ESCUCHA, Familias unidas en el amor y abiertas a la mision

[Predicación para la comunidad hispana de la Parroquia de Santa Margarita de Escocia, en Morristown, NJ, Marzo de 2013.]

* Cuando Josué dice: “Yo y mi casa serviremos al Señor” (Josué 24,15), está seguro de la unidad de su familia en torno al querer de Dios. ¿Cómo se garantiza esa unidad? He aquí cinco recomendaciones:

(1) Cristo en el centro: para que en la pareja ninguno espere demasiado del otro, y para que los papás se desengañen con respecto a sus hijos, a los que suelen ver como buenos solamente porque sienten amor por ellos.

(2) Escuelas del perdón: no hay unión posible si la gente no aprende a decir: “Perdóname” y “Te perdono.”

(3) Aprecio por los dones de los demás.

(4) Comunicación y transparencia: Padres, ¡hablen de sus sueños a sus hijos!

(5) Proyectos comunes: para esto es ideal la vida parroquial!

Josue y su familia, 3 de 3, Una mujer de Dios

[Predicación para la comunidad hispana de la Parroquia de Santa Margarita de Escocia, en Morristown, NJ, Marzo de 2013.]

* Ya la fisiología de la mujer, en su capacidad de percibir, comunicar y conectar, muestran que sus dones naturales son abundantes. ¿Hay un propósito para ellos? Por supuesto: la sensibilidad extendida, lectura de gestos, capacidad de empatía son necesarias para favorecer la vida. La mujer es ministra de la vida.

* La mujer, sin embargo, encuentra en el varón, si de veras la respeta y la ama, tres cosas: (1) Dirección, que le permite ser, no una inundación sino un río; (2) Ubicación, puesto que el mundo en general no nos mira desde la subjetividad que no conoce sino desde la objetividad de actos y resultados; (3) Un apoyo y presencia afectiva que no dependa de la sola apariencia física.

Josue y su familia, 2 de 3, Un hombre de Dios

[Predicación para la comunidad hispana de la Parroquia de Santa Margarita de Escocia, en Morristown, NJ, Marzo de 2013.]

* Es propio del hombre ser “cabeza” pero eso no es una excusa para ser egoísta o agresivo. La Biblia muestra que hay un modo de ser “primero.”

* Lo propio del hombre de Dios es obedecer a Dios, ser coherente y poner al servicio de otros su capacidad objetiva de comprender las relaciones entre las personas, las situaciones y las metas.

Josue y su familia, 1 de 3, El Dios Verdadero

[Predicación para la comunidad hispana de la Parroquia de Santa Margarita de Escocia, en Morristown, NJ, Marzo de 2013.]

* Muchos hebreos salieron de Egipto hacia el desierto; y muchos hebreos llegaron del desierto a la tierra de Canaán, la tierra prometida. Pero los que salieron no fueron los mismos que llegaron. Ni siquiera Moisés pudo completar el camino. Sólo hubo un hombre que tuvo ese privilegio: conoció la esclavitud de Egipto, la dureza del desierto y las seducciones y engaños de Canaán.

* Josué tiene entonces una posición de privilegio para distinguir al Dios verdadero, el de la Alianza, de los muchos dioses falsos. Cuando Josué dice: “Yo y mi casa serviremos al Señor” (Josué 24,15), ¡él sabe de qué está hablando!

* En hebreo Josué y Jesús se escriben de la misma manera. Su nombre significa: “El Señor salva.” Por eso resulta natural comparar lo que hizo Josué, llevando al pueblo a la tierra prometida, y lo que hizo Jesús, conduciéndonos a la gloria del Cielo.