Corazón para Cristo

“Et regni ejus non erit finis”. -¡Su Reino no tendrá fin! ¿No te da alegría trabajar por un reinado así?

Es demasiada simplicidad la tuya cuando juzgas el valor de las empresas de apostolado por lo que de ellas se ve. -Con ese criterio habrías de preferir un quintal de carbón a un puñado de diamantes.

Ahora, que te entregaste, pídele una vida nueva, un “resello”: para dar firmeza a la autenticidad de tu misión de hombre de Dios.

Más pensamientos de San Josemaría.

Por qué el lobby LGBT odia a Richard Cohen

“El autor de Hijos gay, padres heterosexuales (novedad de LibrosLibres objeto de la campaña difamatoria del lobby LGTB), contó con detalle durante el programa aspectos íntimos de su antigua vida como homosexual, y su origen en los conflictos con su padre y hermano y en los abusos sexuales que padeció por parte de uno de sus tíos. Hoy está casado y tiene tres hijos que le apoyan en su tarea…”

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