Defensa y ataque, en el combate espiritual

Elección, Combate, Victoria. Predicación con los Misioneros de Jesús, en NY. Tema 4 de 6: La defensa y el ataque, en el combate espiritual.

* Aclaraciones previas: (1) Mi enemigo no es otro ser humano, pues ese que me fastidia u oprime también ha sido redimido por la misma Sangre de Cristo que me ha redimido a mí. (2) Hay que aprender a orar por los que nos tratan como enemigos; lo mejor es suplicar sencillamente que en ellos se cumpla la voluntad de Dios.

* Defensa: (1) Nada puede sernos indiferente. Todos finalmente estamos conectados con todos, y si hay una globalización del pecado debe haber una globalización de la gracia, que en nosotros tiene un rostro específico en el ministerio del Sucesor de Pedro, el Papa. (2) Hay que formarse. La hora del accidente no es la hora para aprender primeros auxilios.

* Ataque: (1) Nuestro “atacar” es sencillamente ofrecer con amor el Evangelio; toda agresividad está excluida. (2) Uno debe medir las propias fuerzas y no creerse capaz de todo, sobre todo al principio. (3) Nuestra fuerza proviene de nuestra unión con la comunidad, que para nosotros finalmente es nuestra Iglesia Católica.