Todo consiste en empezar y luego seguir

No dejes de hacer las cosas por falta de instrumentos: se comienza como se puede. -Después, la función crea el órgano. Algunos, que no valían, resultan aptos. Con los demás se hace una operación quirúrgica, aunque duela -¡buenos “operadores” fueron los santos!-, y se sigue adelante.

Fe viva y penetrante. Como la fe de Pedro. -Cuando la tengas -lo ha dicho El- apartarás los montes, los obstáculos, humanamente insuperables, que se opongan a tus empresas de apóstol.

Rectitud de corazón y buena voluntad: con estos dos elementos y la mirada puesta en cumplir lo que Dios quiere, verás hechos realidad tus ensueños de Amor y saciadas tus hambres de almas.

“Nonne hic est fabri filius? Nonne hic est faber, filius Mariæ?” -¿Acaso éste no es hijo del artesano? ¿No es el artesano hijo de María? -Esto, que dijeron de Jesús, es muy posible que lo digan de ti, con un poco de pasmo y otro poco de burla, cuando “definitivamente” quieras cumplir la Voluntad de Dios, ser instrumento: Pero, ¿no es éste aquél?… -Calla. Y que tus obras confirmen tu misión.

Más pensamientos de San Josemaría.

Renuevame por dentro con espiritu firme, 3 de 3

[Predicación en la Asamblea de la Renovación Carismática, Región Andalucía Occidental, 2012.]

Tema 3 de 3: Con espíritu firme.

* Si hay algo que pronto descubre el que se propone algo bueno es que el bien es arduo y la perseverancia en el bien es virtud escasa en la raza de Adán.

* El Antiguo Testamento muestra con abundancia de ejemplos cómo el pueblo que Dios eligió es pronto para aceptar los mandamientos pero también demasiado ágil en quebrantarlos y luego en endurecerse ante la palabra que le reconviene.

* El problema no está en que uno no vea el bien–eso es posible para una conciencia despierta o para todo el que oiga la proclamación de la Ley de Moisés. El problema es la falta de alegría, de gusto en el bien, de certeza de que aun lo malo es bueno, si se enfrenta buscando con sinceridad el bien mayor.

* Por eso la antigua alianza termina fallando: porque el puente que Dios quiere tender con el hombre se sostiene del lado de Dios pero no es firme del lado del hombre.

* Esta situación cambia para mejor con la Nueva Alianza. Abierto el camino por la Cruz de Cristo, el don del Espíritu Santo se asienta en nosotros y vive su misterio en nosotros. No nos suplanta sino que nos hace alcanzar la plenitud de lo que podríamos ser y estamos llamados a ser. Y al obrar así, el puente ya está firme y funciona, porque Dios está a ambos lados.

Persevera en tu oracion

Cuando vayas a orar, que sea éste un firme propósito: ni más tiempo por consolación, ni menos por aridez.

No digas a Jesús que quieres consuelo en la oración. -Si te lo da, agradéceselo. -Dile siempre que quieres perseverancia.

Persevera en la oración. -Persevera, aunque tu labor parezca estéril. -La oración es siempre fecunda.

Tu inteligencia está torpe, inactiva: haces esfuerzos inútiles para coordinar las ideas en la presencia del Señor: ¡un verdadero atontamiento! No te esfuerces, ni te preocupes. -Oyeme bien: es la hora del corazón.

Esas palabras, que te han herido en la oración, grábalas en tu memoria y recítalas pausadamente muchas veces durante el día.

“Pernoctans in oratione Dei” -pasó la noche en oración. -Esto nos dice San Lucas, del Señor. Tú, ¿cuántas veces has perseverado así? -Entonces…

Si no tratas a Cristo en la oración y en el Pan, ¿cómo le vas a dar a conocer?

X-B. Persistir aunque no aparezca de inmediato el fruto

334. ¡Ay de vosotros cuando todos hablen bien de vosotros! Lo mismo trataron vuestros padres a los falsos profetas. (Lc 6,26)

335. Maestro, hemos bregado toda la noche sin cobrar nada; pero, ya que lo dices, echaré las redes. (Lc 5,5)

336. Si el mundo os odia, sabe que primero me odió a mí. Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo. Pero, como no sois del mundo, sino que yo os elegí sacándoos del mundo, por eso os odia el mundo. (Jn 15,18-19)

337. Llegará un tiempo en que no soporten la sana doctrina, sino que, siguiendo sus pasiones, se rodearán de maestros que les halaguen los oídos. No dando oídos a la verdad, se volverán a las fábulas. Tú vigila continuamente, aguanta las penalidades, ejecuta la tarea de anunciar la buena noticia, cumple tu ministerio. (2 Tm 4,3-5)

338. Si os insultan por ser cristianos, dichosos vosotros, porque el Espíritu de Dios y su gloria, reposa en vosotros. Que ninguno de vosotros tenga que padecer por ladrón o asesino o criminal o por meterse en asuntos ajenos. Pero si padece por ser cristiano, no se avergüence, antes dé gloria a Dios por tal título. (1 P 4,14-16)

339. Dichosos vosotros cuando os injurien y os persigan y os calumnien de todo por mi causa. Estad contentos y alegres, porque vuestro premio en el cielo es abundante. Lo mismo persiguieron a los profetas que os precedieron. (Mt 5, 11-12)

340. En una visión nocturna el Señor dijo a Pablo: No temas, sigue hablando y no calles, yo estoy contigo y nadie podrá hacerte daño, porque en esta ciudad tengo yo un pueblo numeroso. (Hch 18,9-10)

341. Y todos los que quieran vivir religiosamente como cristianos, sufrirán persecuciones. (2 Tm 3,12)

VIII-D. La fidelidad se muestra en la prueba

302. Este dicho merece fe: Si morimos con él, viviremos con él: si aguantamos, reinaremos con él; si renegamos de él, renegará de nosotros; si le somos infieles, él se mantiene fiel, pues no puede negarse a sí mismo. (2 Tm 2,11-13)

303. ¡Ay del corazón caído, que no tiene confianza! Por eso no será protegido. (Sir 2,13)

304. El Señor no se retrasa en cumplir su promesa, como algunos piensan, sino que tiene paciencia con vosotros, pues no quiere que se pierda nadie, sino que todos se arrepientan. (2 P 3,9)

305. Hijo mío, cuando te acerques a servir al Señor, prepárate para la prueba, mantén el corazón firme, sé valiente, no te asustes cuando te sobrevenga una desgracia. (Sir 2,1-2)

306. Esforzaos por afianzar vuestra vocación y elección. Si obráis así, no tropezaréis; antes bien, os darán generosamente entrada en el reino perpetuo del Señor nuestro y salvador Jesucristo. (2 P 1,10-11)

307. Todavía no habéis resistido hasta la sangre en vuestra lucha contra el pecado. (Hb 12,4)

308. Someteos, pues, a Dios. Resistid al diablo y huirá de vosotros. (St 4,7-8)

309. Quien no ha pasado pruebas, poco sabe. (Sir 34,10)

310. Uno que hecha mano al arado y mira atrás, no es apto para el Reino de Dios. (Lc 9,62)