente centrarse en “la realidad” hoy, cuando conmemoramos el 50 aniversario de una de las más famosas –y más desacreditadas– encíclicas de la historia de la Iglesia. Hace diez años, con motivo de su 40 aniversario, First Things publicó un ensayo mío titulado “Vindicación de la Humanae vitae”. Allí, haciéndome eco de datos de distintas procedencias –la sociología, la psicología, la historia, la literatura feminista actual–, decía: “Al cabo de cuatro décadas, se han confirmado empíricamente las predicciones de la encíclica, y además como pocas predicciones se han confirmado: de una manera que sus autores no podían haber previsto, con datos que no se conocían cuando se escribió el documento, por investigadores y especialistas que no tenían interés en su contenido, en ocasiones sin percatarse de ello y, también, por muchos que se declaraban contrarios a la Iglesia”…”

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La intimidad conyugal y la renovación del sacramento del matrimonio

Buen día Fray Nelson: ¿Qué significa la siguiente expresión que le he escuchado en alguna de sus predicaciones: “Cada vez que los esposos se demuestran amor, se dan nuevamente el sacramento del matrimonio”? Agradezco su contestación. Que Dios lo bendiga y lo guarde por todo el bien que hace a la iglesia. — O.O.

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La expresión tiene algo de metafórico porque, por supuesto, el sacramento del matrimonio ya está completo después de que se celebra el mismo sacramento y se consuma.

Pero la frase tiene sentido si recordamos que los contrayentes son los mismos ministros de este sacramento. El diácono o sacerdote que está presente es un testigo cualificado de parte de la Iglesia, pero no es propiamente “ministro.”

Y si los ministros que precisamente “ad-ministran” este sacramento bello son los mismos esposos, y si el propósito del sacramento está de modo muy importante relacionado con el crecimiento en la gracia de cada uno de ellos, y si ese crecimiento sucede, no por fuera del camino de amor y apoyo que es propio de la vida conyugal, sino como parte de esa vida, que incluye esencialmente su afecto y donación mutua, uno ve que el sacramento se “renueva” en el amor que se dan, cuando se aman en Dios y según Dios.

Por eso la ternura de los esposos, cuando es en Dios y según Dios, y cada expresión de su apoyo, escucha, paciencia y amor, es parte de la vida sacramental que les ha unido. Por supuesto esto no excluye pero tampoco se limita a la intimidad propia de su vida conyugal.

5 consejos de una madre a su hija sobre la sexualidad

“A todos los padres les preocupa la educación sexual de sus hijos, pero pocos se ocupan de hacer algo al respecto. Ven peligros por todas partes, y a sus hijos e hijas en medio del torbellino, se echan las manos a la cabeza, y a veces se tapan los ojos para no ver lo que hay; no obstante, siguen sin hacer nada, ni siquiera se atreven a hablar sobre sexualidad y dejan que sean los amigos, el ambiente, la televisión e Internet quienes eduquen a sus hijos en algo tan íntimo y personal. Los padres deberíamos tomar ejemplo de la actriz británica Emma Thompson (foto), protagonista y guionista de la película Sentido y sensibilidad, madre de una adolescente de 13 años a la que ha dedicado un “manual de sexo” con el fin de contrarrestar las presiones a las que están sometidos los adolescente de nuestro tiempo…”

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¿Una Iglesia difícil o una Iglesia valiente?

Hoy la Iglesia católica es casi la única iglesia cristiana en todo el mundo que tiene el valor y la integridad de enseñar esta verdad tan impopular. Por ejemplo, hasta aproximadamente el año 1930 la postura de todas las iglesias cristianas había sido unánime en su rechazo de la anticoncepción. Todos los reformadores (Lutero, Calvino, Zwinglio, Knox, etc.) mantuvieron sobre esta cuestión la misma postura que ha tenido siempre la Iglesia católica. Sin embargo, en torno a esa fecha las iglesias protestantes empezaron a ceder, una tras otra, y los resultados muestran que esa condescendencia no ha hecho más atractivo el Evangelio, ni ha llenado sus templos, ni ha disminuido sus problemas. Parece claro que, al aceptar esas prácticas que la Iglesia católica no admite, esas iglesias no han resuelto nada.

Vivir bien la moral sexual es sin duda un reto. Ofrece un modelo de vida exigente, pero revestido de auténtica humanidad. Un estilo que puede y debe cambiar muchas cosas en nuestra sociedad. Si se vuelve la mirada a la historia, y se analiza, por ejemplo, la figura de San Benito y su enorme influencia en las raíces culturales de Europa, vemos que fue un hombre que marchó bastante en contra de su tiempo. Pero su singularidad se convirtió más tarde en la clave de todo un cambio cultural y espiritual sobre el que se ha cimentado el mundo occidental de hoy. También ahora, en nuestro tiempo, hay muchos buenos cristianos que no aceptan esos modelos de permisividad sexual, aunque estén tan extendidos que casi se nos imponen. Son personas que buscan en la fe nuevos modelos de vida. Quizá aún no llamen la atención de la opinión pública, pero con el tiempo, el futuro reconocerá la importancia de lo que están haciendo.

Una reflexión de Alfonso Aguiló