Invitación a la Contemplación, 2 de 9: ¿Por qué el lenguaje sobre la contemplación se ha vuelto tan distante?

¿Por qué el lenguaje contemplativo se ha vuelto distante y extraño?

  • Se ha perdido tanto el sentido de la contemplación que en algunos casos hay quien define la vida contemplativa como vida de clausura, poniendo así por delante un elemento externo de control, antes que un elemento interno de fuerza de vida.
  • Y sin embargo, el corazón de un vida consagrada es la contemplación (Vacare Deo, que quiere decir vaciarse y quedarse libre para estar al servicio de Dios.
  • Es preciso, pues, analizar las causas y las implicaciones de que el lenguaje contemplativo se haya perdido.

Diagnóstico: Causas

  • Muchos consideran Ingenuo/Irreal el lenguaje contemplativo:
    • El hablar de santidad y de contemplación ha sufrido la misma suerte. Estos lenguajes se devalúan con el tiempo y así a los que intentan mantener estos lenguajes vivos se les tacha de ingenuos, de anticuados y de desocupados.
    • Los mismos religiosos y consagrados han sido los primeros que han masacrado este lenguaje de la pureza y ternura del Amor a Dios.
    • Hemos de desconfiar de aquellos que desconfían que se puede llegar a la santidad. Esta situación de menosprecio y rechazo de la contemplación se debe a que hemos sustituido al verdadero Dios por ídolos. Las idolatrías (ego, vanidad, fama, prestigio, dinero, …) atraen porque se pueden mostrar, exhibir como resultados de “mi gestión,” pero la obra del Espíritu Santo no puede ser compartida de ese modo, e incluso si se consiguiese a nadie le importaría.
  • Lo contemplativo se ve o presenta como Inalcanzable/Elitista:
    • La razón de que no se puede alcanzar la contemplación es porque muchas veces se nos describen a los santos de una manera imposible de imitar.
    • Conviene no desalentarse e intentar una y otra vez la oración diaria sin decepcionarse. Aunque es cierto que ante la falta de buenos directores espirituales uno puede o bien confundirse o bien descorazonarse en su intento de alcanzar la contemplación.
  • Se tacha de “abstracto” lo que no produzca resultados físicamente medibles:
    • Desde el punto de vista teológico parece un tema remoto y difícil. A veces algunos profesores “muy doctos” lo que hacen es evitarlo y referir a la bibliografía de los grandes místicos. Y en el peor de los casos, lo que hacen es destrozar y aniquilar la devoción popular sin proporcionar nada a cambio.
    • Se habla de abstracto entendiéndolo como lo inalcanzable, lo que raya entre la fábula y el mito.
    • Hay que resistir heroicamente y formarse uno mismo para poder llegar en comunidad, sin este profesorado heterodoxo, a la Unidad en el proceso de formación.
    • En esta Unidad se trata de sumar: al fervor hay que añadirle el fortalecimiento en su formación racional, luego la sabiduría de la Teología y luego la evangelización.
  • Otras veces se considera como psicología extraña todo lo místico
    • En ocasiones se han querido explicar las experiencias místicas como comportamientos psicóticos de la persona. También se ha intentado explicar lo contemplativo como una psicología de la histeria y escape de la realidad.

Consecuencias

Del tratamiento que los mismos religiosos y consagrados hemos dado a la Contemplación y los fenómenos místicos tenemos algunos hechos innegables:

  • La búsqueda de la gente sigue. Decía San Agustín: «Nos hiciste, Señor, para ti, y nuestro corazón está inquieto, hasta que descanse en ti». Como somos nosotros mismos los que hemos desacreditado las fuentes de la contemplación entonces la gente busca donde puede, o donde la publicidad le indique: Nueva Era, yoga, zen, concentración mental…
  • Confusión manifestada en el surgimiento de una especie de “espiritualidad” sin religión. Lo institucional se ve con desprecio. Se piensa que lo importante es “trascender,” pero ya sin referencia al don de redención de que nos habla la Biblia. Cuando no se da buen alimento, la gente se envenena. Ante esta situación tan tensa y oscura nos va a tocar volvernos lo que no hemos encontrado. Lo que no tuvimos (buenos padres, directores espirituales, guías, formadores) vamos a tener que ser nosotros ahora. El desafío para los que estamos en formación es llegar a ser lo que nos hubiese gustado encontrar.
  • Menosprecio al camino cristiano
    • Hay gente que está tomando en serio su fe.  Es fácil burlarse de los que están enamorados. Mas decía Gilbert Chesterton que el primer deber de un hombre enamorado es ponerse en ridículo.
    • El reto, hoy en día, es si seremos nosotros capaces de conectar con aquellos que han visto que su vida ha comenzado debido a un proceso de conversión sincero. Esas semillas de Dios que se prestan a la burla y a la risa deben encontrar en nosotros acogida que les sirva para seguir creciendo ellos y también nosotros simultáneamente.
    • No todo en este diagnóstico es negativo, también tenemos una gran responsabilidad ante mucha gente que sí ha podido ser tocada por Dios: llevan en sus almas semillas de conversión.