Parejas de fe, esperanza y amor, 3 de 5, Las raíces de la esperanza

[Taller para parejas, organizado por la Comunidad Betania, y ofrecido en Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia.]

Tema 3 de 5: Las raíces de la esperanza

* Por comparación, es más fácil identificar los bienes propios del amor o de la fe que los propios de la esperanza. de hecho, es fácil y frecuente que se confunda a la virtud de la esperanza con alguna de estas caricaturas: fantasía, simple espera, resignación o entusiasmo.

* La virtud de la esperanza brilla en las dificultades; en este sentido está muy próxima a la fortaleza.

* La verdadera esperanza viene del Espíritu Santo: no responde a simples cálculos humanos ni es un ejercicio de la sola voluntad nuestra. Este don peculiar de la divina gracia permite ver más allá de los obstáculos y abrir caminos muchas veces inéditos en medio de las dificultades.

* Se entiende entonces que uno siente que necesita la virtud de la esperanza cuando el bien deseado parece inalcanzable. Cuando todo va bien, y según lo esperado, uno quizás no hace provisión de la gracia que podrá necesitar al llegar la contradicción, la catástrofe, el accidente, la oposición o la persecución.

* En particular, es importante que las parejas tengan la conveniente familiaridad con el Espíritu Santo de modo que su gracia se aclimate en los corazones que tarde o temprano tendrán que pasar por la prueba.