La Verdad y el Amor, 01 de 12, contexto eclesial

[Retiro Espiritual en el Real Monasterio de Monjas Dominicas en Caleruega, Octubre de 2012.]

Tema 1 de 12: Introducción, Contexto de Iglesia

* El Papa Benedicto ha venido insistiendo en tres expresiones que, si uno examina, están íntimamente relacionadas: hermenéutica de la continuidad, nueva evangelización, y ahora: Año de la Fe.

* La hermenéutica (interpretación, lectura comprensiva) de la continuidad (en cuanto al Concilio Vaticano II) va en contraste con las hermenéuticas de la ruptura, que son sobre todo dos: (1) La lectura tradicionalista, que ve en el Concilio una “traición” a lo que se supone que era y pensaba la Iglesia; (2) La lectura progresista, que idealiza el tiempo del Concilio y también el llamado “espíritu” del Concilio.

* Tradicionalistas y progresistas se parecen en que ven en el Concilio una “ruptura,” trágica o necesarísima, según el caso. Se parecen también en que ven en Juan Pablo II y ahora en Benedicto XVI “traidores,” para los tradicionalistas, por haber favorecido la “destrucción” de lo que la Iglesia era; para los progresistas, por haber asfixiado la atmósfera nueva que trajo el Concilio.

* La hermenéutica de la continuidad se apoya en las palabras y la intención de quien convocó el Concilio Vaticano II: Juan XXIII. El propósito del Concilio no fue definir aspectos de la fe, sino apoyarse en ella, y preguntarse cómo ofrecerla de modo más abierto y efectivo al mundo. La “continuidad” es ante todo la continuidad de la misma fe y de la misma Iglesia.

* A la vez, la continuidad nos lanza de nuevo a la tarea de la evangelización, y por eso ha de considerarse como fruto conciliar la Nueva Evangelización (de ningún modo un “nuevo evangelio”).

* Esa Nueva Evangelización no parte de cero: cuenta con el depósito de la fe, cuenta con la experiencia misionera multisecular, y además, mira con atención las señales del postconcilio, incluyendo la progresiva esterilidad de las disidencias, sean de corte tradicionalista o progresista.

* Tal es el contexto del Año de la Fe, mucho más una tarea pendiente que una simple celebración o recuerdo.