Para vencer la pobreza no hay que reinventar la rueda

“En su más reciente intervención, el Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas en Nueva York, Estados Unidos, Mons. Francis Chullikatt, recordó cómo los principios defendidos permanentemente por la Iglesia pueden orientar las políticas internacionales y aportar soluciones simples y efectivas a problemas complejos. Durante una sesión de trabajo sobre erradicación de la pobreza, la Santa Sede pidió incluir la promoción de la familia como la forma natural y fundamental para lograr el desarrollo de la sociedad. “Es dentro de la familia que la próxima generación de la humanidad es acogida, alimentada, vestida y provista”, explicó…”

Click!

Destino universal de los bienes y opción preferencial por los pobres

182 El principio del destino universal de los bienes exige que se vele con particular solicitud por los pobres, por aquellos que se encuentran en situaciones de marginación y, en cualquier caso, por las personas cuyas condiciones de vida les impiden un crecimiento adecuado. A este propósito se debe reafirmar, con toda su fuerza, la opción preferencial por los pobres: 384 « Esta es una opción o una forma especial de primacía en el ejercicio de la caridad cristiana, de la cual da testimonio toda la tradición de la Iglesia. Se refiere a la vida de cada cristiano, en cuanto imitador de la vida de Cristo, pero se aplica igualmente a nuestras responsabilidades sociales y, consiguientemente, a nuestro modo de vivir y a las decisiones que se deben tomar coherentemente sobre la propiedad y el uso de los bienes. Pero hoy, vista la dimensión mundial que ha adquirido la cuestión social, este amor preferencial, con las decisiones que nos inspira, no puede dejar de abarcar a las inmensas muchedumbres de hambrientos, mendigos, sin techo, sin cuidados médicos y, sobre todo, sin esperanza de un futuro mejor ».385

183 La miseria humana es el signo evidente de la condición de debilidad del hombre y de su necesidad de salvación.386 De ella se compadeció Cristo Salvador, que se identificó con sus « hermanos más pequeños » (Mt 25,40.45). « Jesucristo reconocerá a sus elegidos en lo que hayan hecho por los pobres. La buena nueva “anunciada a los pobres” (Mt 11,5; Lc 4,18) es el signo de la presencia de Cristo ».387

Jesús dice: « Pobres tendréis siempre con vosotros, pero a mí no me tendréis siempre » (Mt 26,11; cf. Mc 14,3-9; Jn 12,1-8) no para contraponer al servicio de los pobres la atención dirigida a Él. El realismo cristiano, mientras por una parte aprecia los esfuerzos laudables que se realizan para erradicar la pobreza, por otra parte pone en guardia frente a posiciones ideológicas y mesianismos que alimentan la ilusión de que se pueda eliminar totalmente de este mundo el problema de la pobreza. Esto sucederá sólo a su regreso, cuando Él estará de nuevo con nosotros para siempre. Mientras tanto, los pobres quedan confiados a nosotros y en base a esta responsabilidad seremos juzgados al final (cf. Mt 25,31-46): « Nuestro Señor nos advierte que estaremos separados de Él si omitimos socorrer las necesidades graves de los pobres y de los pequeños que son sus hermanos ».388

184 El amor de la Iglesia por los pobres se inspira en el Evangelio de las bienaventuranzas, en la pobreza de Jesús y en su atención por los pobres. Este amor se refiere a la pobreza material y también a las numerosas formas de pobreza cultural y religiosa.389 La Iglesia « desde los orígenes, y a pesar de los fallos de muchos de sus miembros, no ha cesado de trabajar para aliviarlos, defenderlos y liberarlos. Lo ha hecho mediante innumerables obras de beneficencia, que siempre y en todo lugar continúan siendo indispensables ».390 Inspirada en el precepto evangélico: « De gracia lo recibisteis; dadlo de gracia » (Mt 10,8), la Iglesia enseña a socorrer al prójimo en sus múltiples necesidades y prodiga en la comunidad humana innumerables obras de misericordia corporales y espirituales: « Entre estas obras, la limosna hecha a los pobres es uno de los principales testimonios de la caridad fraterna; es también una práctica de justicia que agrada a Dios »,391 aun cuando la práctica de la caridad no se reduce a la limosna, sino que implica la atención a la dimensión social y política del problema de la pobreza. Sobre esta relación entre caridad y justicia retorna constantemente la enseñanza de la Iglesia: « Cuando damos a los pobres las cosas indispensables no les hacemos liberalidades personales, sino que les devolvemos lo que es suyo. Más que realizar un acto de caridad, lo que hacemos es cumplir un deber de justicia ».392 Los Padres Conciliares recomiendan con fuerza que se cumpla este deber « para no dar como ayuda de caridad lo que ya se debe por razón de justicia ».393 El amor por los pobres es ciertamente « incompatible con el amor desordenado de las riquezas o su uso egoísta » 394 (cf. St 5,1-6).

