¡Interesante! Sociodrama sobre el uso de las imagenes

¿Podemos tener y venerar las imágenes
de Jesús y de los santos?

Al concluir una breve homilía, el sacerdote señala:

Nos visita una hermana consagrada, una misionera apóstol de la Palabra, que quiere compartir un breve tema con nosotros: ¿Podemos tener y venerar las imágenes de Jesús y de los santos?

Hermana consagrada:
Estimados hermanos: ¿Qué piensan ustedes? ¿Podemos tener y venerar las imágenes de Jesús y de los santos? ¿Qué dirá la Biblia al respecto?

Una católica confundida levanta la mano y, desde su lugar, responde:
Yo creo que no debemos tenerlas, ni mucho menos venerarlas, hermana. Yo soy católica de hueso colorado, pero tengo una prima evangélica que me mostró este pasaje bíblico muy claro:

No te harás estatua ni imagen alguna de lo que hay arriba, en el cielo, abajo, en la tierra, y en las aguas debajo de la tierra. No te postres ante esos dioses, ni les sirvas, porque yo, Yavé, tu Dios, soy un Dios celoso (Ex 20, 4-5).

Para mí es un texto muy claro. Aclaro que yo soy católica, pero desde que leí este texto ya no tengo imágenes y pienso que todos los católicos debemos desecharlas.

Hermana consagrada:
Queridos hermanos: ¿han visto hasta donde se puede llegar por una lectura apresurada de la Biblia? A que nos alejemos de la enseñanza de la Iglesia y empecemos a tener ideas protestantes.
Piensen que muchas enseñanzas no están ordenadas en la Biblia de forma sistemática como se hace en el catecismo. Están más como un rompecabezas, repartidas a lo largo de toda la Biblia: necesitamos tener todas las piezas para ver qué enseña realmente la Biblia sobre determinado tema. En el caso de las imágenes, no basta leer dos o tres textos bíblicos. Hay que ver todos los textos que se refieren a ese tema.
Pues bien, estudiando más atentamente la Biblia, nos damos cuenta de que Dios no prohíbe las imágenes, prohíbe los ídolos. ¿Dónde se encuentra esta enseñanza? En la Biblia se muestra con claridad que Dios mandó hacer imágenes. Así es. Dios no prohíbe las imágenes, puesto que él mismo le encomendó a Moisés la elaboración de dos imágenes. Veamos Ex 25, 18:

Asimismo, harás dos querubines de oro macizo, y los pondrás en las extremidades de la cubierta (Ex 25, 18).

Hermanos: Les pregunto. ¿Qué son los querubines? Exactamente, son ángeles; es decir, algo que hay arriba en el cielo. Según lo que acabamos de leer, ¿quién le ordenó a Moisés hacer estas imágenes? Efectivamente, fue Dios, como se lee en Ex 25, 1: Yavé habló a Moisés pare decirle. ¿Por qué lo hizo? Porque Dios no está en contra de las imágenes. Veamos Nm 21, 8, donde nuevamente vemos que Dios mandó hacer una imagen muy especial:

Yavé le dijo a Moisés: “Hazte una serpiente-ardiente y colócala en un poste. El que haya sido mordido, al verla, sanará” (Nm 21, 8).

¿Creen ustedes que Moisés obedeció a Dios? ¿Creen que le reclamó, diciéndole: ?Señor, pero tú nos prohibiste hacer imágenes?? No, no lo hizo. Veamos el versículo siguiente:

Moisés hizo una serpiente de bronce y la puso en un poste. Cuando alguien era mordido por una serpiente, miraba la serpiente de bronce y se sanaba (Nm 21, 9).

Católica confundida:
Pero mi prima me dijo que Dios mandó destruir esa serpiente de bronce.

Hermana consagrada:
Bueno, hay que aclarar que Dios no mandó destruirla. Fue una decisión que tomó el rey Ezequías.

[Ezequías] suprimió los santuarios de las lomas, quebró los cipos y cortó los troncos sagrados. También destruyó la serpiente de bronce que Moisés había fabricado en el desierto, pues hasta ese tiempo los israelitas le ofrecían sacrificios y la llamaban Nejustán (2Re 18, 4).

Católica confundida:
Hermana, yo quiero saber porqué la destruyó el rey Ezequías.

Hermana consagrada:
Precisamente porque muchos israelitas le deban culto de idolatría y le daban el nombre de Nejustán, un dios de los pueblos paganos. El rey Ezequías la destruyó porque para muchos judíos la serpiente de bronce había dejado de ser una imagen y se había convertido en un ídolo.

