¿Y qué es un ser humano?

En una discusión con un docente y mis compañeros sobre el aborto, al yo refutar y utilizar las palabras persona, bebé y ser humano, el docente (que es uno bastante formado) me replicó: un momento que me estas hablando de tres cosas diferentes: un ser humano, una persona y un bebé. Francamente no tenía ni idea que eso estaba ya separado! y luego empezó la loca de la casa (mi cabeza, como decía Sta Teresa) a preguntarme: pero que es un ser humano? Puedes decir que es lo que nace producto de un proceso biológico entre dos seres humanos, pero eso prontamente va a desaparecer, pues la experimentación genética ha logrado “producir” un ser humano con tres ADNs diferentes, entonces esto no basta. No puede ser definido por su aspecto corporal, pues no todos nacen con todos los orgános, o todos los miembros o partes del cuerpo y aún así se les considera seres humanos. Se reduce entonces a las habilidades y la productividad? pero tampoco puede ser esto lo que defina a un ser humano, pues los bebes y los ancianos y personas con ciertas enfermedades no podrían considerarse humanos. Entonces es un humano por tener alma? pero como podemos saber si tienen alma los fetos que son un verdadero desastre de la naturaleza (esto lo digo por todas las enfermedades realmente graves del embarazo que son conocidas, algunas de las cuales forman una figura humana, pero sin cerebro, o sin órganos, y otros tantos que parecen salidos de películas de terror). Es un ser humano algo que se produce instantáneamente al momento de la unión del óvulo con el espermatozoide? pero volvemos a los bebés manipulados genéticamente y a los óvulos fecundados que nunca se llegan a implantar en el útero. — D.C.

* * *

Empecemos por la distinción que hace aquel médico entre ser humano, persona y bebé. El término “bebé” simplemente indica una característica cronológica que no cambia la dignidad intrínseca del ser respectivo. Un bebé de zarigüeya no tiene la dignidad de un bebé humano por ser ambos bebés. Eso nos permite concentrarnos en los otros dos términos: “ser humano” y “persona.”

Los que separan estos dos términos no dudan de que un adulto con su pleno desarrollo cognitivo y emocional sea una “persona,” de modo que la separación que hacen proviene de que consideran que hay seres humanos que no son, o no son plenamente personas. ¿Quiénes podrían ser esos seres humanos? Según unos u otros criterios, habrá quienes digan que un bebé recién nacido no es persona porque sus reacciones frente a estímulos o dificultades es más cercana a la de un animal que a la de un adulto humano. De manera análoga, un niño con autismo tampoco sería una persona. Uno ve que esta clase de distinciones traen prontamente cuestiones éticas difíciles. Por ejemplo, si alguien tiene un accidente cerebro-vascular grave, ¿deja de ser persona? Un enfermo en coma, ¿ya no es persona? Y de inmediato estas definiciones traen consecuencias: si alguien (¿o algo?) no es persona, es fácil inclinarse a la idea de que se puede “disponer” de él, por ejemplo, determinando a quién es lícito eliminar para que no consuma recursos del Estado.

Son tan graves las consecuencias de esta separación entre “ser humano” y “persona” que uno siente que es arbitraria porque deja la dignidad de enfermos, ancianos o discapacitados en manos de criterios que pueden afectar profundamente su calidad de vida o incluso llevar a la muerte. Es mucho más humano y más sano asociar la dignidad y los derechos propios de la “persona” a TODO ser humano, y eso significa que la contraposición entre persona y ser humano no es éticamente admisible. Lo que parece correcto, y lo que ha hecho la Iglesia de modo consistente es hablar de persona humana, siempre y desde el principio de la misma vida humana.

