Testigos de una fe total, 2 de 2, La diferencia entre fe parcial y fe total

[Retiro con ocasión del séptimo aniversario de Radio Kerigma, en Washington, DC. Agosto de 2014.]

Tema 2 de 2: La diferencia entre fe parcial y fe total

* El capítulo 1 de San Lucas nos presenta dos personas que reaccionan de modo distinto ante las propuestas de Dios: son Zacarías y la Virgen María.

* Zacarías no es un criminal ni un incrédulo pero su fe ciertamente necesita crecer mucho. Su principal obstáculo interior es que algo que es muy importante para su vida, a saber, tener un hijo heredero, no se ha realizado. En su mente tiene preguntas y en el corazón tiene dolor.

* Lo irónico es que cuando Dios amontona regalos y bendiciones ante sus ojos, Zacarías no se siente capaz de creer. Ante las promesas de Dios, se retrae en el espacio de su propio análisis y busca cómo asegurarse por sus propios medios. Su fe se queda a medias y por eso queda mudo: imagen perfecta de un testigo que no puede testificar.

* Por contraste, en el caso de la Virgen Santa, es claro que ella no está centrada en sí misma; no es prisionera de sus planes ni de sus deseos; no depende de lo que dictan sus recuerdos ni restringe su futuro a lo que pueda imaginar querer o pensar; por eso se abre con fe pura, plena, total, al plan de Dios, y dice: “Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra…”

Testigos de una fe total, 1 de 2, Los peligros de las conversiones a medias

[Retiro con ocasión del séptimo aniversario de Radio Kerigma, en Washington, DC. Agosto de 2014.]

Tema 1 de 2: Los peligros de las conversiones a medias

* Cuando una persona padece una infección es frecuente que se le receten dosis de antibióticos que debe tomar con regularidad durante un cierto número de días.En ocasiones la gente es desobediente, de manera que, en cuanto desaparecen los síntomas, dejan ya de tomar los antibióticos. El efecto es desastroso: la infección, a la que hay que considerar el enemigo, vuelve con más fuerza.

* El pecado obra como esas bacterias invasoras: un pecado medio vencido es un pecado que en realidad está retomando fuerzas para lanzar un nuevo y más vigoroso ataque. Y ese es el problema de una fe a medias: que en realidad no elimina la causa de nuestras desgracias sino que nos engaña con la desaparición temporal de los síntomas.

* Con frecuencia esos pecados vencidos apenas a medias nos someten a ciclos de frustración como el que se describe en el Libro de los Jueces, en el Antiguo Testamento: los israelitas acudían a Dios cuando se veían agobiados por los ataques filisteos pero en cuanto el peligro desaparecía, precisamente por la ayuda de Dios, de nuevo coqueteaban con los dioses filisteos. De semejante ciclo absurdo sólo puede rescatarnos la acción renovadora del Espíritu.