Vida Religiosa Renovada, 10 de 12, La virtud teologal de la esperanza

[Retiro espiritual con las Hermanas Dominicas de la Inmaculada, de la Provincia de Santa Rosa, en el Perú. Octubre de 2014.]

Tema 10 de 12: La virtud teologal de la esperanza

* En la fe hay dos dimensiones: doctrinal (que apunta a los contenidos) y existencial (que mira a Aquel en quien creemos) y de Quien nos fiamos. Podemos decir que esta dimensión de entrega y confianza es la raíz misma de la esperanza. Sólo que la fe de suyo es una entrega presente mientras que la esperanza apunta al bien futuro que es arduo pero posible.

* ¿Cómo se cultiva la esperanza? Ante todo, no hay que confundirla con la novedad. En tiempos de incertidumbre o fragilidad los experimentos no aumentan la seguridad sino que la disminuyen. El futuro se muestra promisorio cuando el pasado muestra sus raíces fuertes. Sobre la base de lo que es firme y en cierto sentido, tradición, se puede mirar el futuro de otra manera.

El deber de trabajar

264La conciencia de la transitoriedad de la « escena de este mundo » (cf.1 Co7,31)no exime de ninguna tarea histórica, mucho menos del trabajo(cf.2 Ts3,7-15),que es parte integrante de la condición humana, sin ser la única razón de la vida.Ningún cristiano, por el hecho de pertenecer a una comunidad solidaria y fraterna, debe sentirse con derecho a no trabajar y vivir a expensas de los demás (cf.2 Ts3,6-12). Al contrario, el apóstol Pablo exhorta a todos a ambicionar « vivir en tranquilidad » con eltrabajo de las propias manos, para que « no necesitéis de nadie » (1 Ts4,11-12), y a practicar una solidaridad, incluso material, que comparta los frutos del trabajo con quien « se halle en necesidad » (Ef4,28). Santiago defiende los derechos conculcados de los trabajadores: « Mirad; el salario que no habéis pagado a los obreros que segaron vuestros campos está gritando; y los gritos de los segadores han llegado a los oídos del Señor de los ejércitos » (St5,4). Los creyentes deben vivir el trabajo al estilo de Cristo, convirtiéndolo en ocasión para dar un testimonio cristiano « ante los de fuera » (1 Ts4,12).

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Vida Religiosa Renovada, 09 de 12, La virtud teologal de la fe

[Retiro espiritual con las Hermanas Dominicas de la Inmaculada, de la Provincia de Santa Rosa, en el Perú. Octubre de 2014.]

Tema 9 de 12: La virtud teologal de la fe

* Lo propio de las virtudes teologales, en general, es que son fruto de la acción del Espíritu Santo en nosotros, y en este sentido sólo existen y sólo son reconocidas bajo la acción de ese mismo Espíritu.

La primera de las virtudes teologales es la fe, que nos abre a recibir la propuesta del amor divino, y nos permite acoger su palabra como Palabra de Dios, y nos dispone interiormente para obrar al modo de Dios.

* La fe no es imaginación. No es negación de la realidad. No es fantasía pero tampoco es evidencia. ¿Cómo entenderla?

* San Juan, en su Evangelio, utiliza el término “señal.” La fe es un camino que parte de señales o signos y que nos conduce, bajo acción a Dios a su significado pleno.

* La fe hace posible amar al prójimo, no porque deje de ser odioso lo que hay de repugnante en su comportamiento, sino porque al lado de lo odioso vemos su necesidad, así como Cristo pudo ver en sus verdugos gente muy necesitada.