Misioneros mártires en Norteamérica

Los misioneros mártires del siglo XVII

En este marco inestable y turbulento, desordenado y lleno de violencias y codicias, se hace casi imposible la evangelización, pues con frecuencia los indios están en guerra con los blancos, y éstos, franceses, ingleses, holandeses, también en cualquier momento pelean entre sí. Las misiones católicas dependen siempre de la suerte de Francia en aquella región. Y lo que los misioneros, con enorme esfuerzo y riesgo, siembran hoy en unos indios, mañana es arrasado por otros europeos o por otros indios.

Así pues, puede decirse que los primeros trabajos apostólicos en el Nordeste de América están entre las misiones más heroicas de toda la historia de la Iglesia. Los que iban a misionar allí podían darse por muertos. Y con ese ánimo iban. Entre paisajes de grandiosidad indecible, a través de inmensos bosques y lagos, perdidos en una geografía apenas conocida, en un clima a veces extremadamente frío, lejos de los colonos europeos, entre indios generalmente hostiles, los misioneros fueron estableciendo en gran pobreza sus puestos misionales, preferentemente en los márgenes de los ríos, por donde transcurría el comercio de las pieles, el principal de entonces.

Como ya vimos, en 1632 comienza de nuevo la heroica acción misionera de la Iglesia en el Nordeste americano. Recuperado Quebec para Francia, después de muchas negociaciones de Champlain en Londres, se reinician las misiones, esta vez con jesuitas, franciscanos y capuchinos. Todos ellos dieron pruebas de un gran impulso misionero.

Entre los jesuitas ingleses que en 1633 acompañaron a Lord Baltimor en la fundación de una colonia en Chesapeake Bay, cabe destacar al padre Andrés White, que «compuso un catecismo en piscataway, una gramática y un diccionario. Los misioneros obtuvieron un gran éxito ante los anacostianos y los piscataway, a pesar de la persecución de los misioneros católicos por los protestantes» (Herencia 527).


El autor de esta obra es el sacerdote español José Ma. Iraburu, a quien expresamos nuestra gratitud. Aquí la obra se publica íntegra, por entregas. Lo ya publicado puede consultarse aquí.