ROSARIO de las Semanas 20210210

#RosarioFrayNelson para el Miércoles:
Contemplamos los Misterios de la Infancia de Jesús

Usamos esta versión de las oraciones.

  1. En el primer misterio de la infancia contemplamos la Anunciación a María Santísima y la Encarnación del Hijo de Dios.
  2. En el segundo misterio de la infancia contemplamos la visita de la Virgen Madre a su pariente Isabel.
  3. En el tercer misterio de la infancia contemplamos el sufrimiento que pasó San José, y la fe amorosa que tuvo.
  4. En el cuarto misterio de la infancia contemplamos el Nacimiento del Hijo de Dios en el humilde portal de Belén.
  5. En el quinto misterio de la infancia contemplamos la Epifanía: Jesús es luz para las naciones, y así es adorado por unos magos venidos de Oriente.
  6. En el sexto misterio de la infancia contemplamos la Presentación del Niño Jesús en el templo de Jerusalén.
  7. En el séptimo misterio de la infancia contemplamos a Jesús Niño en el templo, ocupado de las cosas de su Padre del Cielo.

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LA GRACIA 2021/02/11 Las cosas están para ser usadas, las personas no

Mientas que la naturaleza está a nuestra disposición, los seres humanos no lo están; cada uno de nosotros es otro como yo, por lo que entonces mi prójimo no está para ser usado sino está para mí como complemento.

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¿Cómo leer los signos de los tiempos?

Estimado P. Fray Nelson Medina: ¿Qué significa exactamente “leer los signos de los tiempos”? ¿Cuál es la aplicación de este don dentro de la espiritualidad cristiana? ¿Cómo esta forma de examinar la Historia puede ayudar a encaminar, de manera adecuada, el destino no sólo de individuos particulares sino también de toda la sociedad en su conjunto? — D.R.

* * *

Creo que está claro que no hay recetas específicas, al modo de: “Haga esto, luego esto, y luego esto otro, y ya podrá leer cualquier situación…” Pero sí podemos dar algunos principios y también algunas sugerencias:

ALGUNOS PRINCIPIOS

1. El punto de partida es darnos cuenta de que la historia humana es el lugar donde se realiza el “diálogo” entre Dios y el hombre, fundamentalmente a través del ejercicio de nuestra voluntad, que en ocasiones responde y en ocasiones se opone al querer de Dios, que Él ha manifestado a través de las Escrituras, la enseñanza de la Iglesia y sobre todo la voz de nuestra conciencia.

2. Esto significa que podemos captar mejor “qué está sucediendo en el mundo” a partir de una mayor unión con Dios: cuanto más unidos estemos, por fe y amor, a su voluntad, mejor entenderemos qué decisiones del mundo nos llevan a Él o nos apartan de Él. Esta unión con Dios supone una actitud especial de disponibilidad: renuncia de corazón al pecado y también: estar dispuestos a que las ideas y planes de Dios nos superan, nos sorprenden y siempre nos enseñan. Esa es la actitud humilde y de escucha que más nos puede servir.

3. ¿Qué se opone al señorío de Dios? La idolatría, en todas sus formas. El que quiera buscar los signos de los tiempos debe desarrollar una gran sensibilidad para detectar qué se está oponiendo a la gloria de Dios en cada circunstancia. ¿Se trata de una idea, una moda, un placer, un lucro, el ego de alguien? Los ejemplos pueden multiplicarse. Lo importante es que quien quiera “leer” una situación busque de corazón qué puede estarse oponiendo al reinado pleno de Dios: “¿Qué está en guerra contra la gloria de mi Señor aquí?”

ALGUNAS SUGERENCIAS

1. Practicar a menudo el examen de conciencia y procurar la pureza de intención, de cuerpo, de palabra y sobre todo, pureza de corazón.

2. Renovar la oración ferviente, siguiendo el modelo que nos dejó Cristo en el Padrenuestro: “santificado sea tu Nombre; venga tu Reino; hágase tu voluntad…”

3. Formar nuestra conciencia, particularmente en aquellos temas que vemos que tienen mayor incidencia en el ambiente que queremos leer: ¿Qué ideas, modas, tendencias, costumbres, líderes… tienen mayor impacto en el conjunto de la gente, y hacia dónde quieren llevarlos?

4. Cultivar la espiritualidad que San Ignacio de Loyola llamaba de la “santa indiferencia” es decir, la disponibilidad a que Dios haga las cosas a su modo, que puede o no coincidir con lo que a mí me gusta, lo que yo entiendo, lo que yo haría, lo que yo acostumbro.

5. Alimentarse con el ejemplo de los mártires y de tantos santos que mostraron con valentía que eran discípulos de Aquel que dijo y realizó: “Yo he vencido al mundo.”

Razones objetivas para no admitir la intercomunión con los luteranos

“En una carta abierta dirigida al presidente protestante del Grupo de Trabajo Ecuménico (ÖAK), el historiador eclesiástico de Tubinga Volker Leppin, el cardenal Kurt Koch, responsable del ecumenismo en la curia romana, explica por qué no es posible que católicos y luteranos comulguen juntos. Entre otras razones, recuerda que los luteranos no creen imprescindible los ministros ordenados para poder consagrar y admiten dar la comunión a no bautizados…”

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