NOTAS para esta sección

384Cf. Juan Pablo II, Discurso a la III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, Puebla (28 de enero de 1979), I/8: AAS 71 (1979) 194-195.

385Juan Pablo II, Carta enc. Sollicitudo rei socialis, 42: AAS 80 (1988) 572-573; cf. Id., Carta enc. Evangelium vitae, 32: AAS 87 (1995) 436-437; Id., Carta ap. Tertio millennio adveniente, 51: AAS 87 (1995) 36; Id., Carta ap. Novo millennio ineunte, 49-50: AAS 93 (2001) 302-303.

386Cf. Catecismo de la Iglesia Católica, 2448.

387Catecismo de la Iglesia Católica, 2443.

388Catecismo de la Iglesia Católica, 1033.

389Cf. Catecismo de la Iglesia Católica, 2444.

390Catecismo de la Iglesia Católica, 2448.

391Catecismo de la Iglesia Católica, 2447.

392San Gregorio Magno, Regula pastoralis, 3, 21: PL 77, 87: « Nam cum quaelibet necessaria indigentibus ministramus, sua illis reddimus, non nostra largimur; iustitiae potius debitum soluimus, quam misericordiae opera implemus ».

393Concilio Vaticano II, Decr. Apostolicam actuositatem, 8: ASS 58 (1966) 845; cf. Catecismo de la Iglesia Católica, 2446.

394Catecismo de la Iglesia Católica, 2445.

Este Compendio se publica íntegramente, por entregas, aquí.

Las Catequesis de la Misericordia, 5 de 6, Los Pobres

[Predicación en el Cuarto Congreso de la Divina Misericordia, de la Arquidiócesis de Chicago.]

Tema 5 de 6: Los Pobres

* Los pequeños, los pobres, los perdedores y los pecadores son los principales destinatarios de la misericordia de Cristo.

* En cuanto a los POBRES, recordemos que carencias y deficiencias (y defectos) todos tenemos. La ilusión de que existen vidas perfectos, ausentes de toda escasez y de todo problema, es una fantasía que simplemente trae amargura al corazón.

* Pero así como es real que tenemos deficiencias, es real el amor abundante con que Dios suple nuestras deficiencias y nos envía en el camino del servicio a los demás. Quien entra en el fuego se vuelve fuego.

* Las carencias a menudo llevan a las personas a la amargura, el matoneo o el deseo de “desquitarse” con la vida. El daño que esto último trae a la sociedad es inmenso porque genera discriminaciones y desacredita el sentido del poder. semejante daño es aún mayor en la Iglesia, donde se convierte en clericalismo y antitestimonios de todo género.

* Por eso hemos de descubrir la abundancia de riqueza que hay en el amor: porque sólo abundando en el amor podemos entender que ningún ídolo ni posesión de esta tierra saciará nuestros verdaderos anhelos.

Pobreza material y vida de santidad

Fray Nelson…tengo una pregunta q hacerle…en realidad me gustaria saber q opina…. ud cree q en la pobreza (material), es decir, en la escaces, es mas facil alcanzar la santidad?….pregunto esto porq he estado leyendo la vida de los santos y la mayoria ha renunciado a sus riquezas…se q la santidad es Espiritual, pero, es como q el dinero y lo material obstruyeran la santidad…es asi?…ud q cree?….gracias!! – A.K.T.

