Un himno de homenaje a Santa Catalina de Siena

Esta mujer no quiso
tomar varón ni darle su ternura,
selló su compromiso
con otro amor que dura
sobre el amor de toda criatura.

Y tanto se apresura
a zaga de la huella del Amado,
que en él se transfigura,
y el cuerpo anonado
ya está por el amor resucitado.

Aquí la Iglesia canta
la condición futura de la historia,
y el cuerpo se adelanta
en esta humilde gloria
a la consumación de su victoria.

Mirad los regocijos
de la que por estéril sollozaba,
y se lleno de hijos
porque el Señor miraba
la pequeñez humilde de su esclava.

[Del Oficio Común de Vírgenes de la Liturgia de las Horas.]

Donald Trump se declara pro-vida

donald trump
“El magnate de los negocios, Donald Trump sorprendió a los asistentes a la conferencia conservadora del PCCh de febrero, cuando se declaró a favor de la vida después de años de apoyo a la posición proaborto…” Click!

Salir del absurdo de la Sola Scriptura

sola scriptura
“Uno de los principios esenciales del protestantismo, formulado por el propio Martín Lutero, es el principio de la “sola Scriptura” (sola Escritura): la Divina Revelación es transmitida de un modo auténtico únicamente a través de la Sagrada Escritura (es decir, la Biblia), sin la Sagrada Tradición. Dejo planteados los siguientes cuestionamientos en torno a dicho principio, para la reflexión de nuestros hermanos protestantes…” Click!

Una Parroquia viva, La Seu de Xativa

La Seu de Xativa
“La Iglesia Colegial Basílica, conocida en Xàtiva y su comarca como la Seu. El edificio más importante de la ciudad. Al ser reconquistada la ciudad por el rey Jaume I en 1244, la antigua mezquita mayor es convertida en iglesia cristiana y dedicada a Santa María, como era costumbre en el rey…” Click!

VII-A. Agradecer y alabar

253. Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia. (Sal 118,1)

254. Y decían con voz potente: Digno es el cordero degollado de recibir el poder, la riqueza, el saber, la fuerza, el honor, la gloria y la alabanza. (Ap 5,12)

255. Ni aún los santos ángeles del Señor son capaces de contar todas sus maravillas. (Sir 42,17)

256. ¡Qué abismo de riqueza, de sabiduría y prudencia el de Dios! ¡Qué insondables sus decisiones, qué irrastreables sus caminos! ¿Quién conoce la mente de Dios?, ¿quién fue su consejero? ¿quién le dio primero para recibir en cambio? De él, por él, para él existe todo. A él la gloria por los siglos. Amén. (Rm 11,33-36)

257. ¿Quién podrá rastrear las maravillas de Dios? El poder de su majestad ¿quién lo calculará? ¿Quién pretenderá enumerar sus misericordias? Nada hay que quitar, nada que añadir, y no se puede llegar hasta el final de las maravillas del Señor. Cuando el hombre cree acabar, comienza entonces; y si se detiene, queda perplejo. (Sir 18,4-7)

258. Las obras de Dios son todas buenas, y cumplen su función a su tiempo. (Sir 39,16)

259. Comprendo que cuanto Dios hace es duradero. Nada hay que añadir ni nada que quitar. Y así hace Dios que se le tema. (Qo 3,14)

260. A una orden del Señor se hace todo lo que desea, y no hay quien pueda estorbar su salvación. Las obras de toda carne están delante de él, y nada puede ocultarse a sus ojos. Su mirada abarca pasado y futuro y nada le causa admiración. (Sir 39,18-20)

261. No hay santo como el Señor, no hay Roca como nuestro Dios. (1Sam 2,2)

262. Te compadeces de todos, Señor, porque todo lo puedes. (Sab 11,23)

Pablo VI: La Resurreccion fisica de Jesucristo (Humanitas 54)

¿No es la Resurrección la única que da sentido a toda la liturgia, a nuestras celebraciones eucarísticas, asegurán­donos la presencia del Resucitado que celebramos en la acción de gracias: «Anunciamos tu muerte, proclamamos tu Resurrección. ¡Ven, Señor Jesús!» (Anámnesis)?

Sí, toda la esperanza cristiana está ba­sada sobre la Resurrección de Cristo, en la que está «anclada» nuestra misma resurrección con Él. Más aún, ya hemos resucitado con Él (cf. Col 1, 3); toda nuestra vida cristiana está tejida con esta certeza inconmovible y con esta realidad oculta, con la alegría y el dinamismo que ellas engendran.

No es extraño que este misterio tan fundamental para nuestra fe, tan pro­digioso para nuestra inteligencia, haya suscitado siempre, junto al interés apa­sionado de los exégetas, una «contesta­ción» pluriforme a lo largo de toda la historia. Este fenómeno se manifestaba ya en vida del evangelista san Juan, que juzgó necesario precisar que Tomás, el incrédulo, había sido invitado a tocar con sus manos la huella de los clavos y el costado herido del Verbo de la Vida resucitado (cf. Jn 20, 24-29).

Y desde entonces, ¿cómo no evocar los intentos de una «gnosis» que renacía continuamente bajo múltiples formas, deseando penetrar este misterio con todos los recursos del espíritu humano, esforzándose por reducirlo a las dimen­siones de unas categorías plenamente humanas? Tentación muy comprensi­ble, ciertamente, y sin duda inevitable, pero con una tendencia muy inquie­tante a vaciar insensiblemente todas las riquezas y la importancia de lo que, ante todo, es un hecho: la Resurrección del Salvador.

