¿Dios presenta también en el infierno?

Hola Padre Nelson. Tengo una duda. ¿En el infierno está Dios? Tal vez parece tonta la pregunta pero el Padre Fortea dice que sí. Y he escuchado a varios. Pero, el catecismo dice que es el lugar donde no está Dios. No entiendo bien. Gracias — J.B.

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La pregunta no es tonta y, bien entendida, nos lleva a conocer un poco mejor sobre la presencia y la obra de Dios. El punto central es: ¿en dónde y de qué manera podemos decir que Dios está presente? La clave está en el verbo estar, y en el tema de las maneras de estar.

Por ejemplo: es evidente que sólo Dios es creador; y es claro que sólo Él sostiene en el ser. De modo que allí donde hay algo–cualquier cosa que exista–es necesario que hay una acción y una presencia de Dios que sostiene en el ser. Esto, por supuesto, vale también para los seres que se han condenado, de modo que en se sentido se puede descubrir la presencia de Dios entre los condenados, en la medida en que siguen existiendo.

Otro punto interesante es que ninguna maldad corrompe del todo el ser. Ello significa que puede verse algo bueno, alguna cualidad, aunque retorcida y afeada, en los condenados, y por supuesto ello habla de que solo Dios es bueno. Es como cuando uno ve un criminal terrible y sin embargo debe admitir que la persona era muy inteligente, o cosas parecidas.

Finalmente, como dicen algunos santos, y entre ellos, Santa Catalina de Siena, la misericordia de Dios se puede detectar en el infierno porque los condenados no se hacen entre ellos, ni a sí mismos, todo el daño que quisieran hacerse.

De modo que sí hay vestigios del infinito poder, sabiduría y bondad de Dios, incluso en lo más profundo del infierno; aunque por supuesto, Dios no está padeciendo ni cosa parecida. Se dice que “está” en la medida en que hay acción y obra suya allí, como en todo lo creado.

LA GRACIA 2020/09/17 Volver al fundamento, volver al Evangelio

El amor de Dios echa afuera el temor, te sostiene, te levanta y te bendice; el amor de Dios te da verdadera vida. Volvamos al Evangelio que nos fundamenta y nos salva.

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Todo tiempo es tiempo de gracia

Cualquier momento es propicio para hacer un propósito eficaz, para decir creo, para decir espero, para decir amo.

Aprende a alabar al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Aprende a tener una especial devoción a la Santísima Trinidad: creo en Dios Padre, creo en Dios Hijo, creo en Dios Espíritu Santo; espero en Dios Padre, espero en Dios Hijo, espero en Dios Espíritu Santo; amo a Dios Padre, amo a Dios Hijo, amo a Dios Espíritu Santo. Creo, espero y amo a la Trinidad Beatísima. -Hace falta esta devoción como un ejercicio sobrenatural del alma, que se traduce en actos del corazón, aunque no siempre se vierta en palabras.

Más pensamientos de San Josemaría.

Preguntas sobre el nombre de Dios

1. ¿Cuál es el Dios de los Cristianos Católicos? 2. ¿Los Evangélicos son Cristianos? 3. ¿Nosotros (Cristianos Católicos) podemos llamar a nuestro Dios: Yahveh? 4. ¿Los YO SOY de Jesús, no hacen referencia a Yahveh? 5. Nuestro Dios es trino… ¿Podemos decir que nuestro Dios es la Santísima Trinidad? — D.B.

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Respuestas sintéticas:

1. Nosotros utilizamos el término “Dios” ante todo para referirnos al Padre de Nuestro Señor Jesucristo. En otro sentido, utilizamos ese término como designación de la naturaleza divina, y entonces afirmamos que Cristo es verdadero hombre y verdadero DIOS.

2. Sobre si ellos (Evangélicos) son Cristianos: la definición usual de “cristiano” es esta: proclamar a Jesucristo, el que murió en la cruz, el que resucitó, como Señor de la propia vidas; en ese sentido son cristianos. Luego resulta que no admiten una serie de cosas sobre Cristo, por ejemplo, su presencia en la Eucaristía, que es algo que viene del mismo Cristo. Ese es otro problema.

3. El nombre de Yahveh aparece completamente ligado a la revelación de Dios en la alianza de Moisés, entonces no, no corresponde para nosotros.

