Autoestima

Padre, quería pedirle un consejo como puedo aumentar mi amor propio el sentirme insuficiente… quisiera ser feliz. – C.C.

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Lo que más ayuda para una sana autoestima está en estas siete recomendaciones, desde un punto de vista cristiano:

1. Cuida tu cuerpo. No hay que idolatrarlo pero el descuido no solo trae enfermedades sino una sensación de auto-desprecio y de descontento con lo que somos. Cuidar el cuerpo implica alimentarse sanamente (sin que sea una tortura), estar atentos a posibles enfermedades y también tener actividad física. Está muy bien demostrado el bien general que trae algo de ejercicio.

2. Ora y conserva la paz en tu conciencia. La sensación de culpa es como una traición a uno mismo. Como somos católicos, no pierdas oportunidad de cultivar un frecuente examen de conciencia y acudir al sacramento de la confesión cuando es necesario.

3. Conócete. Nadie es bueno para todo. Cultiva entonces tus fortalezas. No brillarás en todo pero está bien que crezcas en los talentos que Dios te ha dado. Descuidar esos talentos no solo es ingratitud hacia Dios sino una especie de frustración de la que nada bueno saldrá.

4. Repite más la palabra GRACIAS, siempre con sentido y con propósito. Di gracias a Dios, a tu familia, a la persona desconocida que te hace un bien, aunque parezca pequeño. La palabra hay que decirla. Acostumbra tus oídos a escuchar de tu propia boca la palabra gracias. Es una palabra que te abre al bien que hay en el mundo y que hay en ti.

5. Aprovecha, disfruta y haz posible que se repitan los momentos que son gratos con tu familia o amigos. Haz sentir a las personas que las valoras. Míralas a los ojos y no economices sin necesidad las palabras de elogio que les puedan hacer bien precisamente porque son verdad y tal vez nadie se las dice.

6. Cultiva alguna actividad artística. Que tu vida no sea solo estudiar, trabajar o producir–incluso si estás produciendo cosas buenas. Algo de poesía, pintura, canto o danza: lo que sea más compatible con tu modo de ser: eso te hará bien, poco a poco.

7.Hay muchas personas vulnerables o débiles, por muchas razones. Hacer el bien a estas personas, con generosidad y sin ninguna arrogancia trae grandes bendiciones y nos ayuda a descubrirnos como parte del plan de Dios.

Espero que estas sugerencias te puedan servir. Te bendigo y gracias por tu confianza.