También en nuestros días –y no es precisamente a vosotros a quienes debemos recordarlo– vemos cómo esta tendencia manifiesta sus últimas consecuencias dramáticas, llegándose a negar, incluso entre los fieles que se dicen cristianos, el valor histórico de los testimonios inspirados o, más recientemente, interpretando de forma puramente mítica, espiritual o moral, la Resurrección física de Jesús. ¿Cómo no nos ha de doler profundamente el efecto destructor que estas discusiones deletéreas tienen para tantos fieles? Pero proclamamos con toda energía que estos hechos no nos dan miedo porque, hoy como ayer, el testimonio «de los Once y de sus compañeros» es capaz, con la gracia del Espíritu Santo, de suscitar la verdadera fe: «El Señor en verdad ha resucitado y se ha aparecido a Simón» (Lc 24, 34-35).

Publicado via email a partir de Palabras de camino

La evangelizacion catolica frente al desafio del neopaganismo

Lo propio del paganismo es que trata a la divinidad como prolongación de las fuerzas y recursos propios del mundo: sus dioses o espíritus son extrapolaciones de realidades intramundanas, ya se trate de fuerzas del cosmos, anhelos del corazón o idealizaciones de experiencias humanas.

La tendencia a lo pagano, así entendido, es muy propia del ser humano de todos los tiempos porque la fascinación por el misterio y el encanto de tener poderes especiales y atajos hacia la felicidad acompañan a la raza humana desde siempre. No es extraño entonces que también en nuestra época se presente un neo-paganismo que parece seguir la consigna del profeta anticristiano Friedrich Nietzsche: “Permaneced fieles a la tierra.”

Tanto el paganismo como el neopaganismo son modos de “reciclar” el mundo: presentarlo como “nuevo” cuando en realidad sólo se está reflejando, repitiendo o distorsionando lo ya vivido. Ya se trate de las historias del Olimpo griego o de los bebedizos narcotizantes de los chamanes de la Amazonía, el paganismo sólo repite y recicla el mundo.

Según la Biblia, por el contrario, sólo Dios es creador: es autor del mundo pero infinitamente distinto del mundo. Por eso también es el único capaz de introducir verdadera novedad, novedad que no es reciclaje. Y la gran novedad suya, por supuesto, es la Encarnación. Tener a “Dios-con-nosotros” es la suprema y máxima novedad, y en Cristo, en su Pascua, se renueva la creación entera.

A la vista de las oleadas de neopaganismo que nos llegan de todas partes, sobre todo como estilos y modas orientalistas, nuestra evangelización debe renovarse en contenidos, denunciando el engaño implícito, pero sobre todo debe renovarse en ardor: amor que anuncia la centralidad y unicidad de Jesucristo.

Carta a un Gay Catolico

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“Quiero, en primer lugar, manifestarte mi profundo respeto y comprensión a tu persona y hacia tu condición de homosexual; pero pidiéndote también a tí, idéntico respeto y consideración hacia la Verdad, que ambos, como cristianos y católicos, debemos profesar…” Click!

Radio Estrella del Mar

radio estrella del mar
“Estrella del Mar” nace el 3 de Marzo de 1997 como una ofrenda a la Santísima Virgen Maria, “Estrella de la evangelización” y primera evangelizadora de América Latina, a iniciativa de Su Eminencia Cardenal Miguel Obando y Bravo… Click!

Como aprovechar un retiro y aprender a compartir la fe

1. El mundo no hizo retiro; lo hicimos sólo nosotros. Hemos de estar preparados mental y espiritualmente para el profundo desnivel entre cómo nos sentimos por dentro y la realidad externa, que a menudo es indiferente, o ataca o se burla.

2. Hay virtudes realmente “divinas” y muy necesarias al final del retiro.

2.1 La divina prudencia nos invita a no pretender imponer a Cristo. Restregar la comida en la cara no produce hambre en la gente.

2.2 El divino olfato nos invita a ser como Jesús, siguiendo el hilo de las necesidades y grietas de las personas: por ellas entrará un día la gracia.

2.3 La divina percepción nos ayuda a experimentar como propia el hambre de los demás, de manera que sepamos cuándo y cómo hablar.

3. Sobre el compartir de la fe

3.1 Es preciso saber usar la información que tenemos de la persona a la que hablamos. Mirar bien en dónde están sus preguntas, dudas, fracturas y búsquedas.

3.2 Frente a los comentarios en contra de la Iglesia, hay que escuchar simplemente y comentar que hemos tenido experiencias distintas de las cuales vale la pena conversar “en otra ocasión.” rente a las preguntas relacionadas con la historia de la Iglesia o los ataques típicos de los protestantes, sirve más enviar posteriormente información por correo electrónico, u otra forma de bibliografía.

3.3 El testimonio no tiene que ser necesariamente de cosas espectaculares: lo realmente grandioso es que Jesús haya dado su vida por nosotros y que habite en nuestros corazones.

4. Podemos aplicar la parábola del sembrador a un retiro, pues en él Dios siembra semillas de gracia. Entonces:

4.1 Para evitar que el diablo se lleve lo sembrado, hay que tomar apuntes y volver sobre las grabaciones de las charlas.

4.2 Para no quedarse en una conversión superficial, hay que reservar espacios de silencio en medio de la vida cotidiana.

4.3 Para que las zarzas no ahoguen la semilla debemos examinarnos delante de Dios y reestructuras nuestras prioridades.