ROSARIO de las Semanas 20210217

#RosarioFrayNelson para el Miércoles:
Contemplamos los Misterios de la Infancia de Jesús

Usamos esta versión de las oraciones.

  1. En el primer misterio de la infancia contemplamos la Anunciación a María Santísima y la Encarnación del Hijo de Dios.
  2. En el segundo misterio de la infancia contemplamos la visita de la Virgen Madre a su pariente Isabel.
  3. En el tercer misterio de la infancia contemplamos el sufrimiento que pasó San José, y la fe amorosa que tuvo.
  4. En el cuarto misterio de la infancia contemplamos el Nacimiento del Hijo de Dios en el humilde portal de Belén.
  5. En el quinto misterio de la infancia contemplamos la Epifanía: Jesús es luz para las naciones, y así es adorado por unos magos venidos de Oriente.
  6. En el sexto misterio de la infancia contemplamos la Presentación del Niño Jesús en el templo de Jerusalén.
  7. En el séptimo misterio de la infancia contemplamos a Jesús Niño en el templo, ocupado de las cosas de su Padre del Cielo.

[REPRODUCCIÓN PERMITIDA – Este es un ejercicio privado de devoción “ad experimentum” en proceso de aprobación oficial. Puede divulgarse en las redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios siempre que al mismo tiempo se haga la presente advertencia.]

Sobre la oración de petición

Fray Nelson un favor grande podría explicarnos por favor el contexto de los versículos de Juan 14:13, Juan 16:23 y Mt 21:22 donde dice Jesús ” todo lo que pidan con fe al padre en mi nombre les será dado”, exactamente a qué se refiere Jesús con estás palabras? En mi experiencia es un versículo que causa mucha confusión a católicos y no católicos, hay mucho material incluso en la nueva era que va en esa línea de:pide, visualiza y cree que ya tienes lo que has pedido y lo conseguirás. — C.Z.

* * *

La unidad de la Sagrada Escritura nos lleva a interpretar, de modo más correcto, todos esos versículos a la luz de uno de ellos que es supremamente claro: 1 Juan 5,13-15. Dice así:

13 Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna. 14 Y esta es la confianza que tenemos delante de Él, que si pedimos cualquier cosa conforme a su voluntad, Él nos oye. 15 Y si sabemos que Él nos oye en cualquier cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hemos hecho.

Nos damos cuenta entonces que nuestra oración de petición no es “magia” ni es asunto de una especie de “concentración” ni tampoco es cosa de repetir mecánicamente nuestra voluntad para ver si “convencemos” a Dios. Nuestra oración es sintonía progresiva con el querer de Dios, con su plan, con su amor. Y en la medida en que esa sintonía se hace más perfecta, también se cumple que recibimos lo que pedimos.