Católica confundida:
Hermana, ¿pero imagen e ídolo es lo mismo? ¿No es así?

Hermana consagrada:
No, hermana. Imagen es un retrato o fotografía, una representación de algo o de alguien, como los retratos y fotografías que tenemos en casa. Ídolo es un falso dios, aquello que ponemos en lugar de Dios. En este sentido conviene señalar y dejar muy en claro que Dios permite las imágenes y prohíbe los ídolos. El salmo 135 nos puede ayudar a tener ideas claras al respecto:

Sus ídolos no son más que oro y plata, una obra de la mano del hombre. Tienen una boca pero no hablan, ojos, pero no ven, orejas, pero no oyen, nariz, pero no huelen. Tienen manos, mas no palpan, pies, pero no andan, ni un susurro sale de su garganta. ¡Que sean como ellos los que los fabrican y todos los que en ellos tienen confianza! (Sal 135, 4-8)

¿En que se parecen una imagen y un ídolo? Ambos son hechos por el hombre, pueden ser construidos de oro, de plata o de cualquier otro material disponible. Se colocan en los templos, en las casas o en los caminos.
¿En qué se distingue una imagen de un ídolo? A una imagen se le da cierto respeto por la persona que está representada, como respetamos las fotografías de nuestros familiares y amigos. A un ídolo se le adora, se pone la propia confianza en él, se le atribuye vida y poder, como hacían los paganos con las estatuas de sus dioses. Se le considera un dios. Como les pasó a los israelitas con el becerro de oro, cuando le pidieron a Aarón que les fabricara un dios:

Moisés no bajaba del cerro y le pareció al pueblo un tiempo largo. Se reunieron en torno a Aarón, al que dijeron: «Fabrícanos un dios que nos lleve adelante, ya que no sabemos qué ha sido de Moisés, que nos sacó de Egipto.» Aarón les contestó: «Saquen los aros de oro que sus mujeres, y sus hijos e hijas llevan en sus orejas, y tráiganmelos.» Todos se los sacaron y los entregaron a Aarón. El los recibió y fabricó un ternero de metal batido. Entonces exclamaron: «Israel, aquí están tus dioses que te han sacado de Egipto.» (Ex 32, 1-4)

Los israelitas hicieron la imagen de un becerro de oro, pero su error y su pecado fue considerarla un dios. Su error fue caer en la idolatría, considerando que el becerro de oro era un dios y que los iba a llevar adelante. Los católicos no pensamos de esta forma acerca de las imágenes. Los católicos respetamos a las imágenes, pero no las adoramos. No pensamos que tengan vida y poder. No pensamos que son dioses. Para nosotros son sólo imágenes que representan a Jesús, a María y a los santos. Nos ayudan a que nos acordemos de Dios y nada más, como hacían los israelitas con el Arca de la Alianza:

David reunió de nuevo a todo lo mejor de Israel, unos treinta mil hombres. Cuando estuvieron listos, partió con todo su ejército para Baalá de Judá. Iban a buscar el Arca de Dios, sobre la cual se invoca el Nombre de Yavé de los ejércitos, quien se sienta en ella sobre los querubines. Pusieron el Arca de Dios en una carreta nueva y la llevaron de la casa de Abinadab, que está en la loma. Uzzá y Ajyó, hijos de Abinadab, conducían la carreta con el Arca de Dios. Uzzá caminaba al lado del Arca y Ajyó iba delante de ella. David y todo el pueblo de Israel bailaban delante de Yavé con todas sus fuerzas, cantando y tocando cítaras, arpas, panderos, sistros y címbalos (2Re 6, 1-5).

Aquí vemos que se puede venerar algo o a alguien sin cometer pecado de idolatría. Como hacían los israelitas con el Arca, con el Templo, con la ciudad de Jerusalén. Como hacemos los católicos y los hermanos separados con la Biblia, a la que amamos tanto porque contiene la Palabra de Dios.

Católica confundida:
Hermana, le agradezco mucho su intervención. De hoy en adelante seré más astuta al hablar con mi prima evangélica y le prometo que mejor estudiaré mi fe católica, para no dejarme encañar tan fácilmente.

Hermana consagrada:
¡Un fuerte aplauso para la hermana! Como se habrán dado cuenta, queridos hermanos, la Iglesia católica tiene una respuesta bíblica a las objeciones de los hermanos separados. Muchas gracias por su atención.

