Familias cimentadas sobre roca, 5 de 5: Victoria sobre las tres grandes mentiras

[Predicación en Juventud Renovada en el Espíritu Santo, en Pomona, California.]

Tema 5 de 5: Victoria sobre las tres grandes mentiras

* Juan 15: “Sin mi nada podéis hacer”:

* Sin Cristo nos agitamos pero no nos movemos, no avanzamos.

* Cuando uno descubre quien es Dios en verdad y cuando uno descubre quien es uno en verdad, entonces en ese momento la vida cambia, y uno se apega de Dios.

* El enemigo tiene como lenguaje propio y como herramienta principal la mentira, porque el enemigo sabe que en el momento en que tu sepas que hoy un Dios que te ama, Juan 3, 16: “Tanto amo Dios al mundo que entrego a su hijo único para que todo el que crea en Él no perezca sino que tenga vida eterna”. En el momento que sepas que tu vida va a cambiar y comienzas a ser libre. Por eso el enemigo necesita atraparte en la oscuridad de la mentira.

* Tres mentiras pretenden gobernar el corazón humano:

1. La gran mentira: tengo que escoger entre ser feliz o ser obediente. Génesis 3.

* Lo que necesita la serpiente es romper la relación entre Dios y la mujer, entre Dios y el ser humano.

* El pecado es siempre darle la espalda a Dios, separarse de Dios.

* ¿Cómo puede lograr la serpiente que el ser humano se aparte de Dios, si nosotros mismo somos imagen de Dios?

* Lo que pretende la serpiente es separar tu obediencia de tu felicidad.

* Para separar a Dios y al ser humano la serpiente introduce la separación entre la obediencia y la felicidad.

* La serpiente pone a escoger, quieres ser obediente o quieres ser feliz. Esta es la gran mentira.

* Lo que logra la serpiente con su astucia es que la mujer escoja ser feliz o ser obediente.

* Una vez que la gran mentira se mete en el corazón es como una bondad de tiempo, tarde o temprano la persona cae en el pecado.

* Esta mentira obra en nuestros corazones cuando empezamos a sentir que los mandamientos de la ley de Dios son como un vestido muy estrecho, como una prisión que no nos deja ser libre. En este momento la voz de la serpiente nos comienza a decir: tu tienes derecho a ser feliz. Esto se da en toda la estructura del pecado, el adulterio, la política, la pureza de los jóvenes…

* Tengo que escoger entre ser feliz p ser obediente, llamamos a esta la mentira grande, porque en esta afirmación no se admite una afirmación que es la que Dios quiere de nosotros que seamos realmente obedientes y realmente felices.

2. La mentira dulce: La utiliza el demonio para que sigamos en el pecado.

* La mentira dulce es la estrategia que utiliza el demonio para amarrarnos del pecado. Ejemplo: la samaritana, Juan 4.

* La mentira grande lo utiliza el demonio para que empecemos a pecar, la mentira dulce la utiliza el demonio para que sigamos en el pecado.

* La mentira dulce es hacernos creer que si aumentamos nuestras posesiones, placeres, prestigio, ahí vamos a ser realmente felices. Es la manera de encadenarnos del pecado, más de lo mismo.

3. La mentira terrorista: Ya es demasiado tarde, ya no hay nada que hacer. Apégate a lo poco que te queda.

* Esta mentira es para que no te apartes del pecado.

* El lenguaje terrorista consiste en que ya no te pues salir de esto, ya no tienes escapatoria.

* La mentira terrorista consiste en adueñarse de tu corazón con el miedo, el pánico, para que tu agarres angustiosamente a lo que te queda de vida.

¿Por qué necesitamos a Cristo?

Necesitamos a Cristo porque necesitamos vencer estas tres mentiras, y estas no las vence el que no conoce el amor de Dios, el Espíritu Santo de Dios.

– Juan 14, Cristo nos ha revelado el verdadero rostro de Dios padre, y cuando nosotros conocemos el verdadero rostro de Dos padre entendemos que todo lo que Dios manda para que obedezcamos lo manda para nuestro bien, por nuestra felicidad.

– Cristo nos revela el rostro de Dios padre. Cuando yo entiendo que hay un Dios que me ama, que hay un Dios que ha llegado al extremo de entregar a su propio hijo cuando yo veo, que Dios todo lo ha hecho por el amor, entonces entiendo que, ese Dios, cuando yo le obedezco me lleva a mi plenitud, es decir, lo que hace Jesucristo es destruir la gran mentira, la mentira dulce y la mentira terrorista.

Cristo dice: “Yo he vencido al mundo”.