Infórmate sobre el uso político de la transexualidad

“Los expertos en Bioética recuerdan que “la experiencia de ansiedad o infelicidad asociada a esta convicción se conoce como disforia de género” y para conseguir la llamada “transición de género” se utilizan hormonas, tratamientos quirúrgicos o ambos. Pero el texto clarifica que “el concepto de transición de género está en oposición radical con una comprensión adecuada de la naturaleza de la persona humana. Se presupone que hay un ‘yo’ separado del cuerpo y que, por tanto, podría estar en el cuerpo equivocado. Sin embargo, la persona humana es una unidad cuerpo-alma plena, no es un ‘fantasma en la máquina’ o un espíritu que habita en el cuerpo. Una persona en particular no se limita a tener un cuerpo: él o ella es ese cuerpo”. El Papa San Juan Pablo II explicaba sobre esto que “el cuerpo humano expresa la persona”…”

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Tres reflexiones breves sobre el Padrenuestro

Tres reflexiones sobre el Padrenuestro a partir de parejas de conceptos: (1) confianza en Dios y ansia de su gloria y su Reino; (2) “soltar” a los que nos han fallado para “soltarnos” de la conciencia de nuestras múltiples falencias ante Dios; (3) conciencia de la propia fragilidad y certeza de la victoria de Dios sobre aquello perverso que es sin embargo más fuerte que nosotros.

Superar la interpretación materialista de Mateo 25

Superar la interpretación materialista de Mateo 25.- En este pasaje Cristo está proponiendo el mismo tipo de amor que, de modo explícito, propone en otros lugares de Mateo, o del Nuevo Testamento: es el amor característico del Padre Celestial, que no depende de la respuesta sino de la necesidad.

ROSARIO de las Semanas 20170309

#RosarioFrayNelson para el Jueves:
Contemplamos los Misterios de la vida pública del Señor

Usamos esta versión de las oraciones.

  1. En el primer misterio de la vida pública contemplamos a Jesús, que es bautizado por Juan en el Jordán y recibe la unción del Espíritu Santo.
  2. En el segundo misterio de la vida pública contemplamos que el diablo tienta a Jesús en el desierto pero al final tiene que retirarse derrotado.
  3. En el tercer misterio de la vida pública contemplamos las bodas en Caná de Galilea, donde Cristo dio su primera señal como Mesías.
  4. En el cuarto misterio de la vida pública contemplamos a Jesús, que predica la Buena Nueva a los pobres.
  5. En el quinto misterio de la vida pública contemplamos a Jesús, que llama a algunos discípulos para que estén con él y sean sus apóstoles.
  6. En el sexto misterio de la vida pública contemplamos la transfiguración del Señor, verdadero anuncio de su pasión y de su pascua.
  7. En el séptimo misterio de la vida pública contemplamos la institución de la Eucaristía y el mandamiento de amar como Jesús nos ha amado.

[REPRODUCCIÓN PERMITIDA – Este es un ejercicio privado de devoción “ad experimentum” en proceso de aprobación oficial. Puede divulgarse en las redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios siempre que al mismo tiempo se haga la presente advertencia.]

La vocación de ser mamá

Varias personas me preguntan: ¿Y tú qué haces ahora? Yo les respondo: “estoy en casa con mis tres hijos”. Pero vuelven y me preguntan: ¿y no trabajas? ¡Sí! Claro que trabajo, trabajo de lunes a domingo, de 7 a.m. hasta las 8p.m, pero muchos días la jornada va hasta la media noche. ¿Acaso el preparar comidas, bañar y vestir a tres hijos, jugar con ellos, doblar ropa o limpiar casa no es suficiente para decir que no trabajo? Es una entrega y una donación diaria intensa, que equivale a la vocación de un consagrado en pleno campo apostólico.

Desafortunadamente hoy en día la vocación de la maternidad ha sido relegada, en gran parte por la presión social de que la mujer debe ser independiente y adquirir un éxito profesional. En muchos casos, también existe un factor económico que hace que la mujer deba poner su trabajo por encima de su rol de madre. Pienso que es importante para la mujer estudiar y realizarse en diversos campos, ¡claro que lo es!, pero a las madres no se nos puede olvidar que la maternidad es un don y no un derecho, muchas mujeres quisieran ser madres y no pueden.

Ahora soy madre de tres hijos de 6, 4 y 2 años. Nunca como antes me he sentido tan cansada, ¡éste es sin duda el trabajo más exigente que he tenido! Parezco en una maratón diaria y aunque hay días en que me rebelo, sé que el gastar mis mejores años en mis hijos es lo mejor que puedo dejarles. Todos los días mi paciencia, generosidad y entrega son probadas al extremo, pero es ahí donde descubro la auténtica vocación de ser mamá.

Siempre he escuchado que detrás de un gran hombre hay una gran mujer, pero solo hasta hoy lo comprendo, detrás de un gran esposo, hijo, estudiante o empleado siempre hay una gran mamá o abuela que lo guía y que ha entregado su vida por él, un trabajo que deja huella.

Ser mamá no es aquella imagen que aparece en las revistas: una mujer bien vestida y siempre sonriendo con sus hijos, ¡no! Esta vocación saca lágrimas, risas y hasta ojeras. Hay días donde me pongo lo primero que veo en el clóset, ¡pues no tengo tiempo de más! Mi casa nunca está ordenada como me gustaría y aunque he tenido que renunciar a muchas cosas, sé que estos primeros años de vida son claves y que Dios nos presta a los hijos para amar, educar y compartir y su futuro depende de lo que nosotros ahora les brindemos.

Con esto no quiero decir que las mujeres no deberían trabajar fuera de casa, aquellas que deben o que decidieron trabajar, pueden seguir siendo igual de buenas madres, lo importante es no dejar todo en manos de las niñeras o las abuelas y estar conectados con lo que los hijos viven. En países como Estados Unidos hay muchos trabajos de medio tiempo, que dan la posibilidad a las madres de tener un balance entre trabajo y vida familiar.

En un mundo donde muchos matrimonios andan en crisis, la vocación de ser mamá debe recobrar el valor que se merece, ya que de esto depende el futuro de las nuevas generaciones.

Artículo original de Luisa Fernanda Marín.