De nuevo, perseverar

Comenzar es de todos; perseverar, de santos. Que tu perseverancia no sea consecuencia ciega del primer impulso, obra de la inercia: que sea una perseverancia reflexiva.

Te apartaste del camino, y no volvías porque te daba vergüenza. -Es más lógico que te diera vergüenza no rectificar.

Fomenta y preserva ese ideal nobilísimo que acaba de nacer en ti. -Mira que se abren muchas flores en la primavera, y son pocas las que cuajan en fruto.

Constancia, que nada desconcierte. -Te hace falta. Pídela al Señor y haz lo que puedas por obtenerla: porque es un gran medio para que no te separes del fecundo camino que has emprendido.

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