Buena ocasión para agradecer

Cuando este boletín y su correspondiente publicación salgan a luz, yo estaré haciendo un breve pero sustancioso retiro espiritual que pide desconexión total, incluyendo teléfono, correo electrónico y cualquier otro medio.

Cuando se abrió el camino para realizar este retiro mi primer impulso fue dar gracias a Dios; y el segundo fue pedir, como hago con frecuencia, el apoyo de la oración de ustedes.

Esto me lleva a reflexionar, una vez más, sobre cómo, en la Santa Iglesia, todos dependemos de todos, todos hemos de apoyar a todos, y todos finalmente recibimos los bienes verdaderos del único Bueno, nuestro Dios y Señor.

Va aquí mi inmensa gratitud por todos los que interceden por nosotros los sacerdotes, que bien conscientes somos de las responsabilidades recibidas y de la enorme distancia que nos separa del ideal diáfano que un día nos propuso la Iglesia.

De verdad, con el alma: GRACIAS.