Catheriniana – 12, Maternidad Espiritual, parte 3

[Catheriniana es una serie de reflexiones sobre aspectos de la enseñanza de Santa Catalina de Siena. Para sacar mayor provecho de estas conferencias es muy recomendable revisar primero la serie sobre su vida, y después la serie sobre los fundamentos de su doctrina espiritual. Si se quiere acceder a todas las publicaciones de este blog sobre la Santa Doctora, hacer click aquí.]

Tema 12: Rasgos propios de la genuina maternidad espiritual

* El deseo de ser fecundos para Dios es un criterio central de discernimiento en nuestra vida cristiana y en particular en la vida consagrada actual. En nuestro tiempo , el egoísmo, la comodidad y el libertinaje pueden llevar a una vida en soltería pero en la elección de ese camino Dios en realidad no cuenta.

* Rasgos principales de la verdadera maternidad espiritual:

(1) Lo que una madre es para sus hijos, lo vive en términos espirituales quien vive una vocación de maternidad espiritual: unión con su Divino Esposo, fecundidad que viene de Él, deseo de ser fecunda para Él. La semilla de la Palabra y de la Caridad es participación en los intereses de Cristo. Su pregunta es: “¿Mi amado cómo queda aquí?”

(2) En la gestación, la maternidad espiritual consiste en enviar alimento: con la oración, la penitencia, la enseñanza. El parto llega cuando la persona le da un sí real y resuelto a Cristo.

(3) La lactancia consiste en no abandonar a los recién convertidos sino afianzar en ellos los elementos esenciales de la fe, los que le ayudarán a rechazar los insidiosos retornos de los ídolos. De esto habla la Carta a los Hebreos 5,12–6,3.

(4) Nacer supone un choque térmico que hace que la persona eche de menos su ambiente anterior. Es allí donde una buena madre sabe que hay que proveer de recursos y de calidez que permitan sobrevivir a los pequeños. Por supuesto, esto implica dar más cuidado a quien más lo necesita.

(5) Las mamás han de “primerear,” según la expresión del Papa Francisco, dando las vacunas que son más necesarias, por medio de advertencias saludables y oportunas.

(6) Pero también lo positivo: ¿cuáles son las lecturas, las conversaciones, los lugares adonde debo remitir al que todavía es débil? Deshacerse de una persona débil es ponerla en la ruta para que sea trofeo de Satanás.

(7) Finalmente: las mamás no crían a sus hijos para que estén siempre con ellas. Hay que saber entregar, como María al pie de la Cruz.

* Por supuesto, todo esto supone una renovación y ensanchamiento del corazón y de nuestra caridad.