¡Guadalupe!

Soy un convencido de que mi vida ha estado señalada y bendecida por la presencia de la Madre de Jesús. Nací el día de la Virgen de Fátima; hice mi Primera Comunión el día de la Virgen del Rosario; tuve mi primera experiencia viva del amor de Dios en una Fiesta de la Inmaculada Concepción; recibí la vocación al sacerdocio en la Fiesta de la Asunción de Nuestra Señora; tomé el hábito dominicano e hice mi primera profesión religiosa el día de la Virgen de la Candelaria, frente a la preciosa imagen de la Virgen de Chiquinquirá; viví mi infancia y mi juventud en la Parroquia de la Anunciación, pero con mucha frecuencia mis padres nos llevaban a misa a la parroquia vecina: Nuestra Señora de Guadalupe. Es importante que se sepa que vivo agradecido con Jesús porque me ha amado tanto, que me ha permitido compartir algo del misterio de hermosura que es su misma y Santísima Madre.