Las preocupaciones de una abadesa en Alemania

“Detrás de casi todos los problemas de la Iglesia me parece que hay una cristología truncada en el sentido de las famosas palabras de R. Niebuhr: «Un Dios sin ira llevó a los hombres sin pecado a un reino sin juicio por medio de los cuidados de un Cristo sin cruz». En una traducción muy libre: «Un Dios que lo comprende todo y no se resiente de nada, hace entrar en el reino de los cielos a hombres que no son conscientes de ninguna culpa. Llegan a este lugar de los bienaventurados sin tener que enfrentarse al juicio de antemano, por la mediación de Cristo que los ama. La cruz es bastante innecesaria para esto»…”

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