Afectuosamente en Cristo Jesús,

Pbro. Jorge Luis Zarazúa Campa, fmap

Lutero y el nominalismo

“Para Bouyer, el protestantismo ha tenido la desgracia de encapsular una serie de principios cristianos verdaderos y fundamentales en un corsé filosófico que los ha puesto en contra de la misma Revelación divina de la cual proceden. Ese corsé filosófico es el del nominalismo…”

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Los argumentos de los protestantes para descartar los libros deuterocanónicos

“Recientemente navegando en Internet me encontré con un estudio anónimo que comentaba entre otras cosas, algunas razones por las cuales los libros deuterocanónicos no podían ser inspirados basadas en su contenido. Luego de investigar la fuente del estudio pude averiguar gracias a un buen amigo que estaba basado en el libro «La Biblia como se convirtió en Libro» de Terry Hall, donde hay un apéndice escrito por Roberto Lloyd que se llama «Porque no aceptamos los libros apócrifos«. Luego de leer con atención el estudio he querido hacer algunos comentarios al respecto…”

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Un obispo anglicano deja su cargo para ser católico

“Jonathan Goodall era obispo de Ebbsfleet y pertenecía a la corriente anglicana que se oponía a las ordenaciones de mujeres como sacerdotes y obispos. De hecho, hasta la fecha ocupaba también el encargo de visitador episcopal provincial, conocido popularmente como “obispo volante”, pues atendía a las comunidades y parroquias que se mantenían fieles y no aceptaban estas innovaciones que ha ido asumiendo la Iglesia de Inglaterra…”

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¿Falta un versículo en la Biblia Católica?

Buenos días Padre Fray Nelson, tengo una duda con respecto a algo que se hace en la sagrada eucaristía, resulta que luego de que rezamos el Padre nuestro que se encuentra en San Mateo capitulo 6 desde los versículos 9 al 13, el padre hace una corta oración y nosotros respondemos “porque tuyo es el reino, el poder y la gloria por todos los siglos”; esto ultimo que decimos no lo encuentro en la biblia católica pero sí en la biblia de Gedeón, reina valera entre otros pues dentro del versículo 13 esta “porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos” lo he encontrado en mi estudio de apologética. Me puede sacar de esa duda: ¿en dónde se encuentra en la biblia católica dicha oración o esta en la tradicion de los apóstoles? — A.Q.

* * *

Las traducciones que tenemos se basan en antiguos manuscritos, que son diversos en su calidad y en la cantidad de texto que ofrecen. Por eso hay que ser estudios arduos, complejos, para tratar de ver qué es texto original y qué pudo ser agregado, quizás con buena intención, por copistas posteriores. Al conjunto de estos estudios se le llama crítica textual e incluye muchas disciplinas: conocimiento de lenguas antiguos, arqueología, historia, y mucho más.

No es extraño entonces que una traducción tenga algunas palabras, o más raramente, algún versículo, que no aparece en otra. Tales variaciones no son numerosas ni extensas pero existen. Todo depende de las opciones, siempre razonadas, que hayan tomado los traductores. Por supuesto, es de esperar que se presenten mayores variaciones entre el conjunto de las traducciones católicas y el conjunto de las traducciones protestantes.

En cuanto al caso que mencionas, hay que observar que la mayor parte de los mejores manuscritos no tienen las palabras que Reina Valera y otras traducciones ponen como parte del texto del Evangelio. En la Iglesia Católica el texto se conserva pero en su función litúrgica de alabanza, no como parte misma del Evangelio.

Mayoría de alemanes se oponen a una eventual fusión entre la Iglesia católica y los protestantes

“¿Qué piensan los católicos y protestantes acerca de una hipotética fusión de ambos? A esta pregunta da respuesta un estudio de INSA-Consulere realizado bajo pedido de la agencia protestante de noticias IDEA. Los resultados muestran que apenas 1 de cada 3 personas (31%) están en contra y que sólo 1 de cada 4 estaría de acuerdo con esta fusión (25%). Segmentados por confesión, los católicos tienden más a estar de acuerdo con una unificación (37% a favor y 31% en contra). Los protestantes, por el contrario, rechazan mayoritariamente la unificación (43% en contra y 24% a favor)…”

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Examen de algunas razones por las que los protestantes rechazan los libros Deuterocanónicos de la Biblia

Escribe José Miguel Arráiz: “Recientemente navegando en Internet me encontré con un estudio anónimo que comentaba entre otras cosas, algunas razones por las cuales los libros deuterocanónicos no podían ser inspirados basadas en su contenido. Luego de investigar la fuente del estudio pude averiguar gracias a un buen amigo que estaba basado en el libro «La Biblia como se convirtió en Libro» de Terry Hall, donde hay un apéndice escrito por Roberto Lloyd que se llama «Porque no aceptamos los libros apócrifos«. Luego de leer con atención el estudio he querido hacer algunos comentarios al respecto…”

