Encontrar la Trinidad en la Juventud, 2 de 2

Encuentro Huracán 2011 en Ciudad de Panamá. Tema 2 de 2: Una vida con cimiento y libertad.

Esa etapa nueva de la vida, que llamamos juventud, trae consigo que podamos cuestionar certezas que teníamos. Un caso frecuente es la sensación de rebeldía y desconfianza frente a la autoridad tradicional de los papás. Pero ello abre un espacio amplio de incertidumbre, y la necesidad de hallar nuevo fundamento en áreas centrales de la vida, incluyendo los principios y valores. Puede darse que estructuras sociales amorfas, como son las pandillas, se conviertan en verdadera autoridad para jóvenes que no logran tener otra referencia. Se da así un retorno a la lógica de la “tribu.”

Cristo trae una propuesta diferente. Él mismo ha tenido que sufrir la pérdida del apoyo de su pueblo, de sus amigos, de las autoridades de su tiempo. Su cimiento ha sido el Padre Celestial, y ese mismo fundamento ha querido Él que tengamos nosotros.

Así fundados en Cristo y en Dios Padre entendemos el verdadero sentido de la libertad. No es “hacer lo que venga en gana” porque la “gana” es algo que fácilmente manipulan los maestros de la publicidad y la ingeniería social. La libertad empieza a existir cuando se abraza a la verdad. Tal es la libertad que nos trae el Espíritu Santo de Dios.

Encontrar la Trinidad en la Juventud, 1 de 2

Encuentro Huracán 2011 en Ciudad de Panamá. Tema 1 de 2: Decidirse por Jesucristo.

Es característico de la juventud el empezar a tomar las propias decisiones. De jóvenes vivimos una cierta tensión entre el deseo de ser distintos y originales, por una parte, y el deseo de pertenecer a algo, y ser semejantes a un grupo, por la otra parte. En esa tensión interna es fácil equivocarse, y lamentablemente cada decisión incorrecta deja consecuencias de muy largo alcance.

Jesús tiene todas las credenciales para ayudarnos a decidir con resolución pero sobre todo con sabiduría. Es verdadero hombre, verdadero punto de referencia de lo que significa ser humano; es auténtico y claro; y es espejo de bondad y fuente de vida.