¿Se debe bautizar a los niños de los judíos o de otros no-cristianos contra la voluntad de sus padres?

La costumbre de la Iglesia constituye una autoridad de gran peso y se la debe seguir siempre y en todo. Porque hasta la enseñanza misma de los grandes doctores de la Iglesia recibe de ella su peso de autoridad, y por esa razón hemos de atenernos más a la autoridad de la Iglesia que a la de San Agustín, San Jerónimo o de cualquier otro doctor. Pues bien, la Iglesia nunca tuvo por norma que fueran bautizados los hijos de los judíos contra la voluntad de sus padres. En tiempos pasados, aunque hubo muchos príncipes católicos muy poderosos, como Constantino y Teodosio, que tuvieron por confidentes a obispos muy santos, como Constantino a San Silvestre y Teodosio a San Ambrosio, éstos no habrían dejado de pedírselo si fuera conforme a razón. Por ese motivo parece peligroso introducir la nueva tesis de que, al margen de la costumbre hasta ahora observada en la Iglesia, sean bautizados los hijos de los judíos contra la voluntad de los padres. Hay dos razones para esto. La primera de ellas es el peligro de la fe. Efectivamente, si los niños recibieran el bautismo antes del uso de razón, después, al llegar a mayoría de edad, podrían ser inducidos con facilidad por sus padres a abandonar lo que sin conocer recibieron. Y esto redundaría en detrimento de la fe. La segunda razón es el hecho de que está en pugna con la justicia natural. El hijo, en realidad, es naturalmente algo del padre. En primer lugar, porque, en un primer momento, mientras está en el seno de la madre, no se distingue corporalmente de sus padres. Después, una vez que ha salido del útero materno, antes del uso de razón, está bajo el cuidado de sus padres, como contenido en un útero espiritual. Porque, mientras no tiene uso de razón, el niño no difiere del animal irracional. Por eso, del mismo modo que el buey o el caballo son propiedad de alguien y puede usar de ellos a voluntad, como de un instrumento propio, según el derecho natural, es también de derecho natural que el hijo, antes del uso de razón, esté bajo la protección de sus padres. Iría, pues, contra la justicia natural el sustraer del cuidado de los padres a un niño antes del uso de razón, o tomar alguna decisión sobre él en contra de la voluntad de los mismos. Mas, una vez que comienza a tener uso de razón, empieza también a ser él mismo, y en todo lo concerniente al derecho divino o natural puede ser provisor de sí mismo. En esa situación debe ser inducido a la fe, no a la fuerza, sino por la persuasión, y puede también, contra la voluntad de los padres, prestar su asentimiento a la fe y recibir el bautismo; mas no antes del uso de razón. De ahí que de los niños de los antiguos padres se diga que fueron salvados en la fe de sus padres. Con ello se quiere dar a entender que incumbe a los padres proveer sobre la salvación de sus hijos, sobre todo antes del uso de razón. (S. Th., II-II, q.10, a.12, resp.)


[Estos fragmentos han sido tomados de la Suma Teológica de Santo Tomás, en la segunda sección de la segunda parte. Pueden leerse en orden los fragmentos publicados haciendo clic aquí.]

Felicitar a una pareja gay por el bautismo de los niños que llaman hijos

Fray Nelson, no entiendo por qué el escándalo con lo de la pareja gay. Que el Papa felicite o no a una pareja Gay, no es problema, todo humano es hijo de Dios y todos tendremos que responder ante las leyes espirituales más que ante las leyes humanas… TODOS. – I.C.

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Hay dos posibilidades: (1) La práctica homosexual es concorde con la fe cristiana. (2) La práctica homosexual no es concorde con la fe cristiana.

El punto (1) es insostenible a la luz clara del Catecismo de la Iglesia Católica, y multitud de textos de 20 siglos, y la enseñanza de docenas de santos y doctores de la Iglesia; y la tradición ininterrumpida del Magisterio. Entonces hay que afirmar la (2), es decir: la práctica homosexual no es concorde con la fe cristiana. (Obsérvese que decimos “la práctica” no la simple tendencia.)

Si (2) es verdad, entonces estamos hablando de un pecado.

Pregunta: Si se tratara de otro tipo de pecado, ¿qué reacción tendríamos frente a una felicitación semejante? Por ejemplo: un político que roba los dineros del pueblo; un mafioso que trafica estupefacientes; un violador de niños. ¿Nos quedaríamos tranquilos diciendo que ese violador, o ese corrupto o ese traficante es hijo de Dios, y por tanto merece ser felicitado?

