Acercarse al pensamiento de Platón, 6 de 6: Visión de Platón sobre el hombre y la sociedad

[Curso especial ofrecido en el Convento de Santo Domingo de Bogotá, concluido en Septiembre de 2015.]

Tema 6 de 6: Visión de Platón sobre el hombre y la sociedad

El punto de partida lo podemos plantear así: ¿Qué fuerza tiene en los seres humanos reales, la idea que sí misma es suprema, es decir, la idea de bien?

* Hay unas ideas que tienen supremacía sobre otras, y según Platón, en la cumbre de ellas está el Bien, pero ¿por qué siendo suprema, no reina y no nos cautiva?

* Parece que para Sócrates la respuesta es simple: toda maldad es consecuencia de la ignorancia del bien. Hacer buena a una persona equivaldría a enseñarle, mostrarle el Bien.

* Platón llega a una conclusión distinta: tenemos más de un alma, o el alma humana tiene “partes,” lo cual conduce a un extraño paralelismo con lo social: Aunque el ser humano parece uno es múltiple y aunque la sociedad es múltiple esta llamada a ser una. La sociedad perfecta es como un hombre, que es uno, pero en la cual existen muchos “apetitos.”

* Hay entonces alma:

+ Vegetativa: Propia de la continuidad en el ser.
+ Sensitiva: Reacciona frente a los distintos estímulos; se caracteriza por los “apetitos,” impulsos o fuerzas: concupiscible, que tiende al placer, e irascible, que afianza el propio ser en las dificultades a través del combate.
+ Inteligible: la que nos abre al conocimiento y a las Ideas.

* Finalmente el bien del ser humano no queda entonces en el solo conocimiento de las Ideas sino que requiere de una armonía entre estas distintas “almas.” Otro tanto sucede en la sociedad, que, en paralelo con el ser humano, tendría que tener tres clases sociales:

+ Filósofos-Gobernantes
+ Guerreros-Guardianes
+ Trabajadores-Artesanos

* Por el paralelo entre la antropología y la sociedad: los trabajadores son como la vida vegetativa; los soldados como la vida sensitiva, y los filósofos, la vida intelectiva.

* A la larga, sin embargo, el sistema platónico se muestra extraordinariamente difícil de implementar entre otras cosas por el control absoluto del individuo: para Platón la mamá no debe considerar suyo a su hijo porque en realidad los hijos son de la polis. Así mismo, este filósofo espera que los guerreros sean célibes y los gobernantes tengan además de esa especie de voto de castidad también uno de pobreza. Espera él que sus gobernantes estén tan adheridos a los bienes propios del mundo contemplativo de las Ideas que vivan en absoluto desprendimiento incluso del poder que se les ha dado.

* Y la verdad es que poco se ha visto en la Historia de los bienes que podría traer el sistema de Platón mientras que los males del mismo sistema sí han asomado en regímenes totalitarios: Caso visto con Hitler, que hizo escuelas de “puros,” de modo que las mamás de los “arios” tenían que entregarlos al estado nazi: su padre sería el Estado y su madre, la ideología del partido. En Japón, en septiembre de 2015, el ministro de educación ha dispuesto que desaparezcan las humanidades de las universidades; pareciera que la meta es que nos asemejemos más a las máquinas que hacemos. En Australia, la mujer más adinerada afirmó en 2013 que lo que hay que hacer con los pobres es esterilizarlos: son ideas próximas a la explosiva combinación de totalitarismo y pragmatismo que bordea al pensamiento de Platón.

* Según este filósofo, hay distintos tipos de gobierno, que de mejor a peor serían:

1. Aristocracia: Gobierno de los mejores, los “reyes filósofos;” incluye la monarquía, que sería ideal si hay un rey que sea a la vez justo, sabio y poderoso.
2. Timocracia: Gobierno de los que tienen mejor nombre porque son dignos de honor.
3. Oligarquía: gobierno de unos pocos que se pasan el poder entre ellos.
4. Democracia: poder del pueblo.
5. Tiranía: poder acumulado de uno solo, según su fuerza y su capricho.