Este razonamiento nos conduce a la pregunta sobre qué es un ser humano, es decir, a partir de lo ya expuesto: ¿qué es una persona humana? Un buen punto de partida es lo que nos dice el Catecismo de la Iglesia Católica:

***

362 La persona humana, creada a imagen de Dios, es un ser a la vez corporal y espiritual. El relato bíblico expresa esta realidad con un lenguaje simbólico cuando afirma que “Dios formó al hombre con polvo del suelo e insufló en sus narices aliento de vida y resultó el hombre un ser viviente” (Gn 2,7). Por tanto, el hombre en su totalidad es querido por Dios.

363 A menudo, el término alma designa en la Sagrada Escritura la vida humana (cf. Mt 16,25-26; Jn 15,13) o toda la persona humana (cf. Hch 2,41). Pero designa también lo que hay de más íntimo en el hombre (cf. Mt 26,38; Jn 12,27) y de más valor en él (cf. Mt 10,28; 2M 6,30), aquello por lo que es particularmente imagen de Dios: “alma” significa el principio espiritual en el hombre.

364 El cuerpo del hombre participa de la dignidad de la “imagen de Dios”: es cuerpo humano precisamente porque está animado por el alma espiritual, y es toda la persona humana la que está destinada a ser, en el Cuerpo de Cristo, el templo del Espíritu (cf. 1 Co 6,19-20; 15,44-45):

«Uno en cuerpo y alma, el hombre, por su misma condición corporal, reúne en sí los elementos del mundo material, de tal modo que, por medio de él, éstos alcanzan su cima y elevan la voz para la libre alabanza del Creador. Por consiguiente, no es lícito al hombre despreciar la vida corporal, sino que, por el contrario, tiene que considerar su cuerpo bueno y digno de honra, ya que ha sido creado por Dios y que ha de resucitar en el último día» (GS 14,1).

365 La unidad del alma y del cuerpo es tan profunda que se debe considerar al alma como la “forma” del cuerpo (cf. Concilio de Vienne, año 1312, DS 902); es decir, gracias al alma espiritual, la materia que integra el cuerpo es un cuerpo humano y viviente; en el hombre, el espíritu y la materia no son dos naturalezas unidas, sino que su unión constituye una única naturaleza.

366 La Iglesia enseña que cada alma espiritual es directamente creada por Dios (cf. Pío XII, Enc. Humani generis, 1950: DS 3896; Pablo VI, Credo del Pueblo de Dios, 8) —no es “producida” por los padres—, y que es inmortal (cf. Concilio de Letrán V, año 1513: DS 1440): no perece cuando se separa del cuerpo en la muerte, y se unirá de nuevo al cuerpo en la resurrección final.

***

El planteamiento de la Iglesia no deja duda sobre la identidad y la dignidad de cada ser humano. Pero deja abierta la cuestión ética en torno a los seres humanos “producidos” con profundas intervenciones de tecnología biológica y genética. Razón para entender por qué la misma Iglesia se opone a tomar como único criterio de procreación que alguien diga: “Yo quiero tener un hijo” o lo que ya sucede en algunos lugares: “Yo quiero un hijo con tales características.”

Pero esos seres humanos existen y no es su culpa haber venido a este mundo.

En este punto conviene recordar que las intervenciones en el ADN de un cigoto apunta a genes muy específicos. En un ser humano “producto” de ese tipo de intervención, los porcentajes serían algo así como: 49,999…99999999999% o mucho más de la mamá; 49,999…99999999999% o mucho más del papá y 0,000…00000000002% o muchísimo menos de otra persona. Habida cuenta de que ese porcentaje externo (al papá y a la mamá) interviene en genes específicos conectados con enfermedades o rasgos físicos puntuales. Hay quienes incluso miran ese tipo de intervenciones genéticas como micro o nano-cirugías.

Todo eso apunta a que los seres humanos “producidos” no tienen en realidad un cambio radical en su realidad corporal, y que por tanto no es necesario cambiar la definición de ser humano: un ser humano, que desde el principio posee toda la dignidad de la persona humana, es el resultado de la unión entre las células germinales de un hombre y una mujer, incluso si esa persona tiene posteriormente intervenciones genéticas o fisiológicas.