* * *

Las riquezas, sobre todo si son abundantes, traen consigo muchos peligros, tentaciones que serán frecuentes, penetrantes, sutiles, insidiosas. Las principales son: egoísmo, vanidad, creerse mejor, dificultad para pedir ayuda, imaginarse uno que todo se lo merece, prontitud para juzgar los defectos de otros, facilidad para acceder a placeres exóticos o intensos que luego encadenan. No es que sea malo tener riquezas sino que ello está rodeado de lazos y engaños.

La única posibilidad, si uno tiene bienes abundantes es: reconocerse uno mismo necesitado y en peligro; examinar a menudo la conciencia; comprender las dinámicas de injusticia del mundo y luchar contra ellas; hacer ayunos y penitencias por los pecados ocultos de uno mismo, de la familia y de las fuentes de dinero que le proveen; cuidar que las propias riquezas no corrompan el corazón de los hijos o personas a cargo< y sobre todo: usar el poder para servir a la Iglesia, a la evangelización y a ser más y más útil a todos.

La fe de Benedicto y la pobreza de Francisco, 12 de 12

[La fe del Papa Benedicto y la pobreza del Papa FranciscoRetiro Espiritual para el Monasterio de Santa María Reina, en Zamora, España. Junio de 2013.]

lourdes

Tema 12 de 12: La Iglesia, comunidad de frontera

* Debemos particularmente al dominico Felicísimo Martínez la convicción de que la evangelización, y en realidad, la Iglesia entera está llamada a estar presente sobre todo en las fronteras. por ejemplo: la frontera entre la vida y la muerte; entre la creencia y la increencia; entre una vida miserable y una vida digna; en la pertenencia o no a la fe católica.

* En la misma línea, algunos filósofos y teólogos de la liberación acertaron sin duda al subrayar el riesgo de complicidad con el mundo en que incurre la Iglesia cuando se aficiona al “centro,” al poder, a tenerlo todo a punto, a mano y a placer. Una Iglesia “instalada” es a menudo una Iglesia traidora de su propia vocación e incapaz de realizar con verdad y eficacia su misión.

* Los dominicos sabemos algo de esto por un evento que está grabado en nuestros orígenes: aquellos monjes que con aparatosa caravana querían argumentar con los herejes lograron poco y nada. La “agilidad” del obispo Diego, y de Domingo; su “flexibilidad” para aprender de sus propios adversarios; su “libertad” para apegarse a lo esencial y desprenderse de lo demás, los hicieron instrumentos idóneos para el Evangelio, y para la implantación misma de la Iglesia en regiones que ya estaban prácticamente perdidas.

* Si volvemos a los textos mismos del Evangelio, ¿qué encontramos? A Cristo rodeado de lo más despreciado del mundo. Cristo es el “Dios-con-nosotros” pero los primeros que pueden decir eso, y que lo dicen con el alma colmada de gozo, son los pobres. El mismo Señor lo dijo: “los pobres son evangelizados,” citando a Isaías 61.

* Una anotación parecida hace Pablo a la comunidad de Corinto: “Pues considerad, hermanos, vuestro llamamiento; no hubo muchos sabios conforme a la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que Dios ha escogido lo necio del mundo, para avergonzar a los sabios; y Dios ha escogido lo débil del mundo, para avergonzar a lo que es fuerte; y lo vil y despreciado del mundo ha escogido Dios; lo que no es, para anular lo que es; para que nadie se jacte delante de Dios. Mas por obra suya estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual se hizo para nosotros sabiduría de Dios, y justificación, y santificación, y redención, para que, tal como está escrito: EL QUE SE GLORIA, QUE SE GLORIE EN EL SEÑOR.” (1 Corintios 1,26-31). Y también Santiago, especialmente en 1,9-11; 2,1-7.

* Queda claro entonces el camino de la Iglesia, a partir de la sobriedad, el servicio, la generosidad, el usar las cosas sin dejarnos poseer por ellas, y el buscar en todo cómo se da gloria a Dios y cómo se expresa mejor su amor inconmensurable en favor de los pequeños.