* Lo que uno concluye es que este tipo de estudio y de análisis no da ni pretende dar soluciones o respuestas inmediatamente aplicables; pero el buen hábito de reconocer ideas, propuestas y estrategias nos hace más despiertos y críticos en nuestro propio entorno.

Acercarse al pensamiento de Platón, 5 de 6: ¿Qué es la dialéctica en Platón?

[Curso especial ofrecido en el Convento de Santo Domingo de Bogotá, en Junio de 2015.]

Tema 5 de 6: ¿Qué es la dialéctica en Platón?

* En el estudio de las ideas hay que ir mucho más allá de las palabras, el diálogo Cratilo habla especialmente sobre esta relación. En este diálogo, Platón presenta dos teorías sobre el lenguaje: si el lenguaje depende sólo del acuerdo entre los seres humanos (esto es, la simple convención); o si las palabras tienen un vínculo necesario con las cosas. El objetivo fundamental de este texto apunta a que la discusión que permanece solamente en las palabras no avanza, no fluye.

* El conocimiento sensible no es fiable, porque es insuficiente. Por tanto se debe aspirar a un conocimiento superior, es decir, inteligible. El problema de los universales ha ocupado a muchos pensadores a lo largo de los siglos; en Platón este problema filosófico se centra en la convicción de que en las ideas, y sólo en ellas, se funda toda afirmación correcta, es decir, todo conocimiento verdadero. Platón está interesado en que el hombre comprenda que las ideas le son accesibles, o por lo menos que puede ponerse en camino hacia ellas.

* La Academia, que procuró este último objetivo, es como un laboratorio del intelecto humano en el que vemos surgir la práctica de la dialéctica, que implica un progreso en el entendimiento con la intervención de diferentes posturas e interlocutores. Y, el diálogo es la expresión del cómo se conoce, una experiencia de avanzar hacia el conocimiento. No es un avance a ciegas: es necesario destacar que dentro de las ideas se manifiesta una jerarquización, lo que significa que de una idea puede participar de otra. Cuanto más “alta” es una idea, se puede afirmar que está más cerca de la idea del ser.

* Esta formulación se extendió en la historia bajo el concepto de los llamados “trascendentales,” que representan expresiones prácticamente equivalentes con el ser, a saber: la unidad (unum), la verdad (verum), la bondad (bonum), el ser mismo (ens) y la belleza (pulchrum). Por contraste, quien se aleja o desinteresa de estos trascendentales, se aleja del ser. Esta idea es vital y protagónica en un revivir del platonismo, incluso en la era cristiana; autores relevantes con Plotino y pseudo-Dionisio, convencido de la necesidad de ascender en el ser. Sin embargo, en el neo-platonismo desaparece la figura del demiurgo y aparece como protagonista la emanación, es decir, la propuesta de que el ser emana forzosamente todo lo que existe. Esta postura está alejada de la fe cristiana, que afirma la creación del universo por parte de Dios, sin ningún tipo de obligación.

* Con esta claridad, es bueno evitar la caricaturización del pensamiento platónica, por ejemplo las siguientes imágenes:

+ Maniqueista, que presenta una dualidad en el origen de lo que existe, y propone apartarse de lo sensible suponiéndolo como intrínseca e irreparablemente malo; lo que en cambio plantea Platón es la superación de lo corporal.

+ Los dos pisos, que corre el riesgo de querer describir el mundo inteligible de forma sensible.

+ Lo ideal como irreal, de modo que el mundo platónico sería un mundo de fantasías imposibles de verificar; por el contrario, para Platón lo ideal es lo más real, a partir de las ideas es posible juzgar la realidad. Lo más real es lo menos visible.

* Ahora bien, de la teoría de las ideas existen aplicaciones consistentes con las necesidades y oportunidades de nuestro tiempo:

+ Insatisfacción: es necesario descubrir la insuficiencia del conocimiento sensible; no se puede hacer filosofía desde una postura de comodidad, suficiencia o satisfacción. En este sentido hay una conexión entre el platonismo y las bienaventuranzas.

+ Camino: es evidente que en el testimonio de la fe cristiana, tenemos certezas, pero que se transforman en camino, y que así conectan con el concepto de la dialéctica.

