Conocer y amar la Iglesia, 1 de 2

[Predicación en la Parroquia de la Inmaculada Concepción en San Luis Potosí, México.]

Parte 1 de 2: Relación entre el amor a Dios y el amor al prójimo

* Cuando uno habla de Jesucristo es fácil quererlo , pero al hablar de la Iglesia, no es tan fácil quererla. El papa Francisco habla de la necesidad de mantener unidos el amor a Cristo y el amor a la Iglesia porque “no se puede amar a Cristo si no se ama a la Iglesia.” Nosotros somos los hijos de la Iglesia. Su realidad es misteriosa porque en ella están presentes lo humano y lo divino pero tiene llagas que son sobretodo nuestros pecados y como hijos debemos amarla, cuidarla y curarla.

* Se tocarán tres temas:

– RELACIÓN ENTRE EL AMOR A DIOS Y EL AMOR AL PROJIMO
– PROPÓSITO DE CRISTO CON LA IGLESIA
– COMO PODEMOS AYUDAR EN LOS MOMENTOS DIFICILES DE LA IGLESIA

I. RELACIÓN ENTRE EL AMOR A DIOS Y EL AMOR AL PRÓJIMO:

* En la Escritura aparece que apenas se rompe el vinculo de amor y de unidad entre el hombre y Dios, de inmediato se rompe también el vínculo entre nosotros los seres humanos, es decir que apenas se daña el amor a Dios, se daña el amor al prójimo. Amar a Dios es amar lo mas perfecto en cambio amar al prójimo es amar las imperfecciones que cada uno de nosotros tiene.

* Nosotros como humanidad somos como un poema que pronuncia y crea Dios, por eso cada una de sus sílabas tiene que ser perfecta, y esa perfección es lo que se llama la santidad. Si una de ellas estuviera borrosa, no se vería tan claro el mensaje. Dios ha expresado su ser, gloria y bondad en un poema que es la creación y en esa creación las siglas mas significativas somos nosotros los seres humanos y es el pecado el manchón que no deja ver la gloria de Dios de modo que siguiendo la analogía, el manchón deja entrever a medias el poema de Dios.

* Así el demonio tiene enemistad con la mujer y quiere destruir el plan que Dios tiene para ella empezando por el encargo en el que nada y nadie puede reemplazarla que es dar humanidad, es por eso que el demonio la detesta. Pero también a todo ser humano, porque el demonio quiere destruir el poema de Dios. De aquí se pueden entender 3 cosas importantes:

(1) El pecado que cada uno de nosotros comete, no se queda únicamente en sí mismo, sino que atenta contra la gloria de Dios.

(2) Dios siente dolor por la pérdida de un hijo, lo pierde cuando esta en el pecado.

(3) Cuando se le enseña a un ser humano de quién es hijo y quién le ha amado, se esta limpiando lo que estaba manchado.

* La irrompible relación del amor a Dios y al prójimo es esta: PORQUE AMO A DIOS, QUIERO QUE BRILLE LA GLORIA DE DIOS EN LA VIDA DEL PRÓJIMO. El amor al prójimo no es un asunto de simpatía, es el deseo de que aparezca la luz y el amor de Dios en él.