Sobre los orígenes de la crisis de la razón y la falta de fe

“Es doloroso preguntarse cómo puede ser que, habiendo tan grande y numeroso Magisterio, abunden de tal manera los prejuicios, los tópicos antidoctrinales, las herejías y los errores en la mente católica de hoy en general, salvo excepciones. Que contando con un cuerpo doctrinal tan extenso y formidable, sean tantos, tantos los católicos que andan perdidos, perdidísimos en cuestiones dogmáticas, no es sólo llamativo, sino clamoroso; más bien es dramático, y nos hace pensar en una crisis de proporciones pandémicas…”

Haz clic aquí!

Introducción a la estética filosófica

“Los seres humanos estamos hechos para la belleza. No sólo para el alimento, el trabajo, el descanso, el conocimiento o el lenguaje. También y muy principalmente para la belleza. Por eso nunca nos cansamos de admirar la primavera y el otoño, ni de contemplar la Vista de Delft o la Piedad de Miguel Ángel, ni de escuchar La flauta mágica o a Paul MacCartney cantando Hey, Jude. Por estar hechos para la belleza buscamos, siempre y sobre todo, el amor…”

Haz clic aquí!

El hombre y el universo de las cosas

456 La visión bíblica inspira las actitudes de los cristianos con respecto al uso de la tierra, y al desarrollo de la ciencia y de la técnica. El Concilio Vaticano II declara que « tiene razón el hombre, participante de la luz de la inteligencia divina, cuando afirma que por virtud de su inteligencia es superior al universo material ».946 Los Padres Conciliares reconocen los progresos realizados gracias a la aplicación incesante del ingenio humano a lo largo de los siglos, en las ciencias empíricas, en la técnica y en las disciplinas liberales.947 El hombre « en nuestros días, gracias a la ciencia y la técnica, ha logrado dilatar y sigue dilatando el campo de su dominio sobre casi toda la naturaleza ».948 Continuar leyendo “El hombre y el universo de las cosas”

El cristianismo no es una filosofía

“El cristianismo no es una filosofía. No se presenta como una filosofía más en el mercado del pensamiento. El cristianismo es, ante todo, la intervención histórica de Dios Padre en su Hijo Cristo, por medio del Espíritu Santo, para salvar al hombre de la esclavitud del pecado y de la muerte y elevarlo a la condición de hijo de Dios. Antes que una doctrina, es un hecho salvador que se perpetúa en el seno de la Iglesia…”

Haz click aquí!

Peligros de coerción en el llamado coaching

“Al capitalismo le conviene seres funcionales y productivos, le tiene sin cuidado el ser del sujeto, su deseo y su verdad. Por ello, en este escenario caótico, asumo como una necesidad ética, cuestionar los planteamientos, ámbitos de aplicación y prácticas del coaching, no sólo como dispositivo de control social, sino además denunciar su nociva modalidad coercitiva, la cual representa un conjunto de cursos, talleres o entrenamientos con un esquema multinivel, operación piramidal y dinámica sectaria, a los cuales se accede a través de un enrolamiento comercial y en los que se usan sin propósitos terapéuticos ni marcos éticos estrategias de persuasión coercitiva, bajo la falaz premisa de modificar creencias limitantes y generar una reconstrucción en las personalidades de los participantes…”

Haz click aquí!

Acercarse al pensamiento de Platón, 4 de 6: ¿Qué son las IDEAS?

[Curso especial ofrecido en el Convento de Santo Domingo de Bogotá, en Junio de 2015.]

Tema 4 de 6: ¿Qué son las IDEAS?

