¿Por qué es tan alta virtud la prudencia?

Como ya hemos expuesto al tratar de las virtudes en general (1-2 q.55 a.1 obi.; q.56 a.1), virtud es la que hace bueno al sujeto que la posee y a sus actos. Pero el bien puede tomarse en dos sentidos: material, lo que es bueno; formal, la razón de bien. El bien en el segundo aspecto es objeto de la voluntad. Por eso, si hay hábitos que hacen recta la consideración de la razón sin tener en cuenta la rectitud de la voluntad, tienen menos carácter de virtud, porque orientan materialmente hacia un objeto bueno, es decir, a lo que es bueno, pero no bajo la razón de bien. Tienen, en cambio, más carácter de virtud los hábitos que se ordenan a la rectitud de la voluntad, porque consideran el bien no solamente de una manera material, sino también formal; es decir, consideran lo que es bueno bajo la razón de bien. Ahora bien, como queda ya expuesto (a.1 ad 3; a.3), a la prudencia atañe la aplicación de la recta razón al obrar, cosa que no se hace sin la rectificación de la voluntad. De ahí que la prudencia tiene no solamente la esencia de la virtud, como las demás virtudes intelectuales, sino también la noción de virtud propia de las virtudes morales, entre las cuales se enumera. (S. Th., II-II, q.47, a.4, resp.)


[Estos fragmentos han sido tomados de la Suma Teológica de Santo Tomás, en la segunda sección de la segunda parte. Pueden leerse en orden los fragmentos publicados haciendo clic aquí.]

Censurado por no censurar

“La censura solía ser un instrumento de un gobierno autoritario para silenciar opiniones y noticias que le molestaban. Ahora, en sociedades democráticas, la censura puede provenir de grupos que se sienten ofendidos por opiniones discrepantes de otros. El modo más expeditivo para purgar una voz fuera del coro es calificarla de “discurso del odio”…”

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Lo que le pasó a algún arquitecto

Cuentan que a un arquitecto que trabajaba en una gran empresa constructora, le encargaron un importante proyecto. Contaría con un gran presupuesto y con libertad suficiente para sacar a flote todo su genio artístico.

Con gran ilusión empezó a diseñar y a dar las primeras órdenes para la compra de materiales.

Y, claro, pensó que, con tanto dinero disponible, si en los materiales interiores, en los que no se ven, empleaba algunos de peor calidad, él se podría quedar con lo que no se gastaba. Nadie se enteraba y todos ganaban. En apariencia, ¡claro!

La construcción seguía su curso y cada vez más el arquitecto se sentía tentado de racanear en el precio de las cosas. Prefería menos calidad y más ganancia para él.

Y llegó el día esperado de la inauguración. Se preparó una gran fiesta y la expectación era enorme por ver el resultado. Sin más dilación, el discurso del presidente de la empresa se centró en el maravilloso trabajo del arquitecto. Y que, por ello, se merecía lo mejor. Por ello, el obsequio de la empresa como recompensa al trabajo realizado fue, ¡¡el edificio que había construido!!

Que oportunidad de haber empleado lo mejor en esta obra. ¡Y cómo iba a saber él que ese edificio era el premio a su trabajo! Hubiera empleado lo mejor de lo mejor, incluido en los materiales que no se ven.

Lo mismo nos pasa con la sociedad. No nos preocupamos de la calidad de los elementos que la conforman. No nos preocupamos de su célula básica: la familia.

Nos creemos que con tener personas para cubrir la siguiente generación es suficiente. Y que las familias tiren como puedan. Más importante es que trabajen y que coticen. Recaudar es lo más importante.

Sin embargo, no nos damos cuenta de que cómo tratemos y consideremos a la familia y a las personas que la conforman es como será la sociedad.

[Publicado primero en Actuall.]

ROSARIO de las Semanas 20200711

#RosarioFrayNelson para el Sábado:
Contemplamos los Misterios del Silencio de Dios

Usamos esta versión de las oraciones.

  1. En el primer misterio del silencio contemplamos que del costado de Cristo en la Cruz brotaron sangre y agua.
  2. En el segundo misterio del silencio contemplamos el valor de aquellos que no eran apóstoles y sí permanecieron junto a la Cruz y cuidaron del cuerpo de Cristo muerto.
  3. En el tercer misterio del silencio contemplamos a Jesucristo, puesto en un sepulcro nuevo.
  4. En el cuarto misterio del silencio contemplamos a Jesús, que baja hasta el fondo del reino de la muerte, para que los justos que de antiguo esperaron en él encuentren a su Redentor.
  5. En el quinto misterio del silencio contemplamos el anonadamiento de Cristo, que siendo Hijo aprendió sufriendo a obedecer.
  6. En el sexto misterio del silencio contemplamos la soledad llena de fe de la Santísima Virgen María.
  7. En el séptimo misterio del silencio contemplamos la inmensa compasión de Dios Padre, que tanto amó al mundo que le dio a su único Hijo para que todo el que cree en él no perezca.

[REPRODUCCIÓN PERMITIDA – Este es un ejercicio privado de devoción “ad experimentum” en proceso de aprobación oficial. Puede divulgarse en las redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios siempre que al mismo tiempo se haga la presente advertencia.]

LA GRACIA 2020/07/12 Una cita de amor con el Amor

DOMINGO XV DEL TIEMPO ORDINARIO, CICLO A

Separa, cuida y cultiva un tiempo para el encuentro de amor y de crecimiento con el Señor para que Él reine en tu vida y retrocedan en ti la distracción, la superficialidad y el agobio.

[REPRODUCCIÓN PERMITIDA en redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios. Tu donación hace fuerte la evangelización católica. ¡Dona ahora!]

LA BIBLIA – Día 192 de 365

Fr. Nelson Medina, O.P. lee contigo el texto completo de la Sagrada Escritura – Día 192 de 365

2 Crónicas 16–18
Proverbios 19,15-29
Romanos 10

Lo que se ha publicado de esta serie de lectura de la Biblia.

Formación católica todos los días: amigos@fraynelson.com

Predicación y más oración: https://fraynelson.com/blog

Seguimos el texto publicado en la página web del Vaticano.