LA GRACIA del Domingo 22 de Noviembre de 2015

DOMINGO XXXIV DEL TIEMPO ORDINARIO, CICLO B

SOLEMNIDAD NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, REY UNIVERSAL

Cristo resucitado es el eternamente libre, es quien más allá de todas nuestras limitaciones y pretensiones nos está llevando a una libertad sin límites, a Dios mismo ¡Viva Cristo Rey!

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Ven, Señor Jesús: Predicación 3 de 3: Una vida que mira a Cristo

[Predicación en la Parroquia de la Inmaculada Concepción, en Hialeah, Florida. Julio de 2014.]

Una vida que mira a Cristo
(Apuntes de Semper Fiat)

1. Ya sabemos del peligro de algunos de los muchos obstáculos que impiden la sanación de DIOS en nuestra vida.
También ya vimos que la clave para vencer dichos obstáculos es rendirse genuina y totalmente a JESÚS. Ahora bien, en la tercera y última charla, Fray Nelson nos dice que ese “rendirse” implica tener a JESÚS por Rey de nuestra vida.

2. Reconocerlo como Rey implica considerar que todo le pertenece a Él, que Él puede disponer de todo cuando quiera, como quiera, donde quiera y para lo que Él quiera. Él ciertamente no es abusivo si le concedes dicha autoridad en tu vida, pero tampoco te engaña, Él va a cambiarte en todas las áreas de tu vida. Evidentemente para un bien que va más allá de nuestras cómodas y superficiales espectativas.

3. Muchos creen que lo tienen como Rey de su vida, pero más bien lo tienen como una decoración. Fray Nelson puso el siguiente ejemplo: Hay artistas que se creen muy cristianas por tener una cruz o crucifijo al cuello, pero al mismo tiempo lo exhiben dentro de un amplio escote. A esas artistas habría que decirles: ¡¡¡CRISTO no viene para decorar escotes… usted se equivocó… CRISTO quiere algo más que su piel desnuda, Él quiere su corazón!!!

4. También mencionó como el desencanto por los poderes de este mundo es señal de que CRISTO es mi Rey. Lo que implica en el camino ir dejando no sólo cosas malas, sino buenas, pero no necesarias. Pero no se reduce a este desencanto, sino a la fascinación por JESÚS. Y mencionó como muchos cuando hablan de JESÚS o trabajan por Él, parece que no tienen sangre, sino yogurt en las venas. Son aquellos que leen la Pasión y dicen: “Ahora es que entiendo por qué el Cristo de Velazquez es tan pálido… con tanto derramamiento de sangre…” ¡¡¡En vez de tener un arrebato profundo de amor por JESÚS!!!

5. Conclusión: La pondré parafraseando a San Juan de Ávila: “Quien tiene por Rey a Cristo, considera por barato todo lo que tuviera que pasar por amor a Él”