* En el sistema filosófico de Platón, el término “idea” marca el conjunto y sirve de columna vertebral. Afecta e informa todo. Se refiere a la ontología, puesto que la verdadera realidad son las ideas; a la epistemología, en tanto el verdadero conocimiento es el que alcanza el nivel de las ideas; a la antropología, porque cuando se examina al ser humano, se descubre la apertura al conocimiento sensible e inteligible; finalmente, la capacidad de conocer las ideas da su aspecto y estructura a lo que Platón considera verdadera política, ciencia de la “polis,” entendida esta como unidad mínima de vida humana autónoma.

* El concepto etimológico de “idea” hace referencia al verbo ver, que puede interpretarse de manera puramente sensible o con la capacidad de la inteligencia. Por tanto hace referencia al conocimiento. La propuesta de Platón se entiende como un camino que va del conocimiento sensible hasta el inteligible. El Eidos que logra ver la inteligencia es un bien que permanece y que supera lo puramente sensible. Ahora bien, la relación entre el conocimiento sensible y el inteligible se encuentra en la palabra “participación”, que quiere expresar que el mundo de las ideas, de algún modo, se deja conocer mediante el mundo sensible. Este último tiene “algo de” el mundo inteligible.

* No se trata entonces de una maldad o corrupción de lo sensible, sino de una insuficiencia de lo sensible, no se puede confundir el dualismo platónico con el dualismo maniqueo. La multiplicidad de las instancias sensibles, contrasta con la unicidad y permanencia de la instancia inteligible.

* Platón está convencido de la realidad ontológica de las ideas, que son más reales que lo sensible, ya que esto último es variable, transitorio, accidental y contingente; las ideas no dependen del intelecto. Las verdaderas ideas no dependen de que el hombre piense en ellas.

* Hay imágenes ridiculizantes o caricaturescas usadas para despreciar el pensamiento platónico; quedemos advertidos porque las mismas imágenes son usadas de la misma manera para hablar del alma, de los espíritus y de Dios mismo.

* ¿De qué manera se dio, en la realidad, la participación de lo inteligible en lo sensible? Platón da una respuesta narrativo-religiosa: hay una especie de deidad, un ser semi-divino, a quien llama demiurgo, que cumple la tarea de realizar la participación. Se debe recordar que los griegos no llegaron a la noción de creación. Para ellos, la naturaleza es un dato permanente y eterno, contempladado bajo el término physis. Según eso, el demiurgo toma una materia sin forma, un material básico, dándole forma, se comporta por tanto como un escultor que plasma sombras de las formas eternas, en mayor o menor grado, en los distintos seres como existen.

La glándula pineal

Apreciado Fray Nelson: Le saludo en nombre del Señor Jesus y de la Santisima Virgen Maria y deseo preguntarle lo siguiente: Cuando el Señor Jesus dice que la lampara del cuerpo es el ojo a que se refiere, es cierto, como dicen algunos, que se trata de la llamada glandula pineal. Le rogaria me responda porque no alcanzo a comprender exactamente lo expresado por el Señor y ademas me encuentro confundida. Muchas gracias y que Nuestra Señora lo proteja. Atentamente, G. S. H.

* * *

Consultada el 25 de agosto de 2015, la Wikipedia nos explica bastante bien qué es y para qué sirve la glándula pineal:

La glándula pineal, también conocida como cuerpo pineal, conarium o epífisis cerebral es una pequeña glándula endocrina en el cerebro de los vertebrados. Produce melatonina, una hormona derivada de la serotonina que afecta a la modulación de los patrones del sueño, tanto a los rítmos circadianos como estacionales. Su forma se asemeja a un pequeño cono de pino (de ahí su nombre), y está ubicada en el epitálamo cerca del centro del cerebro, entre los dos hemisferios, metida en un surco donde las dos mitades del tálamo se unen.

La ubicación de este pequeño órgano, en lo más profundo y recóndito del cerebro, le ha hecho ganar una fama que no han tenido otros órganos. Así por ejemplo, el filósofo René Descartes (siglo XVII) creía que la pineal era nada menos que el “puente” entre la mente inmaterial y el cuerpo material, o, como él decía, entre una “res cogitans” (cosa o realidad pensante) y una “res extensa” (cosa o realidad espacial o material). No explicó Descartes, sin embargo, cómo era que un órgano plenamente material, cual es esta glándula, servía de conducto a lo inmaterial pero esa es sola una de las dificultades que hacen insostenible su posición filosófica dualista.

