La arrogancia conduce pronto a la ingratitud, el exceso, el cinismo y el sacrilegio. La confianza, en cambio, lleva pronto a la fortaleza, la perseverancia y al final, la victoria.
La arrogancia conduce pronto a la ingratitud, el exceso, el cinismo y el sacrilegio. La confianza, en cambio, lleva pronto a la fortaleza, la perseverancia y al final, la victoria.