La fe de Benedicto y la pobreza de Francisco, 10 de 12

[La fe del Papa Benedicto y la pobreza del Papa FranciscoRetiro Espiritual para el Monasterio de Santa María Reina, en Zamora, España. Junio de 2013.]

virgin-mary-1

Tema 10 de 12: La Virgen de Nazareth

* Los llamados “evangelios de la infancia” (Mateo, capítulos 1 y 2; Lucas capítulos 1 y 2) presentan la transición que va del “Pequeño Resto” al “Pueblo de las Bienaventuranzas.” Los personajes que allí aparecen, como Zacarías, Isabel, Simeón, Ana, y por supuesto: José y María, hacen todos parte de esa espiritualidad que es propia de los que son germen santo, pequeño resto, pobres de Yahveh, supervivientes de Israel. Es necesario leer la vida de la Virgen a partir de ese contexto que fue en el que ella vivió.

* En ese sentido resulta contradictorio rodear de pompa, lujo y circunstancia la devoción a María porque no debe presumirse que las riquezas de esta tierra son la mejor manera de representar la abundancia de dones del Espíritu.

* De hecho, observando con atención uno pronto descubre una hermosa “complicidad” y cercanía entre la Santa Señora y los pobres y sencillos de esta tierra. Hablan un mismo lenguaje. Un lugar, entre muchos, donde ello se percibe muy vivamente es el Santuario de Nuestra Señora del Rosario en Chiquinquirá.

* El modo como maría se ve a sí misma, es decir, como “esclava” del Señor, es en realidad un grito de libertad. En la línea de los Pobres de Yahveh, ella sabe a quién pertenece y a qué voz hace caso. Su palabra habla del escepticismo y distancia frente a los poderes y poderosos de esta tierra.

* Y precisamente por tener esa mirada hacia lo alto, ella muestra la magnanimidad propia del Dios Santo. Junto a la Cruz descubre toda la incapacidad y la traición de los discípulos; pero pronto está junto a ellos implorando el auxilio del Espíritu Santo para todos. De tal modo está su alma elevada a los intereses del Evangelio que sin aspaviento ni resignación forzada perdona y sigue adelante. testimonio sublime para nuestra vida consagrada que a menudo se resfría en su amor por cosas sin importancia.

La fe de Benedicto y la pobreza de Francisco, 08 de 12

[La fe del Papa Benedicto y la pobreza del Papa FranciscoRetiro Espiritual para el Monasterio de Santa María Reina, en Zamora, España. Junio de 2013.]

tunas

Tema 8 de 12: El Pequeño Resto

* Jeremías lo vio con bastante claridad: el juego irresponsable de creer que puede pecar y luego contentar a Dios con sacrificios no podía continuar indefinidamente.

* Vio también este profeta que es puro engaño creer que la razón por la que el Reino del Norte (Israel) se extinguió es solamente porque no tenían un verdadero templo ni verdadero culto. El problema no es el culto. El problema ya viene denunciado desde la época de Isaías: Este pueblo me honra con los labios pero su corazón está lejos de mí (Isaías 29,13).

* Como Dios ha empeñado su palabra, es claro que el pueblo elegido no desaparecerá; pero como el pueblo se ha obstinado en sus caminos torcidos, es claro que no podrá seguir como va. Surge así la convicción de que vendrá una gran purificación. El pueblo tiene que ser purificado, limpiado, diezmado. Y de lo que quede surgirá algo nuevo.

* Esta es la idea del “germen santo” que aparece en Isaías 4,2-3. Es el “pequeño resto” de que habla Sofonías 3,12-13. Esos sobrevivientes, llamados santos, pequeños en número pero colmados del verdadero conocimiento de Dios, son la esperanza de una alianza vivida de corazón, en fidelidad y amor.

* También nuestra época parece necesitar de ese tipo de purificación. El cristiano del presente y a+un más el del próximo futuro sólo podrá sobrevivir en coherencia con su fe bajo estas cuatro consignas:

(1) Una experiencia fuerte y transformante del Dios vivo.

(2) Pertenencia a una “pequeña comunidad” donde se le conozca por el nombre y donde pueda ser guiado y corregido.

(3) Una convicción profunda y práctica real de la oración personal.

(4) Urgencia interior y ejercicio exterior del testimonio y la evangelización a otros.

AVE MARIA, Un retiro en el Espiritu, 3 de 6

[Retiro ofrecido a un grupo de laicos de la Renovación Carismática en Lima, Perú, para el Pentecostés 2013.]

