Gratitud (02)

La gratitud, como ciertas flores, no se da en la altura y mejor reverdece en la tierra buena de los humildes. – José Martí

Cuando bebas agua, recuerda la fuente. – Proverbio chino

Es tan grande el placer que se experimenta al encontrar un hombre agradecido que vale la pena arriesgarse a hacer un ingrato. – Lucio Anneo Séneca

Siendo niños éramos agradecidos con los que nos llenaban los calcetines por Navidad. ¿Por qué no agradecíamos a Dios que llenara nuestros calcentines con nuestros pies? – Gilbert Keith Chesterton

¡Venturoso aquel a quien el cielo dio un pedazo de pan, sin que le quede obligación de agradecérselo a otro que al mismo cielo! – Miguel de Cervantes Saavedra

VII-A. Agradecer y alabar

253. Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia. (Sal 118,1)

254. Y decían con voz potente: Digno es el cordero degollado de recibir el poder, la riqueza, el saber, la fuerza, el honor, la gloria y la alabanza. (Ap 5,12)

255. Ni aún los santos ángeles del Señor son capaces de contar todas sus maravillas. (Sir 42,17)

256. ¡Qué abismo de riqueza, de sabiduría y prudencia el de Dios! ¡Qué insondables sus decisiones, qué irrastreables sus caminos! ¿Quién conoce la mente de Dios?, ¿quién fue su consejero? ¿quién le dio primero para recibir en cambio? De él, por él, para él existe todo. A él la gloria por los siglos. Amén. (Rm 11,33-36)

257. ¿Quién podrá rastrear las maravillas de Dios? El poder de su majestad ¿quién lo calculará? ¿Quién pretenderá enumerar sus misericordias? Nada hay que quitar, nada que añadir, y no se puede llegar hasta el final de las maravillas del Señor. Cuando el hombre cree acabar, comienza entonces; y si se detiene, queda perplejo. (Sir 18,4-7)

258. Las obras de Dios son todas buenas, y cumplen su función a su tiempo. (Sir 39,16)

259. Comprendo que cuanto Dios hace es duradero. Nada hay que añadir ni nada que quitar. Y así hace Dios que se le tema. (Qo 3,14)

260. A una orden del Señor se hace todo lo que desea, y no hay quien pueda estorbar su salvación. Las obras de toda carne están delante de él, y nada puede ocultarse a sus ojos. Su mirada abarca pasado y futuro y nada le causa admiración. (Sir 39,18-20)

261. No hay santo como el Señor, no hay Roca como nuestro Dios. (1Sam 2,2)

262. Te compadeces de todos, Señor, porque todo lo puedes. (Sab 11,23)

Gratitud (01)

A un gran corazón, ninguna ingratitud lo cierra, ninguna indiferencia lo cansa. – Leon Tolstoi

Un sólo pensamiento de gratitud hacia el cielo, es la oración más perfecta. – Gotthold Ephraim Lessing

La gratitud en silencio no sirve a nadie. – Gladys Bronwyn Stern

Tengo tres perros peligrosos: la ingratitud, la soberbia y la envidia. Cuando muerden dejan una herida profunda. – Martín Lutero

Poco bueno habra hecho en su vida el que no sepa de ingratitudes. – Jacinto Benavente

Ciencia de la Gratitud, 2 de 2

Jornada de oración y predicación en Ibagué. Predicación 2 de 2: Amiga de la gratitud es la verdad, por supuesto, pero sucede algo: de tanto decir que la verdad duele podemos llegar a creer que lo único verdadero es lo doloroso, negando así el bien que pueda haber en otros y en nosotros mismos. Por ello, para aprender a agradecer necesitamos “la verdad, toda la verdad, y nada más que la verdad.” La predicación termina con algunas recomendaciones prácticas para hacer realidad en nosotros la gratitud.

Ciencia de la Gratitud, 1 de 2

Jornada de oración y predicación en Ibagué. Predicación 1 de 2: El agradecimiento es vital porque enseña el valor y sugiere el para qué de la vida. Previene la envidia y facilita el trabajo en equipo. Enemiga de la gratitud es, ante todo, la soberbia, porque ella impide que sea Dios quien colme el vacío profundo que tiene el corazón humano. Por eso sin Dios nos volvemos tristes e insaciables.