ROSARIO de las Semanas 20191031

#RosarioFrayNelson para el Jueves:
Contemplamos los Misterios de la vida pública del Señor

Usamos esta versión de las oraciones.

  1. En el primer misterio de la vida pública contemplamos a Jesús, que es bautizado por Juan en el Jordán y recibe la unción del Espíritu Santo.
  2. En el segundo misterio de la vida pública contemplamos que el diablo tienta a Jesús en el desierto pero al final tiene que retirarse derrotado.
  3. En el tercer misterio de la vida pública contemplamos las bodas en Caná de Galilea, donde Cristo dio su primera señal como Mesías.
  4. En el cuarto misterio de la vida pública contemplamos a Jesús, que predica la Buena Nueva a los pobres.
  5. En el quinto misterio de la vida pública contemplamos a Jesús, que llama a algunos discípulos para que estén con él y sean sus apóstoles.
  6. En el sexto misterio de la vida pública contemplamos la transfiguración del Señor, verdadero anuncio de su pasión y de su pascua.
  7. En el séptimo misterio de la vida pública contemplamos la institución de la Eucaristía y el mandamiento de amar como Jesús nos ha amado.

[REPRODUCCIÓN PERMITIDA – Este es un ejercicio privado de devoción “ad experimentum” en proceso de aprobación oficial. Puede divulgarse en las redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios siempre que al mismo tiempo se haga la presente advertencia.]

LA GRACIA del Viernes 1 de Noviembre de 2019

SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS

Si me estoy continuamente descubriendo la misericordia de Dios que se derrama sobre mis miserias y reconozco su providencia que me guía voy por el camino de la santidad.

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Caridad de San Pedro Claver con presos y condenados a muerte

Presos y condenados a muerte

«Yo le acompañé muchas veces al padre Pedro Claver, cuenta el hermano Rodríguez, cuando iba a visitar, confesar y consolar a los encarcelados, lo cual hacía con gran devoción y caridad; les daba pláticas muy afectuosas exhortándoles a la paciencia y a la confesión, y allí, sentado en el altar, les confesaba. Luego ellos le hacían sus encargos, que él cumplía con fidelidad, pues tenía varios abogados amigos».

Su caridad con los presos se hacía extrema cuando alguno de ellos era condenado a muerte. En efecto, él iba por lo derecho, y tras dar un abrazo al sentenciado, le decía: «Hermano mío, se acerca el día de tu muerte, ánimo». Seguidamente, les ayudaba al arrepentimiento y la confesión, les exhortaba y animaba, y como atestigua el intérprete Sacabuche, «trataba con ellos días enteros». Les daba frutas, vino, alguna golosina, y con ello, algún libro para la buena muerte, sin olvidar unos cilicios, como todos los testigos cuentan: «Sufre, hermano, ahora que puedes merecer».

Cosa notable: condenados a muerte, preparándose a morir ceñidos de cilicios. Y cosa más notable: los sentenciados comprendían y recibían tan singular tratamiento. De hecho, era común que, en su último trance, en aquella hora dramática, todos querían recibir la atención de Claver, todos buscaban la confortación de su caridad, a la vez tan tierna y tan fuerte.

Para el entierro de un sentenciado a muerte, movilizaba Claver a sus amigos, conseguía limosnas, llamaba a músicos. La cárcel quedaba junto a la catedral, y en ésta se hacían los funerales. «Esos días el padre Claver movía toda la música de la catedral -cuenta Pedro Mercado, un sacerdote- y todos los instrumentos del colegio, pífanos, bajos, cornetas. Entre los intérpretes esclavos negros del santo había buenas voces… Fácil es comprender la estima y amor que estas delicadezas despertaban entre esos pobres, que lo habían perdido todo en vida y en muerte».


El autor de esta obra es el sacerdote español José Ma. Iraburu, a quien expresamos nuestra gratitud. Aquí la obra se publica íntegra, por entregas. Lo ya publicado puede consultarse aquí.

Dios, el gran olvidado

“Cuando uno se encuentra ante un reloj, ¿acaso es el que cree que ha sido construido por un relojero quien debe aportar la prueba? ¿No debería más bien aportarla quien crea que no ha sido así, sino que proviene del azar?”

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