* Hay la idea de que ser pobre o ser humilde es señal de cobardía, debilidad o incapacidad de defender lo que uno cree y valora.

* El filósofo anticristiano Friedrich Nietzsche, por ejemplo, veía en la moral cristiana un ejemplo de lo que es “moral de esclavos.”

* Lo que nos muestra la Biblia con respecto a los Pobres de Yahvé es muy diferente. Esta es gente que se ha decepcionado de todo y de todos: ya no les creen a los poderosos y por eso son más inmunes que el resto de la humanidad a las promesas vacías y a las amenazas continuas.

* Así entendida, la pobreza une estrechamente a la verdad y a la libertad. El exhibicionismo y la arrogancia, tan propios del que se cree fuerte o quiere impresionar, es algo que no existe en el que vive la espiritualidad de la pobreza.

* Claramente la libertad de acción de la Virgen María, que sale de sí misma para servir a su anciana pariente Isabel, o la libertad de Jesús, aún niño, cuando interpela a los Maestros de la Ley, hablan de esa dignidad recuperada que no suele asociarse con la pobreza pero que en realidad está ahí, por una razón muy sencilla: a menos ídolos, más presencia y fuerza de Dios.

AVE MARIA, Un retiro en el Espiritu, 2 de 6

[Retiro ofrecido a un grupo de laicos de la Renovación Carismática en Lima, Perú, para el Pentecostés 2013.]

* La verdadera sanación de la voluntad herida por el pecado es el remedio que se llama la GRACIA.

* Cuando se tiene la ley pero no se tiene la gracia se queda en una condición de como una estaba, porque es entonces cuando se cae en uno de estos tres abismos: (1) El cinismo; (2) La desesperación; (3) La bipolaridad, entendida de modo informal (no clínico) como el capricho subjetivista.

* En el Pueblo de Dios, fue el destierro la época señalada en el designio de Dios para crear el “Pequeño Resto,” es decir, para conducir a los suyos, a través de la humillación y el despojo, a lo esencial, lo verdadero, lo más importante. Ese destierro vino a ser así un camino pedagógico e incluso liberador, como también ha pasado a aquellas parejas que de sus crisis salen fortalecidas y mucho más unidas.

* El Antiguo Testamento es claramente una obra incompleta, o mejor: una obra que pide ser completada, porque el Pueblo pobre y humillado, que ahora sólo tiene su esperanza en Dios necesita recibir de Él una voz de misericordia, una fuerza que los restaure.

* De hecho, hay una continuidad entre las decepciones por las que pasa el Pequeño Resto y el texto cumbre de las bienaventuranzas.

* La espiritualidad de las bienaventuranzas, que es como el alma del Evangelio entero, es al mismo tiempo desilusión de todo y firmísima confianza en Dios. Es el espíritu que vemos en los personajes de los Evangelios de la Infancia (capítulos 1 y 2 de Mateo y capítulos 1 y 2 de Lucas). Nombres como Simeón, Ana, Zacarías, Isabel, y sobre todo: José y María, representan esa continuidad notable entre el pueblo salido del destierro y la noticia maravillosamente nueva del Evangelio.

Fundacion Bella Flor

“Formar niños generadores de cambio es formar líderes con la capacidad de descubrir oportunidades donde otros no las ven, de ponerse metas ambiciosas y trabajar con empeño y compromiso para lograrlas; es formar ciudadanos con principios y valores que contribuyan al bien común y a la convivencia social, con hábitos constructivos para sí mismos y para quienes los rodean; es formar personas con emociones y pensamientos sanos que generan valor para su familia, su entorno, su sociedad; es formar colombianos con el poder y la convicción de trabajar por su país…”

Fundacion Bella Flor

Click!

El Espiritu, la Biblia… y yo (2 de 3)

Un retiro espiritual en tres charlas bíblicas que quieren seguir el paso del Espíritu en la Historia de la Salvación. Tema 2: Segunda de dos partes sobre el Antiguo Testamento. El Pequeño Resto y la espiritualidad de los Pobres de Yahvé.

[Si estás leyendo esto en Facebook y deseas escuchar la predicación a la que aquí se hace referencia, haz click en “Publicación Original.”]