4. Los (YO SOY), hacen referencia a Dios. Nuestro Dios es el mismo Dios de Abraham, Isaac y Jacob. Yahvéh es el nombre que el mismo Dios ha tenido durante el Antiguo Testamento, en referencia a la alianza sellada a través de Moisés. No estamos hablando entonces de dioses distintos, sino de manera distintas de referirnos al único Dios. Sin embargo, como ese término está tan ligado a la alianza con Moisés, ahí hay un límite, y por eso no es buena idea que un cristiano use ese nombre. No es que sea pecado, llamémoslo así, sino que no es correcto porque sería como hacer caso omiso de la Nueva y Eterna Alianza en Cristo.

5. La Santísima Trinidad es el nombre que le damos al Misterio de Dios: es propiamente eso, y no un Nombre para Dios.

¿Cómo hablar de Dios?

“Al defender la capacidad de la razón humana para conocer a Dios, la Iglesia expresa su confianza en la posibilidad de hablar de Dios a todos los hombres y con todos los hombres. Esta convicción está en la base de su diálogo con las otras religiones, con la filosofía y las ciencias, y también con los no creyentes y los ateos…”

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Las vías de acceso al conocimiento de Dios

“Creado a imagen de Dios, llamado a conocer y amar a Dios, el hombre que busca a Dios descubre ciertas “vías” para acceder al conocimiento de Dios. Se las llama también “pruebas de la existencia de Dios”, no en el sentido de las pruebas propias de las ciencias naturales, sino en el sentido de “argumentos convergentes y convincentes” que permiten llegar a verdaderas certezas…”

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LA GRACIA 20200227 Tiempo para responder con amor al Amor

Por amor Dios como Creador nos da libertad, como Redentor nos atrae y como Santificador acompaña nuestra decisión por el bien. En esta Cuaresma respondámosle con amor.

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¿Puede alguien llegar a odiar a Dios?

Por lo dicho en otro lugar (1-2 q.29 a.1), está claro que el odio es impulso de la potencia apetitiva que se mueve sólo por la aprensión de algo. Ahora bien, Dios puede ser aprehendido por el hombre de dos maneras. La primera, en sí mismo; por ejemplo, cuando lo ve por esencia; la otra, por sus efectos. Lo invisible de Dios desde la creación del mundo se deja ver a la inteligencia a través de sus obras (Rom 1,20). Pues bien, Dios es por esencia la bondad misma, a la que nadie puede odiar, ya que, por definición, el bien es lo que se ama. Por eso resulta imposible que quien ve por esencia a Dios le odie.

Con respecto a sus efectos, hay algunos que no pueden ser contrarios a la voluntad humana; por ejemplo, ser, vivir, entender. Son cosas apetecibles y amables para todos, y son efectos de Dios. Por eso mismo, en cuanto Dios es aprehendido como autor de esos efectos, no puede ser odiado.

Pero hay efectos que contrarían a la voluntad humana desordenada, como, por ejemplo, la inflicción de un castigo, la cohibición de los pecados por la ley divina que contraría a la voluntad depravada por el pecado. Ante la consideración de estos efectos puede haber quien odie a Dios, porque le considera como quien prohibe pecados e inflige castigos. (S. Th., II-II, q.34, a.1, resp.)


[Estos fragmentos han sido tomados de la Suma Teológica de Santo Tomás, en la segunda sección de la segunda parte. Pueden leerse en orden los fragmentos publicados haciendo clic aquí.]

¿Niveles de paternidad en Dios?

Fray, ¿hasta qué punto es correcto hablar de los niveles de paternidad de Dios? Cuando se habla de Dios padre de Jesus, Dios padre de los cristianos y el Dios padre creador de todo lo que existe? – R.G.

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En general las expresiones sobre “niveles” resultan inadecuadas en todo lo que atañe a Dios y sus atributos. La razón básica es que Dios es infinito en sus cualidades y sus dones y por eso termina siendo contradictorio ponerle límites como serían los niveles.

Lo que puede cambiar, en cambio, es _nuestra experiencia_ de esos dones sobreabundantes que están en Dios. Así por ejemplo, una santa como teresa del Niño Jesús tenía una experiencia muy, muy intensa de Dios como Padre; lo mismo podríamos decir de un santo como Francisco de Asís. Un católico “promedio” sabe menos y vive menos esta realidad bendita.

LA GRACIA del Lunes 15 de Abril de 2019

Que Dios en esta Semana Santa nos conceda amor agradecido, amor del que no se mide y a la vez que nos conceda gran humildad para no olvidar lo que somos y quién es Él.

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LA GRACIA del Domingo 7 de Abril de 2019

DOMINGO V DE CUARESMA, CICLO C

El ideal de perfección lo puso Dios en nuestro corazón pero solo con nuestras fuerzas no se alcanza. Cristo lo alcanza para nosotros dándonos su amor y abriendo el camino de la fe.

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