+ Dinamismo: que implica un impulso hacia algo más, similar a lo que la fe cristiana predica; es un llamado continuo, un anhelo, a procurar los bienes de arriba.

Acercarse al pensamiento de Platón, 4 de 6: ¿Qué son las IDEAS?

[Curso especial ofrecido en el Convento de Santo Domingo de Bogotá, en Junio de 2015.]

Tema 4 de 6: ¿Qué son las IDEAS?

* En el sistema filosófico de Platón, el término “idea” marca el conjunto y sirve de columna vertebral. Afecta e informa todo. Se refiere a la ontología, puesto que la verdadera realidad son las ideas; a la epistemología, en tanto el verdadero conocimiento es el que alcanza el nivel de las ideas; a la antropología, porque cuando se examina al ser humano, se descubre la apertura al conocimiento sensible e inteligible; finalmente, la capacidad de conocer las ideas da su aspecto y estructura a lo que Platón considera verdadera política, ciencia de la “polis,” entendida esta como unidad mínima de vida humana autónoma.

* El concepto etimológico de “idea” hace referencia al verbo ver, que puede interpretarse de manera puramente sensible o con la capacidad de la inteligencia. Por tanto hace referencia al conocimiento. La propuesta de Platón se entiende como un camino que va del conocimiento sensible hasta el inteligible. El Eidos que logra ver la inteligencia es un bien que permanece y que supera lo puramente sensible. Ahora bien, la relación entre el conocimiento sensible y el inteligible se encuentra en la palabra “participación”, que quiere expresar que el mundo de las ideas, de algún modo, se deja conocer mediante el mundo sensible. Este último tiene “algo de” el mundo inteligible.

* No se trata entonces de una maldad o corrupción de lo sensible, sino de una insuficiencia de lo sensible, no se puede confundir el dualismo platónico con el dualismo maniqueo. La multiplicidad de las instancias sensibles, contrasta con la unicidad y permanencia de la instancia inteligible.

* Platón está convencido de la realidad ontológica de las ideas, que son más reales que lo sensible, ya que esto último es variable, transitorio, accidental y contingente; las ideas no dependen del intelecto. Las verdaderas ideas no dependen de que el hombre piense en ellas.

* Hay imágenes ridiculizantes o caricaturescas usadas para despreciar el pensamiento platónico; quedemos advertidos porque las mismas imágenes son usadas de la misma manera para hablar del alma, de los espíritus y de Dios mismo.

* ¿De qué manera se dio, en la realidad, la participación de lo inteligible en lo sensible? Platón da una respuesta narrativo-religiosa: hay una especie de deidad, un ser semi-divino, a quien llama demiurgo, que cumple la tarea de realizar la participación. Se debe recordar que los griegos no llegaron a la noción de creación. Para ellos, la naturaleza es un dato permanente y eterno, contempladado bajo el término physis. Según eso, el demiurgo toma una materia sin forma, un material básico, dándole forma, se comporta por tanto como un escultor que plasma sombras de las formas eternas, en mayor o menor grado, en los distintos seres como existen.

Acercarse al pensamiento de Platón, 3 de 6: ¿Qué es filosofía para Platón?

[Curso especial ofrecido en el Convento de Santo Domingo de Bogotá, en Junio de 2015.]

Tema 3 de 6: ¿Qué es filosofía para Platón?

* En Platón, lo mismo que en otros autores de la Antigüedad, la religión no aparece como algo opuesto a la razón, sino como un marco donde se circunscribe la misma razón y es asumido con mucha naturalidad. En el camino filosófico que recorre Platón, no todo es racional, hay un espacio para algo que asoma más allá de la razón. Esto implica una centralidad de la razón, pero abierta a la trascendencia, entendida como la presencia de la religión. La idea de que la filosofía es un escape de la religión no es significativa en autores como Sócrates, Platón o Descartes, a quien algunos consideran padre de la filosofía moderna.

* La apertura a la revelación, especialmente referida al oráculo de Delfos, marca un punto fundamental para la filosofía platónica. Para este autor no es racional descartar por principio lo trascendente; lo que históricamente ha excluido los elementos de religión o de fe no es la razón, sino el prejuicio cientificista. Esto implica que el mundo del conocimiento, para un pensador como Platón, es mucho más amplio que el contemporáneo, ubicado bajo la tiranía cientificista.

