La Resurrección de Jesús, fuente de esperanza [La Comunidad en los Hechos, 16 de 20]

* El gran problema de nuestro tiempo no es la fe, sino la esperanza. Hoy en día la gente está dispuesta a creer en la que haga falta (ekeko, indio amazónico, buda, Jesús, yoga, …), pero nadie está dispuesto a morir por una causa. El odio a la Iglesia está en la virtud de la esperanza. La Resurrección es la única que da la Esperanza.

* En la carta a los Hebreos 11, encontramos un elogio a la fe y su relación con la esperanza. La razón del odio de la gente a los Apóstoles era la Esperanza.

* La guerra contra la Iglesia es una guerra contra la esperanza. Por ejemplo, para destruir a una joven bastaría con atacar su virtud de la esperanza. Una vez que se destruye esta virtud se hace imposible la fidelidad.

* La gran crisis de la vida religiosa y de la vida matrimonial es la crisis en la virtud de la Esperanza. Si la gran crisis es en la Esperanza, ¿cómo hacer para fortalecer y crecer el don de la Esperanza? La vida religiosa es un cúmulo de renuncias no siempre bien entendidas.

“…?molestos porque enseñaban al pueblo y anunciaban en Jesús la resurrección de los muertos … … porque nosotros no podemos dejar de hablar de lo que hemos visto y oído.” (Hechos 4, 2-20)

* Ante el Sanedrín, en el tercer discurso, Pedro no cambia y sigue denunciando el pecado, proclamando la resurrección y anunciando la esperanza para aquellos que crean en el Resucitado. No importa que estén encarcelados y encadenados, la boca de Pedro y el anuncio sigue libre y hablando del Cristo. Esto es lo que produce la virtud de la Esperanza.

* Poco a poco se nota que la preocupación de los Sumo Sacerdotes era el nombre de Jesús. Hablar en el nombre de alguien es suponer que se trata de una persona viva. No querían presentar a Jesús como vivo y les prohíben que vuelvan a nombrar a Jesús. Pero ellos no pueden dejar de hablar de lo que han visto y oído. Jesús es la fuente de la Esperanza y así como sea la calidad de la experiencia con Cristo será la calidad de la Esperanza.

* Para crecer en la virtud de la Esperanza, necesitamos tener una experiencia profunda y rica con Dios. Para evaluar la calidad de esta experiencia con Dios necesitamos saber cuáles son las renuncias que hace y las expresiones espontáneas de amor que la persona tiene.

* La calidad de la experiencia con Dios se ve en las señales de amor que se tienen con Él. Solo las personas enamoradas son las capaces de mostrar experiencia con Dios y es la garantía del éxito de una genuina vocación de entrega a Dios.

* El criterio para saber si una vocación religiosa es auténtica hay que evaluar es cómo está el amor a Jesucristo, como centro de vida.

* La Resurrección es la expresión del don de la Esperanza. La Esperanza es indispensable para el don de la fidelidad. La Esperanza solo se nota allí donde hay verdadero amor. El amor se nota en los intereses, en las actitudes y en la conversación. Según San Agustín, “amor meus, pondus meum”, que quiere decir que uno termina inclinándose hacia aquello que ama.