Retiro Sacerdotal: Los profetas y el Cristo, 5 de 8

Retiro Sacerdotal: Los profetas y el Cristo. Tema 5 de 8: Samuel.

* Samuel cierra el tiempo de los jueces y abre el tiempo de los reyes. “Juez” es aquel que “juzga” según Dios y ello quiere decir: quien empuja la historia humana para que se “ajuste” más y más al plan de Dios.

* Samuel niño fusiona la voz de Dios y la voz del sacerdote, hasta el punto de confundirlas. Su “falta” nos enseña algo: un verdadero profeta jamás separa a Dios de los legítimos pastores del pueblo de Dios; entonces nunca separa Cristo de su Iglesia.

* Samuel es llamado a denunciar. Es un aspecto duro pero irrenunciable de la vocación profética. Aspecto muy necesario en medio de las incoherencias de nuestro continente latinoamericano, que es mayoritariamente católico pero en el que campean la injusticia y la corrupción.

* Samuel denuncia los pecados de los hijos de Elí pero luego falla en formar sus propios hijos. Nos pasa también a nosotros: reconocemos los defectos de otros más pronto de lo que eliminamos los nuestros.

* Samuel es elegido y es llamado a eligir. Su elección de David mejora a la de Saúl. Tres puntos en que David supera a Saúl: (1) David es humilde sin resentimiento ni mentalidad de desquite. (2) David ha aprendido en la soledad del aprisco a poner su confianza sólo en Dios. (3) David sabe alegrarse en el Señor.

Curso Bíblico Básico (2 de 4)

Una mirada al Antiguo Testamento: El protagonista central del AT es el pacto con Moisés, en la que concurren varias cosas: (1) El sentido de la verdadera liberación, que conlleva servir a Dios desde la gratitud y el amor; (2) El enunciado de los mandamientos, que según nos muestra Jesús, tienen un valor permanente; (3) El comienzo de una historia de alianza. Precisamente ahí revela su límite el AT, porque logra mostrar el bien pero no da las fuerzas para alcanzar ese bien. En este sentido, el AT queda como una pregunta abierta, como un grito de dolor que clama, a la espera de la salvación. Véase Isaías 63,15-19.