Debilidades internas [La Comunidad en los Hechos, 18 de 20]

* Los capítulos 2, 3 y 4 del libro de los Hechos son paradigmas, respectivamente, del ser, hacer y padecer de la Iglesia. Necesitamos formarnos en estos verbos. Veamos, desde el capítulo 5 en adelante, otra faceta del padecer que tiene que ver con los ataques internos a la Iglesia.

“?Un hombre que se llamaba Ananías, junto con su mujer Safira, vendió un campo. … … ?pero ninguno de los demás se atrevía a unirse a ellos, aunque el pueblo los alababa.” (Hechos 5, 1-13)

* La fuerza de las apariencias

+ Vemos un acto parecido al que se menciona de José, el apóstol Bernabé, y que se narra al final del capítulo anterior. Ananías entrega parte del dinero de una propiedad que había vendido junto con su mujer Safira. No había obligación de haber ese trámite ni de entregar el dinero, ni todo ni parte. Lo que Pedro le echa en cara es el hecho de haber mentido.

+ La razón de la mentira de Ananías es que buscaba otro reconocimiento público, otra cortesía parecida a la que recibió Bernabé. La fuerza de aparentar le ha llevado a mentir.

+ Su acto no es sincero porque no confían del todo en la Comunidad y temen no recibir en caso de necesidad y de ahí que se queden con parte del dinero. En el fondo lo que hay en ese corazón lleno de Satanás de Ananías es ganas de aparentar con una mentira de una manera desconfiada y egoísta.

+ Pedro le hace ver que no mintió a los hombres sino a Dios. Al oír estas palabras, Ananías reconociendo su condición cae y muere. Por una parte, vemos que la paga del pecado es la muerte y por otra que la Comunidad Cristiana tiene el vigor y la fuerza para purificarse. La Comunidad está llena del Espíritu Santo y aunque la mentira intentó entrar, los mentirosos acabaron mal.

+ La Comunidad sale fortalecida. Al igual que con las persecuciones anteriores la Comunidad se fortaleció, ahora también ocurre lo mismo con esta crisis interna.

+ ¿Este tipo de crisis suceden en nuestra época? ¿Qué podemos aprender para superar nuestras mismas crisis internas?

+ El enemigo busca y encuentra modos de meterse en nuestras vidas y en la Iglesia. ¿Solución? No vendrá de las preguntas, ni obtendremos respuestas.

+ La solución la apunta San Agustín cuando dice no hay victoria sin combate y no hay combate sin tentación. Pertenece al plan de Dios que el demonio se meta porque con la prueba llega la lucha y la victoria.

+ La segunda parte es que no soluciona nada el alarmarnos y el escandalizarnos, sino más bien con paz y serenidad dedicarnos a rezar.

+ A parte de los Santos Ángeles (San Miguel Arcángel) otro recurso en la lucha contra el demonio es la devoción y el amor al Sagrado Corazón de Jesús. En el amor al Corazón de Jesús tenemos una fuente de amor y un recinto de gracia. Tenemos un refugio seguro.

+ La otra victoria sobre el demonio viene de la devoción y el amor de la Inmaculada. La unión amorosa con María y la frecuente invocación de su nombre es una poderosa arma contra el demonio.

+ Un buen remedio contra las apariencias es luchar contra la vanidad. Se trataría de decirle a Dios: “Ya que tus llagas se ven, que según tu providencia y bondad que se vean las mías también”. Esta es una una oración heroica que hace bien.