LECTIO 20160428

LECTURA ESPIRITUAL para el Jueves V de Pascua

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LA GRACIA del Viernes 29 de Abril de 2016

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Fiesta de Santa Catalina de Siena

Nuestra Iglesia Católica llama “doctores,” del verbo “docere,” que, en latín, significa “enseñar,” a aquellos hombres o mujeres que por la santidad de su vida y la luz de su enseñanza son referencias seguras en la exposición de la fe y camino firme para el crecimiento espiritual de todos.

En 1970 el Beato Papa Pablo VI declaró a dos mujeres como “doctoras” de la Iglesia. Son ellas Santa Teresa de Jesús, la gran reformadora del Carmelo, mujer mística y escritora de profunda inspiración, y Santa Catalina de Siena, virgen dominica seglar, dotada por el Señor con abundantes dones místicos y con una sabiduría inmensa. La fiesta liturgica de esta consagrada del siglo XIV es precisamente el 29 de abril.

Después de Pablo VI, el Papa San Juan Pablo II declaró doctora a Santa Teresa del Niño Jesús, monja carmelita francesa del siglo XIX, muy conocida por su enseñanza de la Infancia Espiritual. En tiempos más recientes, Benedicto XVI dio el mismo título a Santa Hildegarda de Bingen, llegando así al número de cuatro doctoras de la Iglesia.

En mi experiencia como creyente, como religioso dominico y como sacerdote predicador tengo una deuda enorme de gratitud con la Doctora de Siena, y así suelo manifestarlo con frecuencia. Un buen resumen de su vida está en este enlace.

Desde mi noviciado, en 1985, hasta la fecha presente, no ha hecho sino crecer mi admiración por la obra de Dios en el corazón de esta mujer, que se dispuso con gran generosidad para servir a Cristo y su Iglesia en tiempos de dura tribulación. Puedo decir que el testimonio de su integridad y la sabiduría de sus palabras me han marcado profundamente y si algo he de lamentar, al verme como discípulo suyo, es que me encuentro más bien entre los mediocres y no entre los aprovechados. Una muestra de la profundidad de lo que ella enseña y de cómo se puede aprovechar puede atisbarse en este video.

A lo largo de los años he recogido algunas charlas en que trato de destacar elementos de la riqueza que el Espíritu Santo dio a Catalina. Estas charlas están a disposición de todos haciendo click aquí.

Pido a Dios que, dejándonos guiar por luces tan altas y seguras, sepamos navegar los tiempos que nos han correspondido con fe, con esperanza y con amor agradecido. Amén.