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Razones objetivas para no admitir la intercomunión con los luteranos

“En una carta abierta dirigida al presidente protestante del Grupo de Trabajo Ecuménico (ÖAK), el historiador eclesiástico de Tubinga Volker Leppin, el cardenal Kurt Koch, responsable del ecumenismo en la curia romana, explica por qué no es posible que católicos y luteranos comulguen juntos. Entre otras razones, recuerda que los luteranos no creen imprescindible los ministros ordenados para poder consagrar y admiten dar la comunión a no bautizados…”

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Diálogo con protestantes

Buenas noches, estimado Padre Fray Nelson, un saludo cordial desde Santa Cruz, Bolivia, y que la paz del Señor esté siempre con usted. Tengo una inquietud muy ligada a la difícil situación que uno como católico tiene que sobrellevar con nuestros hermanos evangélicos. Es cierto que no todos los protestantes son iguales: existen por un lado los extremistas que hacen daño difamando a la Iglesia, pero existen también los que son bastante respetuosos con los católicos, y siguen su fe de manera sincera, aunque con ideas doctrinales erróneas, obviamente. ¿Existe un “punto medio” en la manera en la que debamos tratar a nuestros hermanos protestantes? ¿Y qué hacer con aquellos que atacan tan ferozmente a la Iglesia Católica? ¿Cómo puedo practicar la misericordia y la caridad hacia mis hermanos separados, pero sin caer en el pecado de traicionar la verdad, evitando la corrección fraterna? ¿Y cómo puedo ser un fiel defensor de la Verdad y la ortodoxia católica, sin por ello llegar a ser tosco y grosero con mis hermanos protestantes, es decir, sin pecar contra la caridad y el respeto que cada ser humano merece, en especial con aquellos que creen seguir su fe de manera sincera? — D.R.

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Estimado hermano en el Señor:

Me alegra saber que eres de Sta Cruz Bolivia, una de las comunidades más queridas por Fray Nelson y muy preparados en la fe, según lo que le he escuchado decir en las predicaciones que ha hecho con ustedes.

Permíteme presentarme, mi nombre es José Santiago Baños y soy un laico comprometido de origen mexicano, que radico en la ciudad de Miami. Tengo la dicha de gloriarme de la amistad y guía espiritual de Fray Nelson desde hace aproximadamente 20 años que nos conocimos por internet. He tenido la oportunidad de estar personalmente en muchos de sus retiros espirituales y de seguir por los medios sociales sus predicaciones por todo el mundo.

Creo que conoces la intensa labor evangelizadora de Fray Nelson, que en ocasiones no le permite contestar personalmente todas las preguntas que recibe, por lo que se auxilia de algunos laicos en quienes ha depositado su confianza, para que den respuesta en su nombre. En esta ocasión, inmerecidamente me ha pedido que atienda tus inquietudes, lo que trataré de hacer con mucho gusto, poniendo mi mejor esfuerzo e implorando la ayuda del Espíritu Santo.

La situación que nos presentas es verdaderamente compleja y la hemos vivido en carne propia mi esposa y yo, ya que dos de sus hermanos abandonaron la Iglesia Católica y se pasaron a una secta Evangélica, en donde uno de ellos es ahora Pastor. Y como generalmente sucede, fue porque nunca conocieron ni se prepararon en la doctrina católica (católico ignorante=seguro protestante). Durante muchos años casi no hubo comunicación con ellos, hasta que por nuestra trayectoria espiritual buscamos el acercamiento, que se fue dando muy lentamente, porque ellos no se abren fácilmente al diálogo. Cuando falleció mi suegro, los invité a hacer una oración conjunta utilizando los salmos, que podemos decir son un medio ecuménico de oración, pero se negaron. Pero el seguir tratándolos con amor nos ha dado buenos resultados.

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¿Por qué los judíos no hacían imágenes de sus profetas, y los católicos sí hacemos de los santos?

Pregunta para los católicos (circula en Internet): ¿Por qué los judíos no realizan imagen de Dios, de Moisés, de Abraham? ¿Por qué ellos no realizan imágenes para venerarlos? ¿No será que la razón es porque ellos sí entienden la Ley y no hacen sino lo que Dios les mandó?

