Amor de corazones jóvenes

Somos enamorados del Amor. Por eso, el Señor no nos quiere secos, tiesos, como una cosa sin vida: ¡nos quiere impregnados de su cariño! – Mira si entiendes esta aparente contradicción. -Al cumplir los treinta años, escribió aquel hombre en su diario: “ya no soy joven”. -Y, superados los cuarenta, volvió a anotar: “permaneceré joven hasta que llegue a octogenario: si muero antes, creeré que me he malogrado”. -Andaba siempre, a pesar de los años, con la juventud madura del Amor.

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