LA GRACIA 2022/01/11 Cómo se pierde autoridad en la enseñanza

La autoridad en la doctrina se pierde: en la incoherencia en la enseñanza, en la medida que nos apartamos de la Palabra de Dios y se impone la costumbre por la costumbre y cuando nos importa más la opinión y la aprobación de los demás.

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LA GRACIA 2021/06/29 Balance entre autoridad y audacia en la Iglesia

SOLEMNIDAD DE SAN PEDRO Y SAN PABLO, APÓSTOLES

La autoridad no se debe volver intransigencia y la audacia no se debe volver rebeldía. El balance entre autoridad y audacia en la Iglesia hace que permanezca firme y a la vez capacitada para obrar donde tenga que hacerlo.

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LA GRACIA del Lunes 8 de Julio de 2019

Por encima de lo que te ha humillado, lo que te ha entristecido y lo que te ha dolido está la mano de Cristo, llámalo y dale la autoridad sobre tu vida, Él obrara con poder.

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Algunos criterios básicos de buen gobierno

Los hombres mediocres, mediocres en cabeza y en espíritu cristiano, cuando se alzan en autoridad, se rodean de necios: su vanidad les persuade, falsamente, de que así nunca perderán el dominio. Los discretos, en cambio, se rodean de doctos -que añadan al saber la limpieza de vida-, y los transforman en hombres de gobierno.

No es prudente elevar a hombres inéditos hasta una labor importante de dirección, para ver qué sale. -¡Como si el bien común pudiera depender de una caja de sorpresas!

¿Constituido en autoridad, y obras por el qué dirán los hombres? -Primero, te ha de importar el qué dirá Dios; luego -muy en segundo término, y a veces nunca-, habrás de ponderar lo que puedan pensar los demás. “A todo aquél -dice el Señor- que me reconociere delante de los hombres, yo también le reconoceré delante de mi Padre, que está en los cielos. Mas a quien me negare delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre, que está en los cielos”.

Una norma fundamental de buen gobierno: repartir responsabilidades, sin que esto signifique buscar comodidad o anonimato. Insisto, repartir responsabilidades: pidiendo a cada uno cuentas de su encargo, para poder “rendir cuentas” a Dios; y a las almas, si es preciso.

Más pensamientos de San Josemaría.

LA GRACIA del Domingo 29 de Abril de 2018

DOMINGO V DE PASCUA, CICLO B

Devuélvele la autoridad a Dios para que Él corte de ti lo que no te hace bien y así poder permanecer en la vida cristiana aún en momentos de burla, desprecio y exclusión.

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Amor, servicio, autoridad y sanación

La entrega de Cristo, primero en el misterio eucarístico del Jueves Santo, y luego en el altar de la Cruz, es la cumbre de la ofrenda de su amor que nos sana, salva y libera. Así nos enseña que la humanidad querida por Dios no es un mundo de iguales, recortados para quedar del mismo tamaño, sino una sociedad en la que el bien en el que cada uno sobresale (autoridad) es el bien con el que apoya y construye a los demás (servicio).

LA GRACIA del Domingo 27 de Agosto de 2017

DOMINGO XXI DEL TIEMPO ORDINARIO, CICLO A

La autoridad que Cristo le confirió a Pedro está sostenida por el don de la fe y nadie se la puede quitar.

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LA GRACIA del Lunes 18 de Julio de 2016

Jesucristo muchas veces tiene que hablarnos con fuerza para corregirnos, lo cual es fruto de su amor y su misericordia pues Él quiere lo mejor para nuestras vidas.

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Pinceladas de buen gobierno

Hay que enseñar a la gente a trabajar -sin exagerar la preparación: “hacer” es también formarse-, y a aceptar de antemano las imperfecciones inevitables.

No te fíes nunca sólo en la organización.

El buen pastor no necesita atemorizar a sus ovejas: semejante comportamiento es propio de los malos gobernantes. Por eso, a nadie le extraña que acaben odiados y solos.

El buen gobierno no ignora la flexibilidad necesaria, sin caer en la falta de exigencia.

