Darwin a Juicio – Comentario

Lo que sigue es mi comentario a esta entrada del blog de Daniel Iglesias.


Daniel, por una parte admiro el tiempo y talento que pones a disposición de todos con esta serie de artículos.

Por otra parte, parece claro, a estas alturas, que tu apuesta va por el Diseño Inteligente, como se ve por el talante de la argumentación y los autores citados, en particular Johnson y Behe. Incluso tus ejemplos repetidos, como el ala o el ojo, van en la línea de “Complejidad Irreducible” de Micahel Behe.

Reconociéndome–ni más faltaba–como cristiano y católico, y por bondad de Dios sacerdote y teólogo, permíteme que comente que ese camino por donde vas presenta enormes dificultades y acaba en algunas incoherencias, a mi parecer, insalvables. Por ejemplo, hay estudios serios dedicados tanto al ojo como al ala, que han mostrado que el paso, desde la simple respuesta a la luz (fotosensibilidad) a la formación de una cámara que facilite esa respuesta es, por lo menos, plausible. Darwin mismo lo estudió: http://www.talkorigins.org/indexcc/CA/CA113_1.html

Me parece, por el contrario, que la veta realmente promisoria en una crítica al materialismo de Darwin va por el lado del estudio de las probabilidades, y el asunto del tiempo real estadísticamente requerido para mutaciones moleculares que se sumen en la dirección correcta.

Pero aún esta línea de ataque al darwinismo tiene su lado flaco. El estudio de tales probabilidades es extremadamente complejo–y polémico–porque no todos los casos son igualmente posibles. Por decir algo: un gen errático no tiene idéntica probabilidad de reconectar con su cadena de ADN en cualquier punto.

Todo esto no significa que Darwin sea inexpugnable. Las precondiciones que determinan cosas como las probabilidades relativas de reconexión de un gen son extremadamente enigmáticas, y hunden sus raíces en la química, la física y la cuántica. Tales propiedades de la materia no son ellas mismas materiales. Como decía el gran físico Paul Davies, es el origen de las LEYES lo que debería capturar más nuestra atención (más incluso que el origen de la vida o de la materia).