Respuesta: no.

Nueva pregunta: ¿por qué entonces se quiere tratar de modo especial y particular a los pecados sexuales?

Respuesta: Porque gozan de amplia aceptación social hoy en día, y esa presión social desfigura la apreciación de la conciencia. es lo mismo que pasó en épocas en que la esclavitud era parte de la organización de sociedades que se consideraban “cristianas.”

Última pregunta: ¿Debe uno estar entonces de acuerdo con esta felicitación?

Respuesta: Por supuesto que no. Respeto y oración por todos pero semejante felicitación o fue una terrible negligencia burocrática o una seña de desviación de nuestra fe. Así que repito: oración y más oración.

LA GRACIA del Sábado 15 de Abril de 2017

VIGILIA PASCUAL

Renovemos hoy la gracia de nuestro bautismo y supliquemos al Señor que nos haga conscientes de que somos su cuerpo, su pueblo y ovejas de su rebaño.

[REPRODUCCIÓN PERMITIDA – Ayúdanos a divulgar este archivo de audio en las redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios.]

LA GRACIA del Lunes 9 de Enero de 2017

FIESTA DEL BAUTISMO DEL SEÑOR

Cristo está donde la humanidad retorna a Dios, atrayendo al Espíritu Santo, haciendo que el Padre exprese todo su amor. ¡Allí donde un corazón vuelve al Señor, ahí está Cristo Jesús!.

[REPRODUCCIÓN PERMITIDA – Ayúdanos a divulgar este archivo de audio en las redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios.]

¿Y si nos olvidamos un poco de la figura de los padrinos?

El Código de Derecho Canónico dice: “Canon 872: En la medida de lo posible, a quien va a recibir el Bautismo se le ha de dar un padrino, cuya función es asistir en su iniciación cristiana al adulto que se bautiza, y, juntamente con los padres, presentar al niño que va a recibir el Bautismo y procurar que después lleve una vida cristiana congruente con el Bautismo y cumpla fielmente las obligaciones inherentes al mismo”. “En la medida de lo posible”. Y puede ser posible o no serlo. Y, a la vez, se señala muy claramente cuál es la función del padrino, en el caso del Bautismo de un niño: “juntamente con los padres, presentar al niño que va a recibir el Bautismo y procurar que después lleve una vida cristiana congruente con el Bautismo y cumpla fielmente las obligaciones inherentes al mismo”.

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El ritual de exorcismo dentro del sacramento del bautismo

BUENOS DÍAS FRAY NELSON, UNA PREGUNTA QUE LE HICIERON EN EL EXAMEN DE AUDIENDAS A UN AMIGO ¿ES LO MISMO EL EXORCISMO QUE SE HACE EN EL RITO DEL BAUTISMO CON EL QUE SE REALIZA POR UNA PERSONA POSESA? ¿CUÁL ES EL SENTIDO DEL EXORCISMO EN EL RITO DEL BAUTISMO? GRACIAS. -RHGA.

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No es lo mismo. En el caso de la persona posesa, el punto de partida es la certeza moral de que hay una interferencia del demonio con la voluntad y el entendimiento de esa persona, de modo que los actos del poseso hay que considerarlos como ajenos a su responsabilidad por carecer de genuina libertad.

En el bautismo, en cambio, el exorcismo que se realiza es básicamente una declaración de la victoria de Cristo sobre el poder de las tinieblas. No es una declaración puramente nominal o de deseo, pues forma un todo con el ritual mismo por el cual esa persona queda asociada a la Pasión redentora de Cristo. Y sin embargo, la fórmula empleada no supone la posesión en el sentido estricto de dominico sobre la voluntad o la inteligencia de la persona que es bautizada. Por eso consideramos plenamente responsables de sus actos también a los no bautizados.

¿Por qué bautizar a los niños?

“Los seres humanos necesitan aprender, y no sólo una información “en bruto”, sino el sentido que tienen las cosas. Y necesitan aprender a comportarse; no solo un aprendizaje teórico, sino que necesitan aprender a vivirlo. O sea, necesitan ser educados. Por la misma naturaleza, los primeros y principales responsables de esa educación son sus padres. Y a ningún padre se le ocurre dejar de insistir al pequeño en que dé las gracias cuando le regalan algo, con el argumento de que la gratitud es un valor ético que deberá elegir por sí mismo cuando sea mayor…”

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