Un hombre tan confundido y tan confuso en sus escritos como George Bataille (siglo XX), fue un inesperado continuador de Descartes en proclamar las grandezas (ficticias) de la glándula pineal, esta vez asignándole el papel de “puente” entre nuestra cultura occidental, tan adicta a la ciencia, y la cultura oriental, tan próxima a la percepción de lo trascendente. Al parecer fue él quien propulsó notablemente la idea de que un órgano del cuerpo humano, tan visible como la nariz o los pies, correspondía completamente al famoso “tercer ojo” de que hablan distintos autores orientales, de corte hinduista o budista. La idea sin embargo ya la había formulado el mismo Descartes.

Lo interesante de esas afirmaciones es que no tienen más fundamento que la ignorancia, y por eso no puede ser peor la condición de quienes las admiten o propagan.

Acercarse al pensamiento de Platón, 3 de 6: ¿Qué es filosofía para Platón?

[Curso especial ofrecido en el Convento de Santo Domingo de Bogotá, en Junio de 2015.]

Tema 3 de 6: ¿Qué es filosofía para Platón?

* En Platón, lo mismo que en otros autores de la Antigüedad, la religión no aparece como algo opuesto a la razón, sino como un marco donde se circunscribe la misma razón y es asumido con mucha naturalidad. En el camino filosófico que recorre Platón, no todo es racional, hay un espacio para algo que asoma más allá de la razón. Esto implica una centralidad de la razón, pero abierta a la trascendencia, entendida como la presencia de la religión. La idea de que la filosofía es un escape de la religión no es significativa en autores como Sócrates, Platón o Descartes, a quien algunos consideran padre de la filosofía moderna.

* La apertura a la revelación, especialmente referida al oráculo de Delfos, marca un punto fundamental para la filosofía platónica. Para este autor no es racional descartar por principio lo trascendente; lo que históricamente ha excluido los elementos de religión o de fe no es la razón, sino el prejuicio cientificista. Esto implica que el mundo del conocimiento, para un pensador como Platón, es mucho más amplio que el contemporáneo, ubicado bajo la tiranía cientificista.

* El papel de la mayéutica, término que describe la técnica apropiada para ayudar a una mujer a dar a luz, trae consecuencias importantes para el camino filosófico, dentro de ellas: un modelo antropológico en el que la verdad no se puede imponer, sino que debe nacer y crecer en cada hombre, quien debe apropiarse de ella; un modelo pedagógico, ya que no implica repetición o almacenamiento de conocimientos, sino apoyarse en el deseo de saber y hacer avanzar al discípulo; y un modelo social, que implica que frente a la inmensidad de la verdad todos somos pequeños, peregrinos.

* La mayéutica sólo es posible a través del diálogo, punto fundante del filosofar. Que no se trata de una secuencia narrativa, sino argumentativa, lo que significa que la constante en todos los diálogos es que el motor es la dinámica pregunta-respuesta, y quien más habla, es quien mejor sabe preguntar. En el mejor de los casos, la verdad se adueña del hombre, no inversamente, por tanto se presupone un camino de humildad. Así, el lenguaje no es autoevidente, es decir, cada palabra precisa clarificación, el lenguaje también posee historia, camino y fundamentalmente comunidad.

* Otro elemento característico del estilo platónico es la virtud (areté-virtus). Es un comportamiento visible, constante y consistente, como un rasgo que define a una persona. Al examinar la virtud, el objetivo principal es procurar encontrar qué es lo permanente, cuáles son los rasgos fuertes, típicos y característicos de la realidad. Dentro de las virtudes se destaca la justicia, que se comprende no sólo como lo referente a lo distributivo, sino como la medida posible y precisa, la atmósfera natural de la verdad, hermana de la belleza y del bien. Así la justicia se convierte en el hilo conductor del pensamiento platónico.