Más pensamientos de San Josemaría.

Dos extremos a evitar en el gobierno

El afán de novedad puede llevar al desgobierno. -Hacen falta nuevos reglamentos, dices… -¿Tú crees que el cuerpo humano mejoraría con otro sistema nervioso o arterial?

¡Qué empeño el de algunos en masificar!: convierten la unidad en uniformidad amorfa, ahogando la libertad. Parece que ignoran la impresionante unidad del cuerpo humano, con tan divina diferenciación de miembros, que -cada uno con su propia función- contribuyen a la salud general. -Dios no ha querido que todos sean iguales, ni que caminemos todos del mismo modo por el único camino.

Más pensamientos de San Josemaría.

Consejos para un buen gobierno

Para ti, que ocupas ese puesto de gobierno. Medita: los instrumentos más fuertes y eficaces, si se les trata mal, se mellan, se desgastan y se inutilizan.

Las decisiones de gobierno, tomadas a la ligera por una sola persona, nacen siempre, o casi siempre, influidas por una visión unilateral de los problemas. -Por muy grandes que sean tu preparación y tu talento, debes oír a quienes comparten contigo esa tarea de dirección.

Nunca des oído a la delación anónima: es el procedimiento de los viles.

Un criterio de buen gobierno: el material humano hay que tomarlo como es, y ayudarle a mejorar, sin despreciarlo jamás.

Me parece muy bien que, a diario, procures aumentar esa honda preocupación por tus súbditos: porque sentirse rodeado y protegido por la comprensión afectuosa del superior, puede ser el remedio eficaz que necesiten las personas a las que has de servir con tu gobierno.

¡Qué pena causan algunos, constituidos en autoridad, cuando juzgan y hablan con ligereza, sin estudiar el asunto, con afirmaciones tajantes, sobre personas o temas que desconocen, y… hasta con “prevenciones”, que son fruto de deslealtad!

Si la autoridad se convierte en autoritarismo dictatorial y esta situación se prolonga en el tiempo, se pierde la continuidad histórica, mueren o envejecen los hombres de gobierno, llegan a la edad madura personas sin experiencia para dirigir, y la juventud -inexperta y excitada- quiere tomar las riendas: ¡cuántos males!, ¡y cuántas ofensas a Dios -propias y ajenas- recaen sobre quien usa tan mal de la autoridad!

Cuando el que manda es negativo y desconfiado, fácilmente cae en la tiranía.

Procura ser rectamente objetivo en tu labor de gobierno. Evita esa inclinación de los que tienden a ver más bien -y a veces, sólo- lo que no marcha, los errores. -Llénate de alegría, con la certeza de que el Señor a todos ha concedido la capacidad de hacerse santos, precisamente en la lucha contra los propios defectos.

Más pensamientos de San Josemaría.

Aprender a gobernar

Autoridad. -No consiste en que el de arriba “grite” al inferior, y éste al de más abajo. Con ese criterio -caricatura de la autoridad-, aparte de la evidente falta de caridad y de corrección humana, sólo se consigue que quien hace cabeza se vaya alejando de los gobernados, porque no les sirve: ¡todo lo más, los usa!

No seas tú de ésos que, teniendo desgobernada su propia casa, intentan entrometerse en el gobierno de las casas de los demás.

Pero… ¿de veras piensas que todo lo sabes, porque has sido constituido en autoridad? -Oyeme bien: el buen gobernante “sabe” que puede, ¡que debe!, aprender de los demás.

Más pensamientos de San Josemaría.

La desistencia de la autoridad en la Iglesia

“La inoperancia de la autoridad en la Iglesia desde hace al menos medio siglo es, creo yo, evidente para cualquier persona medianamente razonable, quizá con la excepción de una buena parte de los propios clérigos, que parecen extrañamente ciegos a ella (o, peor aún, en algunos casos están encantados con la situación). Esta dejación de la jerarquía en sus funciones de gobierno es lo que Romano Amerio llamó la desistencia de la autoridad eclesial…”

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