* El papel de la mayéutica, término que describe la técnica apropiada para ayudar a una mujer a dar a luz, trae consecuencias importantes para el camino filosófico, dentro de ellas: un modelo antropológico en el que la verdad no se puede imponer, sino que debe nacer y crecer en cada hombre, quien debe apropiarse de ella; un modelo pedagógico, ya que no implica repetición o almacenamiento de conocimientos, sino apoyarse en el deseo de saber y hacer avanzar al discípulo; y un modelo social, que implica que frente a la inmensidad de la verdad todos somos pequeños, peregrinos.

* La mayéutica sólo es posible a través del diálogo, punto fundante del filosofar. Que no se trata de una secuencia narrativa, sino argumentativa, lo que significa que la constante en todos los diálogos es que el motor es la dinámica pregunta-respuesta, y quien más habla, es quien mejor sabe preguntar. En el mejor de los casos, la verdad se adueña del hombre, no inversamente, por tanto se presupone un camino de humildad. Así, el lenguaje no es autoevidente, es decir, cada palabra precisa clarificación, el lenguaje también posee historia, camino y fundamentalmente comunidad.

* Otro elemento característico del estilo platónico es la virtud (areté-virtus). Es un comportamiento visible, constante y consistente, como un rasgo que define a una persona. Al examinar la virtud, el objetivo principal es procurar encontrar qué es lo permanente, cuáles son los rasgos fuertes, típicos y característicos de la realidad. Dentro de las virtudes se destaca la justicia, que se comprende no sólo como lo referente a lo distributivo, sino como la medida posible y precisa, la atmósfera natural de la verdad, hermana de la belleza y del bien. Así la justicia se convierte en el hilo conductor del pensamiento platónico.

* La palabra griega idea (Eidos), finalmente, es la meta postulada del camino planteado anteriormente, es decir, se da por supuesta su existencia, sin depender de que el hombre pueda poseerla. El límite hacia el cual tiende el diálogo siempre será la idea, aunque nunca pueda llegar a identificarse plenamente con ella. Ahora, la idea atrae hacia sí al diálogo, por tanto, la idea causa el movimiento. Así surge la pregunta, por ejemplo ¿Qué me hace preguntarme por algo de mayor bondad que lo que conozco? La respuesta es doble: por una parte hace referencia a la existencia en sí misma de la bondad, o lo que se puede llamar “la realidad de las ideas”; por otra parte habla sobre el conocimiento, que se realiza como un “recuerdo”, al ver las cosas bellas recuerdo que es lo bello.

Acercarse al pensamiento de Platón, 1 de 6: ¿Por qué filosofar?

[Curso especial ofrecido en el Convento de Santo Domingo de Bogotá, en Junio de 2015.]

Tema 1 de 6: ¿Por qué filosofar?

* ¿Por qué filosofar? La filosofía en cuanto cuestionamiento obstinado sobre el por qué y el sentido de las cosas es inevitable ya que es connatural al ser humano. Por eso, cuanto menos filosofemos, más útiles somos a los intereses de los poderes que ya saben que hacer con nosotros porque el espacio de pensamiento siempre es un espacio de libertad y cuando se quiere dominar a la gente, una consigna es que no piense.

* Es importante distinguir entre la ciencia y la filosofía. La ciencia se ocupa de constatar el “ser”, no es parte de su oficio el “deber ser”. La sola acumulación de datos científicos no da por sí misma sabiduría.

* Hay un modo de ver la inteligencia, muy en boga hoy en día, que propone que la inteligencia humana es homogénea con la inteligencia animal; grave error que deja perder lo propio de la inteligencia humana.

* Por contraste, un filósofo como Xavier Zubiri distingue dos formalidades: formalidad estimúlica, centrada en estímulos (en el “para mí”), propia del comportamiento animal y la formalidad de realidad, propia del comportamiento humano, que se centra en las preguntas; facultad que permite interesarse por el “en sí” de las cosas, y que así se preocupa por el “ser” y la “verdad.”

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