* La palabra griega idea (Eidos), finalmente, es la meta postulada del camino planteado anteriormente, es decir, se da por supuesta su existencia, sin depender de que el hombre pueda poseerla. El límite hacia el cual tiende el diálogo siempre será la idea, aunque nunca pueda llegar a identificarse plenamente con ella. Ahora, la idea atrae hacia sí al diálogo, por tanto, la idea causa el movimiento. Así surge la pregunta, por ejemplo ¿Qué me hace preguntarme por algo de mayor bondad que lo que conozco? La respuesta es doble: por una parte hace referencia a la existencia en sí misma de la bondad, o lo que se puede llamar “la realidad de las ideas”; por otra parte habla sobre el conocimiento, que se realiza como un “recuerdo”, al ver las cosas bellas recuerdo que es lo bello.

Acercarse al pensamiento de Platón, 2 de 6: ¿Qué es lo propio de la inteligencia?

[Curso especial ofrecido en el Convento de Santo Domingo de Bogotá, en Junio de 2015.]

Tema 2 de 6: ¿Qué es lo propio de la inteligencia?

* La inteligencia no es solo conocimiento o capacidad de resolver problemas; lo propio de la inteligencia se encuentra en la pregunta que apunta al “en sí” de las cosas, lo que ayuda a descubrir el ser, causa y valor intrínseco de cada cosa. Esta concepción de qué es la inteligencia trae grandes consecuencias en todas las áreas de la filosofía, como en la antropología, en la metafísica, en la epistemología o en la ética. Se deben precisar algunos conceptos:

* Inteligencia es entonces la capacidad de apertura hacia el ser y la verdad; perdida u oscurecida la inteligencia, se corre el riesgo de caer en el simple estímulo.

* La razón es un modo de inteligencia. Razonar implica avanzar, sobre la base de la deducción, hacia el ser y la verdad; el énfasis está en la idea del avance. Lo propio de la razón es que de unas cosas llega a otras. El modo natural de la inteligencia del hombre es la razón: el “inteligir” del hombre, se encuentra limitado por la temporalidad. Hay también un modo de inteligencia no racional, diferente a lo irracional; esa inteligencia no tiene posibilidad ni capacidad de conversión, porque todo cambio depende de la temporalidad. Así vemos que los ángeles son inteligentes pero no racionales; y no hay en ellos posibilidad de cambio o conversión.

* Intuición es el acceso a una verdad a la que no se accede racionalmente ni por vía de testimonio. Aunque el hombre posee una inteligencia racional, esta inteligencia no queda limitada por la racionalidad sino que conecta con múltiples dimensiones de nuestro ser corpóreo: basta pensar en el símbolo, la metáfora o un gesto. Existen límites de la racionalidad que conectan con otras formas de inteligencia. Para Platón lo más real no es lo más material.

* La Sabiduría se presenta entonces, dentro del mundo griego, como el esfuerzo hecho por el ejercicio racional para alcanzar un conocimiento supremo, casi diríamos: tan intuitivo como es posible en nuestra condición temporal.

* Los filósofos presocráticos, iniciando con Tales de Mileto, quieren aplicar de modo sistemático la inteligencia a la realidad; no les basta una narración de voluntades caprichosas de dioses del Olimpo (mito); quieren alejarse del mito mediante la theoría, buscando el principio constitutivo o primero de las cosas (arjé).

* El antecedente inmediato para Platón, sin embargo, no se queda en lo cósmico sino que se convierte también en pregunta por el hombre, su bien, su conocer, su vida en sociedad: el descubrimiento de la ignorancia que hace Sócrates al reflexionar sobre su capacidad de conocimiento, se convierte en el contexto próximo que recibe Platón para su propia formulación filosófica.