* * *

La llegada del Mesías no es un acontecimiento menor. No debemos pensar que fue algo leve que dejó intacta a la Ley de Moisés. Nos damos cuenta que lo prescrito para el sábado, para la circuncisión o para definir qué se puede comer y qué no, todo ello cambió en el régimen de la Nueva Alianza. Así que la pregunta no es: “¿Por qué los cristianos empezaron ya desde la época de las catacumbas a hacer imágenes esculpidas de Cristo, por ejemplo, como Buen Pastor?” La verdadera pregunta es: “¿Tenían que sentirse ellos vinculados al precepto de no hacer representaciones de Dios después de que Dios mismo se había revelado plenamente en Cristo (Juan 14,9), y después de que el apóstol Pablo había enseñado que Cristo es “imagen VISIBLE del Dios invisible” (Colosenses 1,15)?”

Quienes ponen el mandamiento de Moisés por encima de la revelación plena y perfecta del misterio de Dios en Cristo tratan a Cristo, por lo menos con respecto a este asunto, como si fuera un profeta más. ¿No dice la Escritura que “el Verbo se hizo carne y puso su morada entre nosotros” (Juan 1,14)? Ver a Cristo, y por extensión: representar a Cristo para que esa representación nos lleve al recuerdo cercano de él, es ver en su plenitud la misericordia salvadora y transformante de Dios. Y no se quite importancia al verbo “ver” porque ya había dicho la Escritura: “Mirarán al que traspasaron” (Zacarías 12,10; Juan 19,37).

Alguien podrá preguntar qué sucede con la Santísima Virgen o los demás santos y bienaventurados, así reconocidos por la autoridad de la Iglesia, ya desde los primeros siglos. La respuesta es sencilla. El apóstol Pablo dice en 2 Corintios 3,18: “Nosotros llevamos en nuestro rostro descubierto la gloria de Cristo.” esto se demuestra también por el hecho de que el apóstol Pedro, para sanar al paralítico del templo (Hechos 3), le manda: “¡Míranos!” El rostro de quien está unido a Cristo refleja la gloria de Cristo. Por eso también cuando Esteban estaba a punto de ser martirizado “todos los que estaban sentados en el Sanedrín, cuando fijaron los ojos en él, vieron su cara como si fuera la cara de un ángel” (Hechos 6,15).

Por esa comunión de espíritu que hay entre Cristo y sus santos sabemos que todo cuanto hay de bueno y bello en ellos proviene de Él. Y tal es el significado de las imágenes de esos bienaventurados hombres y mujeres: mostrar las infinitas facetas de la santidad del único Cristo.

Por otra parte, llama la atención que el protestante que hace la pregunta ya admite que el mismo Dios sí mandó hacer algunas imágenes, como en efecto es el caso de los querubines puestos encima del arca. Lo curioso es que al final dice: “Sólo hacen (en cuanto a imágenes) lo que Dios les mandó.” La idea que este protestante tiene es que el mandato de Dios termina en el Antiguo Testamento, es decir, que ya no podía venir un cambio en las disposiciones divinas, siendo así que la Biblia misma muestra que, en cuanto a muchas costumbres y preceptos de la Ley, ciertamente hubo cambios, y no pequeños.

La idea protestante de la Sola Escritura debilita la autoridad de la Escritura

“El concepto de sola Scriptura es bastante sencillo: la Biblia debería ser la única autoridad en la vida de los cristianos. Esa sola doctrina ya causa una brecha divisoria entre protestantes y católicos. Expresa el impulso protestante de tener acceso directo a las Escrituras, sin la mediación de molestos papas, sacerdotes, concilios y tradiciones. Para los católicos, por supuesto, la autoridad de la Biblia y la Iglesia no están en conflicto entre sí. La enseñanza de los papas, los credos, las declaraciones de los Concilios Ecuménicos, y otras autoridades de la Iglesia aclaran y confirman el significado de la Escritura para nosotros. Enriquecen y permiten comprenderla mejor, en vez de obstaculizar el acceso a ellas…”

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Desmontando los mitos protestantes

“De entre los muchos libros que están apareciendo, aquí y en el mundo entero, en torno a Lutero y al Protestantismo, me llamó la atención el publicado por el sociólogo de las religiones, Rodney Stark, con el título Reformation Myths. Stark es un reconocido sociólogo que, además, no es católico (por lo que he visto en internet parece que ha evolucionado desde el agnosticismo hasta un vago cristianismo que define como “independiente de cualquier iglesia”). No es que un católico quede invalidado para ser un buen sociólogo o historiador, al contrario, pero me llamó la atención que un estudioso no católico hubiera llegado a las mismas conclusiones que las sostenidas por los autores católicos más críticos con Lutero y su legado…”

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